martes, 15 de julio de 2014

Yo diría que sí


La silly season nos desborda y la FIA pretende incrementar desde el núcleo la presión sobre el ecosistema de la Fórmula 1, por ver si así desde fuera nos ayudan a aguantar unos meses más y se van vendiendo las correspondientes entradas de los correspondientes Grandes Premios que nos quedan de la temporada correspondiente, uséase, esta.

Y la pregunta salta inevitablemente en los innumerables corrillos de aficionados: ¿con esto de la prohibición del FRIC que no es una prohibición en regla pero lo parece, podemos agarrararnos a algún tipo de esperanza?

Yo diría que sí aunque maldita la gracia del formato en que viene presentado el regalo. Ni el lazo me convence, para qué os voy a engañar. Siendo sincero nada de todo esto me gusta un pelo aunque ya me haya acostumbrado a estas injerencias que lo único que hacen es desvelar que si lo de ahora no es acorde con el Art. 3.15 del reglamento técnico, tampoco debía serlo hace unos años porque en concreto, esta parte de la normativa no ha sido cambiada con el transcurso de las últimas temporadas.

Todo esto me lleva a rescatar [Secretos], una de las entradas más manoseadas de la historia de este blog. Como se puede leer a su comienzo, está escrita en agosto de 2010, nada menos, y también nada más, ya que alude a una de las múltiples peculiaridades del RB6, primer estandarte de la hegemonía de Red Bull, lo que nos pone en que como aquello del alerón sonaba a mass damper por los cuatro costados y ahora se va conociendo que el FRIC ya podía estar siendo utilizado por la austriaca durante aquella sesión, el coche en sí, era a todas luces ilegal porque ambos sistemas infringían la normativa y el cacharro era de facto un enorme elemento aerodinámico móvil, como llevamos tiempo diciendo unos pocos, sea dicho de paso.

Con estos argumentos, cualquiera con dos dedos de frente prepararía un dossier y se plantaría en la Plaçe de la Concorde para plantear una duda razonable al respecto de la legitimidad de los cuatro campeonatos logrados por Red Bull entre 2010 y 2013 o en su caso, para conseguir justificar la plena legitimidad de un sistema que por ampliamente consentido, al FRIC me refiero, jamás debería haber sido puesto en duda y mucho menos al amparo del articulito de marras.

Pero no temáis, los equipos no tienen agallas para hacer este tipo de cosas y el asunto en Alemania llega técnicamente en tablas. Nadie va a usarlo, ni siquiera Pirelli, pero los que no lo utilizaban o no habían conseguido hacerlo funcionar, ahora pueden señalar a sus colegas para que la FIA entre en acción y el tema termine en el Tribunal de Apelación y tal y tal. Vamos, que con todo esto se han sentado las bases para que estemos entretenidos al menos un par de meses.

Pero a lo que íbamos: ¿hay algún tipo de esperanza?

Yo diría que sí, porque en Fórmula 1, la FIA y Bernie proponen pero son los pilotos los que disponen en pista, y aunque la ventaja de Mercedes AMG sigue siendo actualmente abrumadora sobre sus rivales, lo cierto es que la de Brackley no va a ir tan cómoda a partir de ahora, las gomas se convierten en un interrogante y todo esto abre un pequeño abanico de nuevas e interesantes posibilidades. Un resquicio minúsculo si somos honestos, pero a lo mejor, con un poquito de suerte... Bueno, ya me entendéis.

¡Que no decaiga! Os leo.

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