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Si la FIA resulta tan y tan facilona con las cosas de la aerodinámica, no es por otra razón que por la misma regla de tres que puede mirar para otro lado, se puede poner tontorrona y la mar de puntillosa.

Desde que en agosto de 2010 señalé aquí mismo que algo había en el morro del RB6 [Secretos], han pasado cuatro años largos en que hemos visto cimbrear los alerones delanteros de los coches austriacos sin que ocurriese nada. Echando la vista atrás, existen numerosas constancias de que en el RB5 de 2009, el bendito apéndice también se movía, pero fue precisamente en Abu Dhabi 2012 (RB8) cuando pudimos verlo con nuestros propios ojos [¡entrada video!], lo que no fue óbice ni cortapisa para que siguiera sin suceder nada.

A estas alturas de la película, resulta evidente que la FIA ha mirado durante cinco años para el lado equivocado mientras intentaba resolver la situación sin levantar demasiadas ampollas [¡Inútiles!], y lo siento por Sebastian Vettel, porque esta tarde, por una de esas cosas que solo entiende la egregia institución, a Red Bull le ha caído un paquete por ese asuntico de nada, que pone de relieve que los campeonatos mundiales 2010 a 2014 deberían ser si no revisados, sí al menos puestos en cautela.

Me dejo de enlazar entradas viejas y poner banderitas, lo prometo, porque hoy lo que menos me interesa es remover los pies de la tetracampeona del mundo y su chiquillo matarécords, ya que a fin y a cuentas, hasta el último mono en la parrilla ha tratado con mejor o peor fortuna durante estos últimos años, de beneficiarse de ese elemento aerodinámico móvil al parecer totalmente ilegal, que se mueve en el todo o en una o varias de sus partes, que lo mismo sirve para absorber las inclemencias que sufre el tren delantero que para sujetar el coche al suelo cuando en recta, el fondo plano reduce o anula sus prestaciones en términos de downforce.

Y es que lo que me interesa hoy es señalar el fenómeno de deserción masiva que está sufriendo Milton Keynes, y cómo un tipo como Peter Prodromou (¡tela con el apellido de marras!), a la sazón mano derecha de Adrian Newey, ha comenzado a aplicar las recetas del mago británico en Woking y visto lo visto que está sucediendo en Maranello, cualquiera de los que ya están haciendo las maletas para irse a La Scuderia, podría poner en práctica en la nueva casa de Sebastian.

De no poner coto al asunto, la FIA podría tener entre manos un grandísimo problema. Ayer mismo, McLaren probaba un alerón delantero en su MP4/29, casi idéntico al del RB10 de Red Bull y esta tarde, Whiting y su gente se ponían en extremo puntillosos con el reglamento, como por casualidad, declarando contrario a norma el demonio apéndice y descalificando a renglón seguido a Vettel y Ricciardo, quienes mañana saldrán desde el pitlane. 

¿Qué nos ha enseñado hoy la seño? Pues eso, que la FIA lo mismo que mira donde no conviene, puede enfocar donde le apetece ya que siempre sostiene la sartén por el mango [La justicia estrábica].

Os leo.