The poet acts

En el libro que algún día saldrá me despacho a gusto sobre ese complejo bipolar que nos afecta a todos por igual cuando alquilamos habitación en esto que llamamos red de redes. 

Internet no nos pertenece y es de necios pensar lo contrario. Aquí dentro naufragamos todos, del primero al último, y corremos riesgo de ahogarnos si no conseguimos tocar playa. De manera que, pienso, lo mejor es disfrutar del tiempo de descuento como mejor sepamos o podamos.

Por suerte, elegí a diario donde otros pretenden levantar púlpitos, y puesto que mi buhardilla alquilada no da para otra cosa que para contener pequeños actos de rebeldía, aprovechando un imprevisto cambio de planes que me ha trastocado el fin de semana, os comento que mañana rendiré, a mi manera, un minúsculo homenaje a las 24 Horas de Le Mans, que consistirá en escribir y publicar una entrada por hora mientras dure la prueba.

Lo intenté el año pasado aunque, como sabéis, acabé mordiendo el polvo y con 5 vueltas perdidas, pero fue bonito y eso no me lo quita nadie.

Así que si os preguntáis dónde ando, os diré que entre hoy el domingo al mediodía, estaré aquí, en el teclado, porque entre que quiero cerrar una par de cosillas referentes a la Fórmula 1 y tengo 25 textos por delante... pues eso, que me lo voy a pasar de cine, y que estáis invitados a echar el rato conmigo.

Os leo.