Mi Felipe y ¡olé!

Quedaría feo por mi parte aludir a una conspiración que no he acuñado, así que dando por bueno que vivimos en un mundo diáfano cual agua cristalina, en el que no cabe pensar que Mercedes AMG tiene potestad para abrir o cerrar el grifo de la igualdad en la parrilla, aceptemos que queda muy bizarre dejar en manos de mi Felipe una carrera que tenía todas las papeletas para ser ganada, toda vez que los chicos de Grove habían destrozado a los de Brackley en los primeros metros de la prueba británica.

También es verdad que no es nuevo esto de recurrir al paulista para joder una temporada, o dos, o las que hagan falta. En Ferrari ya la lió parda dejando que Hamilton se intercalara entre él y Iceman en Turquía 2008, para posteriormente, clamar por la anulación de Singapur porque decía, allí perdió sus posibilidades ante el campeonato cuando la realidad fue bien distinta, pues en aquella cita se llevó la manguera puesta, en Gran Bretaña por poco se ahoga y en China, Kimi casi se duerme esperándolo para ponerle en bandeja la segunda plaza.

En fin. Mi Felipe es así y como digo siempre, así hay que aceptarlo: egoistilla no, lo siguiente, que para eso es pupilo del hijo de Jean Todt.

Y aquí que vamos. O mejor dicho, aquí que venía Valtteri con mejor ritmo y por una de esas cosas que dan pie a las conspiraciones, Williams ha dejado que el brasileño corriera para sí mismo como en Ferrari, cuando bastaba que el finlandés pasara a liderar la prueba, que Felipe se mantuviera a distancia de DRS de su compañero, para que poco a poco, la amenaza de los W06 de Brackley se fuese disipando.

Pero no, un equipo que cuesta un costalón en mantenimiento, que cuenta con Claire Williams, Rob Smedley y Pat Symonds en sus filas, se ha tranformado en un abrir y cerrar de ojos en una pandilla de novatos que a la postre, ha brindado una victoria segura a quien se supone que abre y cierra el grifo, para que nos entendamos.

No lo comprendo. He vuelto a ver por segunda vez la carrera y sigo sin encontrar un mínimo de lógica en todo este asunto. Las órdenes de equipo son legales ahora. Nada habría impedido que Nigel le dijera por radio a Massa: Mister Dijsselbloem, Varoufakis is faster than you! Pero ha sucedido como tantas y tantas veces en Maranello: mi Felipe coge el revólver y nadie le dice que es peligroso. Juega con él y antes de meterlo en la cartuchera, se pega un tiro en la pierna y el proyectil rebota y deja secos a tres o cuatro integrantes del equipo, como la bala mágica que se llevó por delante a JFK. Y lo más asombroso de todo, nadie manda a tomar por el saco al fenómeno, por idiota.

Os leo.