La vida es una continua impostura y quizás por ello me gusta cada vez más la Fórmula 1 y le estoy cogiendo cariño a Twitter, un entorno este último en el que es posible afirmar desde el perfil que uno «aprende de todos», aunque solo sea seguidor de una décima parte de los que le siguen a él.
Todo vale en Twitter, en Facebook, en Fórmula 1 y en la vida misma, con tal evidentemente, de que no jodas a nadie y haya quien compre tu juego porque al final es solo eso, un juego, un miserable juego en el que para sobrevivir se hace enteramente necesario atender a los matices ya que su globalidad, como digo, es profundamente falaz y mentirosa.
Sin embargo, quien comparta su vida con un perro o lo haya hecho alguna vez, sabe perfectamente que con ellos no valen los engaños porque entienden de matices antes que cualquiera y mucho más que nadie, y de suyo, si es que realmente quieren a sus mascotas, sus dueños nominales suelen ser por lo general gente de más fiar porque todo se acaba pegando, incluso la necesidad de no jurar en falso.
Roscoe, protagonista inevitable de esta entrada, es el bulldog que saca a pasear a Lewis mientras señala los árboles y las farolas o vigila el paddock, el amigo fiel y leal que sabe del calvario que está pasando el británico incluso más que Nicole, pues a él se entrega Hamilton para lamentar que Nico vaya tan bien en calificación.
Roscoe sabe por qué al hijo de Anthony no se le quita esa cara de cirio de Semana Santa que se le pone al de Stevenage en cuanto la calificación no sale como está previsto y conoce a la perfección, por qué hoy saldrá con el puñal entre los dientes para superar a Nico en las tres primeras vueltas, ya que Lewis hace un par de carreras que no confía en su equipo.
Es un matiz como otro cualquiera de los muchos que podría haber entresacado para rellenar estas líneas, pero Hamilton, como las cosas se tuerzan en los primeros giros, a buen seguro que volverá a preguntar por radio por qué no le han metido antes a garajes o a esbozar a lo largo de la carrera, cualquier otro interrogante de esos que solo los perros comprenden.
Os leo.
La imagen que ha dado hoy Ferrari es aterradora.....vaya panorama...estoy desolado, no veo como se puede levantar esto ni en 3 años....
ResponderEliminarPues o no ha preguntado porque le han leído la cartilla o no nos lo han querido enseñar para evitar vergüenzas.
ResponderEliminarPor cierto, el Ferrari fatal desde luego aunque me queda la duda de que Jenson no haya ganado esas dos posiciones con banderas amarillas. Aun así han tenido suerte pues de no pifiarla los tres que iban delante.....
Y Felipe pues eso.... un desastre.
Saludos.
Alvaro.
Hamilton este año va a sentir en sus carnes lo que sufrió Alonso en 2007. Y sabe que si Mercesdes apuesta por Rosberg, no tiene nada que hacer. Hasta la FIA le ha abandonado, porque Rosberg hoy ha vuelto a salvarse de una sanción. Hasta en eso se parece al Hamilton de 2007. Para la próxima...
ResponderEliminarDe Ferrari, creo que como mínimo, han tardado un año en darse cuenta que el problema no era Massa, ni que Alonso calificase mal. Como mínimo, porque la realidad es que ya en 2010 cuando le regalaron el mundial a Vettel, tendrían que haber cambiado esa casa, empezando por su presidente y siguiendo por Domenicali.
Susana
Lo de Ferrari no tiene solución, lo de Alonso tampoco.
ResponderEliminarEs lo que pasa cuando priorizas el dinero a el equipo. Alonso siempre ha preferido ser el mejor pagado, a excepción de kimi en la etapa anterior, de toda la parrilla.
Todas las escuderías que le habían ofrecido asiento han terminado ganando campeonatos, pero él prefirió el glamour y el dinero de Ferrari.
Pues ahora aguanta en ese burdel que es Ferrari y medita qué ha pasado para que no hayas podido batir los 7 campeonatos del schumi con la gorra, cosa que podrías haber hecho si no te hubieras basado en la pasta.