Una lástima

Soy consciente de que ya estamos en Interlagos pero me apetecía cerrar el capítulo correspondiente al Gran Premio de los Estados Unidos, celebrado como sabéis el fin de semana pasado, recordando que conozco al menos seis o siete maneras mejores de machacar un circuito como el COTA de Austin, que el que ha utilizado Pirelli para ahorrarse unas perrillas adjudicando a la prueba americana, los mismos compuestos que se están utilizando ahora mismo en Sao Paulo.

No voy a pedir que coloquen a la marca italiana al lado de los últimos récords conseguidos por Sebastian, pero humildemente considero que hay que ser bastante moñas para no entender de qué va el concierto a estas alturas de la película, porque el Circuit Of The Americas es un trazado de los más inteligentes que le reconozco a Hermann Tilke junto al indio Buddh (de la India es el circuito, no el ingeniero. Apostillo el asunto para que no quepan dudas y me dediquen luego una entrada en vaya usted a saber qué sitio, poniéndome las comas y los puntos por gamberro).

Bien asfaltado, reluciente por casi recién inaugurado, para qué vamos a engañarnos, sus curvas son peraltadas y en toda su cuerda hay suficientes sube y baja como para causar escalofríos. Un primer sector tendente a la aerodinámica pura al que sigue un segundo que es eminentemente rápido, que culmina el recorrido en un tercero enfocado a la tracción y estabilidad mecánica (sí, ese mismo donde el sábado pasado Seb le metió 4 décimas a Mark, sacándoselas de aquel sitio a su cacharro), de manera que se podría decir que como en el caso de Buddh, bastante similar en muchos de los conceptos utilizados en su diseño, la milanesa se podría haber estirado apostando por una elección menos conservadora que la finalmente escogida.

¿La razón? Bueno, pues que salvo Max Chilton, Heikki Kovalainen, Esteban Gutiérrez, Felipe Massa, Paul Di Resta y Charles Pic, el resto de pilotos fueron a una miserable parada, vamos, que lo de los medios y duros daban para mucho más que para sumir en el tedio a los espectadores.

Ya puestos, siguiendo el símil que he utilizado anteriormente (Buddh International Circuit), don Hembery, como ya he referido, podría haber apostado como hizo en India, y gastando la misma saliva para colmo, diciendo aquello de: «Hemos decidido ir con los PZero Blancos medios y los PZero Amarillos blandos para la India este año, porque creemos que es la mejor combinación para el Circuito Internacional de Buddh pues permitirá una lucha más reñida.»

Sí, lo habéis pillado, Pirelli no consideró para los EE.UU. la posibilidad de favorecer una lucha más reñida. Seb ya era en Austin tetracampeón del mundo y no hacía puñetera falta alimentar el espectáculo, total, que por el mismo precio, con las ruedas sobrantes de la prueba texana se podía cubrir una bonita porción de las necesarias para la carrera brasileña y dicho y hecho, ahorramos por una parte, salvamos la papeleta por otra porque iba a ganar Vettel sí o sí, y a colación sometemos al respetable a un truño insoportable porque quien tiene la llave de este deporte decidía cerrar el candado, jodiendo de paso a un circuito que se merece más alicientes en pista.

No pudo ser. Con Pirelli nada puede ser porque por elección divina es el proveedor único de un mundillo que depende de una porquería de elementos que son redondos y negros y van en los costados de los monoplazas, y a uno le queda el mal sabor de boca de no saber si con una elección de medios y blandos, aunque hubiera ganado de todas formas el chaval baterécords, el COTA hubiera resplandecer con ese canal en tres líneas en el pit lane, previsto para mayor meneo que el que hemos visto en los dos años que lleva vivo desde que se inauguró como buque insignia de la Fórmula 1 en los Estados Unidos, por aquello de seguir abriendo mercados.

Nada, que os leo.

[Publicado en Diariomotor]