Transcurre la vuelta 18 del Gran Premio de India del domingo pasado. Sebastian se acerca inmisericorde a Sergio Pérez, quien corre en esos momentos segundo, detrás de Mark Webber, y la radio del mexicano escupe las instrucciones del muro. No pierdas el tiempo, le dicen.
No pierdas el tiempo... No pierdas el tiempo... Vettel supera a Pérez como ha sorteado a más de una media parrilla que tampoco quería perder el tiempo en guerras inútiles, como ha merendado sin despeinarse a unos hombres de Toro Rosso que temen que Helmut Marko se les aparezca en sueños para recriminarles lo que le echó en cara a Jaime en Corea, hace dos años, cuando el catalán molestó en calificación al pequeño, y firmaba sin saberlo y en funesto, su suerte como piloto...
No puede ser que os hayáis olvidado. Entiendo que os venga bien no perder el tiempo con estas cosas pero no habéis podido olvidar que Ricciardo y Vergne se apartan cuando a sus retrovisores llega la imagen del niño y se muestran como auténticos profesionales cuando el que enseña el morro en los espejos es Fernando. Que lo han hecho estas dos últimas temporadas como lo hicieron Buemí y Alguersuari en las anteriores. Que lo hicieron el Interlagos hace tan sólo unos meses para que Vettel se repusiera de sus propias incertidumbres como tricampeón en ciernes. Que también lo hizo Michael Schumacher en el mismo escenario, sí, él, el de los ademanes siniestros, que lo mismo permite a Sebastian ganar un campeonato que se merece, que somete a Rubens Barrichello a un test de resistencia psicológica en Hungaro cuando la historia ni le va ni le viene... No, me niego a creer que lo hayáis olvidado...
He escogido como imagen de entrada aquel gesto tan criticado que le dispensó el Nano a Vitaly Petrov en Abu Dhabi 2010. El ruso también tenía abierta su radio pero nadie le dijo por ella que la guerra de sostener al de Ferrari no iba con él, que no había necesidad de perder el tiempo con el asturiano, que era decimoquinto en la tabla de pilotos con 19 miserables puntos y que no merecía la pena que jodiera un campeonato a un hombre que con 246, lideraba el mundial pero estaba sentenciado a perderlo porque el champán francés ya estaba preparado...
No podéis sufrir de amnesia selectiva, ¡coño! No me lo creo. No podéis ser tan poco generosos con los pequeños detalles que hacen de este deporte un lugar inenarrable, un solar donde las navajas brillan a la luz de la luna y lo mismo hay sitio para hazañas irrepetibles, pero donde basta que la voz adecuada diga que aunque ha parecido fácil, ha sido tremendamente difícil, para que cerréis filas ante el burdo brebaje que os están sirviendo...
¿Recordáis la remontada del Nano en Valencia 2012. El hachazo que le metió a Jenson en Interlagos? Yo no olvido esas cosas ni otras que han pasado en estos cuatro últimos años, ni siquiera lo bueno que resultó el domingo Daniel aguantando a Fernando en la lucha agónica por el último de los puntos, cuando vueltas antes, el australiano había declinado ofrecer resistencia sobre el mismo asfalto al hombre llamado a matar todos los récords y el año que viene será su compañero... Tampoco olvido a Vitaly, ni su profesionalidad mostrada en Abu Dhabi, ni las críticas que surgieron cuando Fernando le dedicó un gesto de impotencia que lo decía todo.
Entiendo que los números impongan su frialdad, pero bien sabéis que siempre me he declarado un hombre de letras porque atiendo a que dos y dos nubes en el cielo no tienen por qué dar como resultado cuatro algodones que vuelan. Pueden convertirse en dos pequeñas metáforas acompañadas de una grande, en una quimera gigantesca, o si el viento es lo suficientemente insistente, en un puñetero recuerdo incapaz de ensuciar de blanco el azul de nuestra atmósfera...
Quizás, sólo quizás, ocurre así porque corro como en los viejos tiempos, sin pinganillo en la oreja que me dicte dónde y cómo debo luchar, y sin ingeniero de muro que me susurre al oído que no pierda el tiempo, porque de existir tal circunstancia, él y yo sabríamos perfectamente que jamás le haría caso.
El tiempo dará y quitará razones, pero estoy seguro que tarde o temprano Fernando ocupará el lugar que merece, que no es otro que el mejor piloto de la historia de F1.
ResponderEliminarNingún deportista transmite ese aura de carisma, talento, orgullo, osadía, lucha y a la vez, sencillez y humildad de los grandes. Siempre contigo Fer, siempre contigo.
Veo que eres de los de Kimi que van a la suya oponiendo resistencia numantina para que el tetracampeón se queje amargamente por ello. Parece ser que no está acostumbrado a que le presenten batalla y debió resultarle inconcebible la osadía del finés.
ResponderEliminarKing Crimson
En esta Fórmula 1 solo hay uno que corre y el resto se apartan a su paso sin oponer resistencia alguna. ¿Pero esto que Fórmula 1 es?
ResponderEliminarKing Crimson
No puedo decir mas, que estoy totalmente de acuerdo contigo, un saludo
ResponderEliminarHombre yo he visto a muchos pilotos incluido Alonso no luchar cuando lo único que van a conseguir es perjudicarse a si mismos.
ResponderEliminarBien es cierto que los Toro Rosso no ponen dificultades a Vettel, también lo es que pocas veces deben hacerlo y que tampoco es que Seb tenga grandes problemas para adelantar a pilotos de media parrilla cuando lo hace muchas veces con los punteros.
También da la impresión que Mark pone mucha mas dificultad cuando es su compañero de equipo el que adelanta que cuando son otros como, por ejemplo, Alonso.
Recuerdo la carrera mencionada en Interlagos cuando fue incapaz de ceder la posición a su compañero cuando estaba luchando por el título, cosa que cualquier escudería de la parrilla hubiese hecho.
En todos los sitios cuecen habas, no veo gran sentido en utilizar siempre estos detalles para poner en cuestión los títulos de Vettel.
Saludos!!!!
El problema Jose es que lo denunciamos, pero los walkinianos no lo quieren aceptar.
ResponderEliminarEllos siguen el ritmo (no pare), lo que desde Red Bull se dice es palabra de guía de walkiniano, pero si se dice desde otros lares es cosa de istas.
Bueno, me declaro Alonsista, Kimista, Hamista e incluso me declaré Adrianista cuando el hermano de un compi de clase se hizo piloto de F1.
Pero hay cosas que no trago, ni yo ni los miles de aficionado cuyo último recurso ha sido abuchear al icono, cuando en realidad deberían abuchear al dueño de la bebida, pero es lo que ellos quieren promocionar sin poder conseguirlo.
Saludos
Recuerdo todo lo que dices como si fuera ayer. Cada adelantamiento(de los de verdad), cada remontada, cada sanción injusta (que las hubo en 2010 sobre todo, aunque nadie lo recuerde) recuerdo todas esas cosas por las que ahora estaríamos hablando del 2 de Sebastian y del 4 de Fer...
ResponderEliminarSiempre me ha gustado el mundo de las carreras y por eso cuando estoy en casa disfruto de ver competencias tanto de autos como de motos. Cuando quiero divertirme suelo jugar con distintos juego en la play y muchos tambien son de carrera de formula 1, o sino con el pes 2013
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