¿Realmente es cosa de dos?

Estoy mayor para que según qué tipo de coincidencias me produzcan sorpresa, y tal vez por ello me muestre reacio a participar en ciertas revisitas al pasado que por reiterativas lo cierto es que me dan bastante grima.

El tema Senna vs. Prost ya surgió en 2007 cuando el Nano militaba en aquel nido de víboras que dirigía Ron Dennis. Obviamente a Hamilton le tocaba el papel de Ayrton porque era el recién llegado al equipo que plantaba cara al bicampeón del mundo con sus manos como única garantía y defensa, y al asturiano le tocaba el del francés ya que ni sabíamos si hablaba con Dios ni puñetera falta que nos hacía conocerlo.

El paulista y el galo salieron hasta en la sopa. Dennis, se decía, tenía ante sí un problema como el que vivió a finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado con aquellos dos tipos irrepetibles compartiendo coche, y se afirmaba que sabría gestionarlo.

Senna y Prost justificaban constantemente aquel idílico marco de igualdad de oportunidades que rodeaba a McLaren. Lauda llamaba perro al de Oviedo y lo comparaba a peor con Alain y en China a Ron se le deslizaba por su boquita pequeña contra quién luchaba realmente su escudería mientras el impagable Gonzalo Serrano acuñaba aquello de «¡S'ha enganchao, s'ha enganchao, s'ha enganchao; en la puzolana!»

Lewis coincidía con el brasileño tan solo en que llevaba el casco pintado de amarillo y Fernando no tenía un miserable Balestre al que acogerse, pero a las continuas comparaciones no parecía importarles. Y terminó la temporada con la de Woking descalificada, con Hamilton naufragando en Interlagos y Alonso cogiendo la maleta, y al de nada, el que se parecía a Senna comenzó a ser Vettel.

No os aburro. Todo este rollo de la supuesta inquina que se profesan Lewis y Nico ha estado bien para sortear Mónaco, para nada más. No tiene nada que ver con aquellos poetas del asfalto que se las tuvieron tiesas en aquella McLaren ahora irreconocible, porque en el Gilles Villeneuve las cosas volverán a ser como siempre y como los Mercedes AMG sigan en cabeza el negocio va a empezar a resentirse porque los televisores podrían no encenderse a partir de Alemania, a la hora de la carrera, se entiende. Total, con leer el Marca o el As tendremos suficiente.

Y aquí quería llegar porque el negocio que aludía hace unas líneas es tan sumamente complejo que en su conjunto tiene que estar avisado a estas horas del enorme riesgo que está corriendo.

Si el año pasado era Infiniti la que escenificaba su malestar porque Sebastian apenas salía en la realización de las pruebas salvo para enseñar su dedo índice, imagino cómo de a tope tienen que estar trabajando los departamentos de mercadotecnia en Stuttgart y Brackley por ver cómo resuelven la papeleta que tienen ante sí, mientras madre e hija esperan a que lleguen esos refuerzos a los que todavía no se les ve el pelo en el horizonte.

Que sí, que lo de los duelos al amanecer está bien para levantar los ánimos, pero como en Red Bull Ring la de Milton Keynes no se haya puesto las pilas, como que lo previsible será un completo descojone y un sonoro apaga y vámonos que esto ya lo hemos visto, porque el asuntico de momento es cosa de dos, de Ayrton y Alain concretamente, pero ¿realmente es cosa de dos? o mejor dicho, ¿conviene que siga siendo cosa de Nico y Lewis?

Os leo.