El don de la clarividencia

Si dispusiéramos de una bola de cristal y el don de la clarividencia, el mundo resultaría un lugar sin sobresaltos pero sin duda, mucho menos interesante de lo es ahora que lo transitamos con bastoncito de ciego y expuestos a lo que nos depare el destino.

Se ha escrito mucho sobre la confinguración de las suspensiones que vestirán los vehículos que veremos en breve correr sobre el asfalto (McLaren ha anunciado que nos presenta el suyo en apenas dos semanas y parece que si nada lo impide, va a ser el primero), y por supuesto, sobre si Ferrari y la de Woking desistirán en su empeño de usar una plataforma basada en pull-rod delantera y trasera, como se ha visto que ha hecho la italiana en las dos temporadas pasadas, marcando en su día una tendencia a la que se ha sumado la británica durante 2013, con pésimos resultados, eso sí.

El F2012 dio a Maranello el subcampeonato en constructores y pilotos en 2012, y ha medio repetido el año pasado permitiendo a Fernando calzarse su tercer segundo puesto en la general de conductores. No parecen malos números, al menos no lo suficiente como para que descartemos precipitadamente la idea de que la aventura iniciada hace dos temporadas podría estar mirando más allá de lo que presuponemos.

Con la nueva configuración que propone el reglamento que estrenaremos en unas semanas pero que ya ha sido estrenado hace tiempo en las mesas de diseño de las escuderías, el fondo plano se insinúa que va a perder importancia. La salida del escape único queda demasiado lejos del difusor como para que éste se articule con el protagonismo que ha tenido hasta hace unos días, que diría aquél. Al hilo, si no me fallan las cuentas, que bien podrían hacerlo, el rake en 2014 tenderá a ser más a la horizontal que en 2013 y años anteriores, razón por la cual estimo que una arquitectura basada en el uso de doble pull-rod no sólo tendría cabida sino que además, resultaría pertinente.

En orden de marcha, la estabilidad manda sobre el resto de variables. Puedes tener un monoplaza rápido en recta, pero si no dispone de estabilidad, sufrirá lo indecible en virado, donde se ganan las carreras. De la misma manera, puedes disponer de un vehículo sumamente eficiente en curva, pero si carece de estabilidad dinámica, en recta puede llegar a pasarlas canutas…

Hablo de oídas, por supuesto. Doctores tiene la Iglesia y este mundillo se parece demasiado a la política, pero experiencias anteriores a las expuestas ya existieron en coches con pull-rod delantera. El Minardi PS01 de 2001 la utilizaba, por ejemplo. El morro iba situado muy cerca del suelo, como siucederá este año, pero la ventaja aerodinámica resultaba interesante para ganar unas décimas en los coches del equipo de Faenza.

Aerodinámica. El caudal de aire anterior propuesto para 2014 va a ser escasito, partimos de esta base. La nose curvada y apuntando al suelo va a limitarlo aunque va a seguir haciendo falta para alimentar la zona baja y el difusor. Por tanto, reducir el drag en la parte delantera puede no ser una idea tan tonta.

Usar pull-rod en el eje anterior reduce la resistencia al aire y dotaría al monoplaza de mayor estabilidad en el frontal ahora que el fondo plano no es tan importante. El coche se posaría adecuadamente en el área de dirección permitiendo de paso que hubiese suficiente caudal aprovechable para utilizar en la zaga… Sinceramente, a priori no parece un mal camino.

En todo caso habrá que esperar al menos dos semanas más para saber quién yerra y quién acierta. Lo dicho, cosas de no disponer de una bola de cristal y el don de la clarividencia.

Os leo.

[Publicado en Diariomotor]