Cuando no escribe nadie, escribo yo. Es un acto contestatario, reivindicativo, totalmente personal. Hoy por ejemplo, día de Navidad, el blog mantiene las constantes vitales de las jornadas anteriores y Dios quiera que de las venideras... Nada parece haber cambiado aunque en el fondo, todo sea profundamente distinto porque es festivo.
Y antes de cerrar quiero hablar de Kimi. El tipo que acaricia las curvas para superarlas sin dejar rastro de su paso. Raikkonen. Del que nadie diría que existe alguien parecido en la parrilla salvo que contemplemos la posibilidad de que entre los pilotos puede caber un poeta, un verso libre, un finlandés raro, un pecado que por razones diversas que hoy no hace el caso tocar, resulta tremendamente distinto a los demás pecados que en el mundo han sido y serán.
No me pesa. Mentiría si os dijera que me pesa que la Ferrari de 2015 descanse más en las espaldas de Iceman que en las del tetracampeón del mundo que viene a suplir a Fernando, pero tampoco puedo negar que el de Espoo y las nieves de donde viene, me suponen el último clavo ardiendo al que agarrarme, con la seguridad ingenua de que no habrá de fallarme. Al fin y al cabo, él conoce La Scuderia, él ganó en 2007 y ayudó a perder de buena manera a Felipe, en 2008. Y él, según algunas fuentes bien informadas, ha dado a Maranello en cuatro años, dos mundiales de marcas y uno de pilotos, no sé si me entendéis.
El caso es que Kimi, mi Kimi, el Kimi de muchos de vosotros, es un conductor a la vieja usanza, de esos que no se entienden hasta que resultan destructivamente incompresibles a la vez que inmaculadamente diáfanos. De esos que en el momento más inesperado, acaban actuando como un resorte para sorpresa de los muchos Sebastian Vettel que en el mundo existen.
Todo va bien con él. Todo está perfecto con él. Pero con Raikkonen nunca hay nada seguro, ni siquiera eso en lo que estáis pensando ahora mismo.
Ferrari apuesta a ganar dos miserables carreras en 2015 y soy de los que se las dan a Kimi, así me tenga que retractar o me pudra en el infierno. Os leo.
Con un monoplaza distinto al F14 Kimi volverá a brillar, creo lo merece.
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