No seáis maliciosos, no es lo que pensáis. La imagen de encabezamiento no es el resultado de un calentón ni un ataque de nostalgia, al menos mío, pues corresponde a la decoración del mes de mayo del calendario Pirelli para este año.
La traigo a colación por la atmósfera que empapa la fotografía, muy coherente con ese movimiento vintage que empapa nuestro deporte desde hace temporadas, que sin embargo contradice la letra y el espíritu del «Manual del buen aficionado» de quienes nos acusan a los que nos quejamos de algo, de que o bien no sabemos lo que queremos o bien no estamos suficientemente informados, y que de rondón lleva a algunos periodistas a preguntar cómo es posible que exista quien piense que hubo una Fórmula 1 buena, mejor en todo caso que la que nos ha tocado sufrir.
El caso es que aprovechando el Gran Premio de Mónaco quien más y quien menos entre las escuderías y proveedores, está tirando de archivo, de hazañas y leyendas, y quien carece de historia, de filtros de Instagram.
Y me dirán ustedes, seguramente con razón, que la carrera del Principado es propicia a este tipo de excesos, y les diré yo que nanai de la China, que todo esto es un recurso como otro cualquiera para decorar y vender un presente bastante infumable que necesita desde hace años poner pie en el pasado para seguir aguantando los auténticos vendavales de la modernidad, esos que han surgido alrededor de una afición cada vez más educada en esto, con más criterio y por tanto, con un paladar que no traga con cualquier mandanga por muy bonita que se la pongan.
En fin, hoy quería hablar de Pirelli y no para quejarme como en sesiones anteriores, y a ello vamos.
La italiana se lo ha currado y justo es reconocerlo. Y no tanto porque no haya arriesgado para 2014 ni tanto así, como aventuraba aquello del papel higiénico que necesitó Nico Rosberg en Abu Dhabi en diciembre pasado, sino porque desde que la pretemporada se pusiera en marcha en Jerez hasta esta misma sexta cita del calendario oficial, el producto de la milanesa es coherente consigo mismo y no ha sufrido cambios como en temporadas anteriores, cosa que sinceramente, es muy de agradecer.
Otra cosa es que los Pirelli se parezcan peligrosamente a los productos de la suministradora a la que sustituyó como proveedora única para F1 en 2011, Bridgestone, y que hayan levantado algunas quejas entre las escuderías y pilotos que más se han indigestado con ellos. Pero así es el juego y así hay que aceptarlo.
Si embargo, confieso que me está chirriando bastante la euforia montada al respecto de la lucha que están teniendo los motoristas por ofrecer la mejor unidad de potencia y por supuesto, el periodo de auténtico éxtasis que estamos viviendo como afición a cuenta de la batalla que tienen entre sí los proveedores de combustible por arrancar unos caballos de potencia extra a cada una de sus esencias. Y lo hace porque la misma libertad (divina palabra) que está poniéndonos el vello de punta en el área mecánica, sin duda podría producirnos un ataque cardiaco si afectara también al ámbito de los neumáticos.
Es cierto que en el otoño pasado la propia FIA barajó la posibilidad de trabajar con un proveedor único de combustible, con la francesa Total como gran candidata a llevarse el contrato, sea dicho de paso, pero superado el susto y aunque personalmente sigo cruzando los dedos para que no desempolven tamaño despropósito, me pregunto dónde coño andan buscando la federación y los equipos el espectáculo para no encontrarlo, cuando lo tienen delante de las narices.
Nostalgia o no, la libertad de elección es consustancial a una competición sana donde los límites los pone el reglamento. Lo estamos viendo con las unidades propulsoras y las gasolinas. Ahora bien, con una Pirelli conservadora y light ejerciendo el monopolio que le han encomendado, tenemos justo todo lo contrario y el espectáculo prometido se tiene que circunscribir a rememorar un pasado embutido en falda de tubo que aunque seguramente no sea mejor —hoy no me voy a poner a discutir eso—, al menos a mí me lo parece desde la distancia.
Os leo.
Pirelli light...vas a tener razón una vez mas, aún no doy crédito a lo que han visto mis ojos hace unos minutos con el Nano...si, ya se que sólo son los libres 2 pero joder aún asi tiene mucho mérito el tiempo que se ha cascado...
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