Mientras, mientras, mientras... Mientras hago tiempo para que tras meses de haberlo anunciado para un futuro cercano, por fin dentro de un rato publicaré la tercera entrega del Voight-Kampff test de Nürbu, me hago de cruces con lo alterado que anda el mundillo.
Por fortuna todo habrá de pasar como pasaron sin que nos diésemos cuenta, aquellos memorables tiempos en que nos sentíamos accionistas de un montón de empresas que una vez se declararon privadas, se olvidaron de lo que hicimos por ellas y hoy es el día en que forman parte de ese ejército de las tinieblas cuyas divisiones, con suerte nos funden los plomos a mediados de mes si no lo hacen sobre el día diez.
Todo parece discurrir sin que apenas cambie nada y a veces pienso y comparto con vosotros, si no será que la mediocridad que decimos percibir en los medios que se ocupan de lo nuestro, es la punta del iceberg que nos viene encima cada vez que abrimos el periódico o encendemos el televisor, el exponente de que vivimos rodeados de mentiras, agrias soledades y bulos, que buscan medrar en lo cotidiano vistiéndose de absolutos y fuentes fiables para tarde o temprano, acabar alcanzando a rozar el casco de nuestro particular Titanic.
He abierto tarde el Twitter y vengo de allí por patas, que diría aquél. Todo son malos augurios para Suzuka en lo que se refiere a Ferrari y al Nano. ¿Será verdad lo que cuentan o como de costumbre no acertarán ni una...?
He abierto tarde el Twitter y vengo de allí por patas, que diría aquél. Todo son malos augurios para Suzuka en lo que se refiere a Ferrari y al Nano. ¿Será verdad lo que cuentan o como de costumbre no acertarán ni una...?
No me interesa la respuesta. Os confieso que me doy por bien pagado sabiendo que sigo disfrutando con el pedacito de realidad compleja que me toca, así sea Angela Merkel la que fiche por Ferrari para que lidere la nueva era de La Scuderia, o el cambio de cromos del que tanto se está hablando, contemple la llegada inminente de don Cristóbal Montoro a Woking. Todo me da igual, para qué demonios voy a engañaros, lo que no impide que tenga varias teorías para explicar mi parcela de mundo.
Ahí va una: Lewis Hamilton se lleva el título y vuelve a McLaren. Honda queda satisfecha al retornar al Circo con el número 1 sobre uno de sus coches para el año que viene. Queda un asiento libre en Mercedes AMG y Fernando lo ocupa para que Bernie siga pagando a Mercedes-Benz, el favorcillo personal que le hizo la de Stuttgart al británico en 2013.
Nos vemos a la 1 en punto. Os leo.
Yo veo mucho mas factible la opción McLaren. No termino de ver que gana Mercedes o que gana Hamilton en un cambio con Alonso. Para McLaren si que puede haber un beneficio claro y parece que Ferrari no acepta las condiciones que impone Alonso.
ResponderEliminarDavid Coulthard: "En mi opinión, si quieres que los coches sean más complicados de conducir, hazlos más rápidos. Es irónico que estén tratando de encontrar formas de complicarle más la vida a los pilotos, cuando los coches actuales son más lentos de lo que lo eran allá en 2004."
ResponderEliminarFlavio Briatore (tras Melbourne 2014): "Ahora, vemos a los mejores pilotos obligados a comportarse como contables. Si la F1 no vuelve a cambiar en un futuro cercano, la audiencia se va a perder. Solo hay que leer los comentarios en las webs, los blogs, en Twitter...Los aficionados no disfrutaron de este Gran Premio, fue un espectáculo deprimente."
¡Saludos!