Valtteri in blue

Vivimos tiempos dominados por el escepticismo más absoluto o la más absoluta sumisión a identidades, como quien dice labradas en mármol de Carrara y casi intocables. No pàrece haber término medio y en lo nuestro, esta polarización suele acarrear que tipos como Bottas, casi pasen desapercibidos.

No es que no se hable del de Nastola, ni siquiera estoy diciendo que no se reconozcan sus méritos, pero Valtteri es ese tipo de pilotos en el que muy pocos caen hasta que lo mencionas. Entonces sí, entonces surge el inevitable: ¡Ah, sí. Es muy bueno!

El finlandés me gusta, algo que tiene poco mérito ya que en líneas generales, los pilotos finlandeses de Fórmula 1 me encandilan lo suficiente como para que suelan merecerme una atención especial, incluso más que los suecos.

Debe ser culpa de la parte opaca de mi genética. Tengo piel clara y mis ojos son verdes, y cuando es luna llena me entran unas ganas locas de aullar como los lobos. Los bosques, nieves y soledades subárticas siempre me han hecho tilín y puesto que comparto esa idea de que el paisaje que nos rodea cuando niños, nos modela como personas lo mismo que la escuela o la familia, hace tiempo que he asumido como posible que entre las fibras de mi linaje, quién sabe cómo, desde cuándo o dónde, pueda figurar la perteneciente a algún antepasado que me relaciona de alguna manera con el Gran Norte.

En fin, hablaba de Valtteri Bottas y de ese camino ascendente que le ha llevado en pocas temporadas a ser mencionado por Toto Wolff como bala en la recámara, en el caso de que Lewis Hamilton no renovara por Brackley.

Que se ve que no va a llegar la sangre al río porque todo indica que el de Stevenage, según trascendió ayer mismo, se ligará con Mercedes AMG al menos por tres temporadas más y con unos emolumentos anuales de quitar el hipo. Vamos, que el chicarrón de Williams se queda de momento en Grove y es ahí precisamente donde quiero contemplarlo hoy, primer martes y trece de este año recién estrenado, ya que las escudería británica, junto a Ferrari y McLaren de las más laureadas de toda la parrilla, acaba de firmar un 2014 para enmarcar pero no las tengo todas conmigo para aventurarme a apostar a que 2015 vaya a ser igual.

Alguien dirá que es muy pronto para sembrar dudas sobre la secuela de una de las plataformas más eficaces de la pasada sesión. Y quizás lleve razón, no voy a negarlo. La unidad de potencia Mercedes-Benz parece garantía suficiente como para prolongar el estado de gracia disfrutado por Williams, pero el FW36 no era solo motor. Una aerodinámica muy elaborada le permitió apostar también por unos bajísimos consumos en carrera aunque a cambio, lastró en determinados momentos el necesario cuidado de las gomas.

En consecuencia, podemos estimar como lógico que el FW37 de esta temporada abunde en estos mismos parámetros, pero aquí entra Pirelli y su promesa de mejorar sus compuestos, lo que a la postre y mientras no se confirme lo contrario, supone un handicap para las aerodinámicas finolis y por añadido, para mantener los consumos de combustible y neumáticos.

En este escenario me animo a pensar que mi Felipe las va a pasar canutas —el paulista es un conductor que se desenvuelve mejor en los Grandes Premios con ruedas duras que con blandas—, pero también apuesto a que el protagonista de esta entrada va a salir airoso del trance, tanto que muy posiblemente durante esta sesión, a Valtteri no haga falta mencionarlo para que todo el mundo lo reconozca.

Os leo.