Se termina agosto, el mes en que cumplo años cada doce meses, un
periodo tranquilo en el que suelen suceder demasiadas cosas, entre
ellas, que este blog también sopla velas y renueva su pacto con
el diablo desde que fuera inaugurado precisamente en agosto de 2007, lo
que me recuerda, también, que Fernando lleva seis campeonatos viendo
pasar el tren más o menos cerca de la locomotora.
Esta temporada nos la prometíamos felices después de los chascos de 2010 y 2012, y mira tú por dónde, casi a mitad de sesión seguimos preguntándonos si hay espacio para la esperanza (surrealismo lo llamaría alguno), o en cambio, hay que sucumbir a la oleada de fatalismo que inunda medios y afición a partes iguales, porque de Ferrari no se puede esperar nada.
El escenario que nos ofreció Spa no invita precisamente al optimismo. Incluso yo lo reconocería si no fuera porque de la misma manera que el RB9 de Sebastian parecía tan sobrado como para meter 1 segundo por vuelta al Nano, podríamos argumentar que el asturiano jugó sus bazas el domingo pasado a proteger el motor de su F138 manteniéndolo bien refrigerado y a un régimen de vueltas holgado. Lamentablemente sólo sabemos que Fernando perdió 7 nuevos puntos, y aunque la cuenta entre él y Vettel parece abultada (46 de diferencia a favor del alemán), cabe recordar que en 2010 y a la salida de la cita belga, el español estaba a 41 de distancia de Lewis Hamilton, líder en aquel momento, para terminar disputando el título en Abu Dhabi desde la cabeza de la tabla, con 8 puntos de saldo sobre el aussie y 15 sobre Sebastian.
La diferencia entre 2010 y este 2013 que estamos sobrellevando de aquella manera, está en que a idéntico volumen de calendario (19 carreras), el Gran Premio de Bélgica era la decimotercera prueba entonces y este año ha sido la undécima. Quedan ocho asaltos, pulsos o como queramos llamarlo, en todo caso un universo de kilómetros y milésimas, como comentaba el otro día, y aquí tengo que decir que no me creo tanta idiotez como está saliendo de Maranello.
El F138 va bien y nada indica que no pueda ir mejor salvo ese cúmulo de sensaciones que dan a Red Bull como ganadora a mitad de temporada, sencillamente porque alguien ha decidido cambiar la baraja por no interferir en la competición, a resultas de lo cual, quien pedía en marzo el retorno de la propuesta de Pirelli de este año al escenario de 2012, se sorprende de que su chico matarécords haya logrado la victoria en Bélgica.
No nos engañemos. Hay opciones, claro que las hay. El aldabonazo que ha dado Ferrari a la FIA anunciando que a partir de Singapur, si las cosas no van lo suficientemente bien, se puede dedicar a otra cosa, seguro que ha recibido el pertinente acuse de recibo, y aunque sea pronto para decirlo, como de costumbre me tiro a la piscina sin saber si hay agua o está vacía, así que intuyo, porfío y rezo, sobre la posibilidad abierta de que Pirelli ablande sus gomas en Corea, Japón, India y Estados Unidos, garantizando así que siga habiendo espectáculo hasta Interlagos, porque de otra manera, el campeonato, la FIA y el FOM, se van a quedar en calzoncillos viendo cómo el niño, su niño, logra su cuarto campeonato consecutivo sin rivales.
¿Alguien se sorprende de lo que digo? ¡Bienvenidos a la Fórmula 1!
Os leo.
Esta temporada nos la prometíamos felices después de los chascos de 2010 y 2012, y mira tú por dónde, casi a mitad de sesión seguimos preguntándonos si hay espacio para la esperanza (surrealismo lo llamaría alguno), o en cambio, hay que sucumbir a la oleada de fatalismo que inunda medios y afición a partes iguales, porque de Ferrari no se puede esperar nada.
El escenario que nos ofreció Spa no invita precisamente al optimismo. Incluso yo lo reconocería si no fuera porque de la misma manera que el RB9 de Sebastian parecía tan sobrado como para meter 1 segundo por vuelta al Nano, podríamos argumentar que el asturiano jugó sus bazas el domingo pasado a proteger el motor de su F138 manteniéndolo bien refrigerado y a un régimen de vueltas holgado. Lamentablemente sólo sabemos que Fernando perdió 7 nuevos puntos, y aunque la cuenta entre él y Vettel parece abultada (46 de diferencia a favor del alemán), cabe recordar que en 2010 y a la salida de la cita belga, el español estaba a 41 de distancia de Lewis Hamilton, líder en aquel momento, para terminar disputando el título en Abu Dhabi desde la cabeza de la tabla, con 8 puntos de saldo sobre el aussie y 15 sobre Sebastian.
La diferencia entre 2010 y este 2013 que estamos sobrellevando de aquella manera, está en que a idéntico volumen de calendario (19 carreras), el Gran Premio de Bélgica era la decimotercera prueba entonces y este año ha sido la undécima. Quedan ocho asaltos, pulsos o como queramos llamarlo, en todo caso un universo de kilómetros y milésimas, como comentaba el otro día, y aquí tengo que decir que no me creo tanta idiotez como está saliendo de Maranello.
El F138 va bien y nada indica que no pueda ir mejor salvo ese cúmulo de sensaciones que dan a Red Bull como ganadora a mitad de temporada, sencillamente porque alguien ha decidido cambiar la baraja por no interferir en la competición, a resultas de lo cual, quien pedía en marzo el retorno de la propuesta de Pirelli de este año al escenario de 2012, se sorprende de que su chico matarécords haya logrado la victoria en Bélgica.
No nos engañemos. Hay opciones, claro que las hay. El aldabonazo que ha dado Ferrari a la FIA anunciando que a partir de Singapur, si las cosas no van lo suficientemente bien, se puede dedicar a otra cosa, seguro que ha recibido el pertinente acuse de recibo, y aunque sea pronto para decirlo, como de costumbre me tiro a la piscina sin saber si hay agua o está vacía, así que intuyo, porfío y rezo, sobre la posibilidad abierta de que Pirelli ablande sus gomas en Corea, Japón, India y Estados Unidos, garantizando así que siga habiendo espectáculo hasta Interlagos, porque de otra manera, el campeonato, la FIA y el FOM, se van a quedar en calzoncillos viendo cómo el niño, su niño, logra su cuarto campeonato consecutivo sin rivales.
¿Alguien se sorprende de lo que digo? ¡Bienvenidos a la Fórmula 1!
Os leo.
!!! Muchas felicidades a ti , a tu fantástico Blog y......yo aún confío en el destino : suerte Fernando !!!
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