A Jenson se le pasó la pájara que le entró después del Gran Premio de España, en cuanto terminó el de Mónaco.
Así son las pájaras, las españolas, las británicas y las de Induráin: volátiles aunque dañinas. Te pegan cuando menos lo esperas y el bajón consiguiente acaba pasando factura, sobre todo en el Frente Popular de Judea, tan atento él a encontrar razones donde apenas existen, con tal de enturbiar el futuro de Fernando Alonso allá donde vaya.
Nunca había oído hablar tanto de la ausencia de publicidad sobre la carrocería de los McLaren, ni de los problemas que aquejan a Woking ante un proyecto totalmente nuevo y según algunos, incluso radical en su planteamiento. Ni siquiera Honda se salva de este argumentario funesto...
Y lo cierto es que hasta hace quien dice nada, la escudería que fundara Bruce era sinónimo de recuperación milagrosa. Si algo fallaba se decía: nadie como McLaren para cambiar el discurrir de las cosas en un abrir y cerrar de ojos. Si las novedades no se palpaban: nadie como McLaren para darnos alguna sorpresa. Si al final no salían las cuentas: no importa, el año que viene, McLaren estará sin duda en la pomada.
Pero ha sido llegar el asturiano a la británica y este hermoso escenario se ha convertido de la noche a la mañana en un territorio espinoso donde solo caben espinas y más espinas. Y claro, salía Jenson con aquello de que Mclaren no iba a puntuar en toda esta temporada, y se abrió el cielo a los más negros augures que cantaban a coro el «ya lo dijimos».
También es verdad que McLaren lleva la intemerata sin dar un alegrón de esos que se recuerdan. La victoria de Hamilton en 2008 daba más lástima que otra cosa, y con eso y todo, no fue capaz de borrar la sensación de que a Woking la ha mirado un tuerto desde hace demasiado.
Aojada por un hechicero, la cosa persiste, que no es por nada, pero ha llegado Peter Prodromou a hacer compañía a Éric Boullier y Yasuhisa Arai, y la FIA ha perdido el culo a la hora de endurecer las pruebas a las que se someten los alerones que estrenara Adrian Newey en Silvertone 2010, que se dice pronto. Y no debe ser casualidad, o no deberíamos entenderlo como tal, puesto que con el horizonte puesto en que el chasis del MP4/30 y la UP Honda por fin hagan migas, resulta incluso normal que la egregia institución haya comenzado a cortarle las plumas...
Y si la FIA ha tomado este camino preventivo y McLaren ha pasado de no hacer nada en Melbourne a conseguir sus cuatro primeros puntos en Montecarlo, a lo mejor es que la luz empieza a abrirse paso entre los nubarrones.
En todo caso, no olvidemos que si el coche que presentó Woking en enero pasado era «el de Alonso», estos puntitos que saben a gloria, son «de Button».
Os leo.
Y lo cierto es que hasta hace quien dice nada, la escudería que fundara Bruce era sinónimo de recuperación milagrosa. Si algo fallaba se decía: nadie como McLaren para cambiar el discurrir de las cosas en un abrir y cerrar de ojos. Si las novedades no se palpaban: nadie como McLaren para darnos alguna sorpresa. Si al final no salían las cuentas: no importa, el año que viene, McLaren estará sin duda en la pomada.
Pero ha sido llegar el asturiano a la británica y este hermoso escenario se ha convertido de la noche a la mañana en un territorio espinoso donde solo caben espinas y más espinas. Y claro, salía Jenson con aquello de que Mclaren no iba a puntuar en toda esta temporada, y se abrió el cielo a los más negros augures que cantaban a coro el «ya lo dijimos».
También es verdad que McLaren lleva la intemerata sin dar un alegrón de esos que se recuerdan. La victoria de Hamilton en 2008 daba más lástima que otra cosa, y con eso y todo, no fue capaz de borrar la sensación de que a Woking la ha mirado un tuerto desde hace demasiado.
Aojada por un hechicero, la cosa persiste, que no es por nada, pero ha llegado Peter Prodromou a hacer compañía a Éric Boullier y Yasuhisa Arai, y la FIA ha perdido el culo a la hora de endurecer las pruebas a las que se someten los alerones que estrenara Adrian Newey en Silvertone 2010, que se dice pronto. Y no debe ser casualidad, o no deberíamos entenderlo como tal, puesto que con el horizonte puesto en que el chasis del MP4/30 y la UP Honda por fin hagan migas, resulta incluso normal que la egregia institución haya comenzado a cortarle las plumas...
Y si la FIA ha tomado este camino preventivo y McLaren ha pasado de no hacer nada en Melbourne a conseguir sus cuatro primeros puntos en Montecarlo, a lo mejor es que la luz empieza a abrirse paso entre los nubarrones.
En todo caso, no olvidemos que si el coche que presentó Woking en enero pasado era «el de Alonso», estos puntitos que saben a gloria, son «de Button».
Os leo.
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