Como algunos artistas, que siempre se empeñan en mostrarnos el lado
fotogénico [el bueno] de su rostro, nuestro amado deporte se empecina en
enseñarnos su cara amable como si fuésemos gilipollas.
Como he dicho un montón de veces aunque de pasada, soy de esos tipos que cuando no escribe sobre Fórmula 1, crea ficciones con lápiz y plumilla o con letras, y por fortuna puedo decir que fruto de mi experiencia albergo dudas razonables cuando se me brinda como solomillo una realidad sin erratas ni manchurrones.
¿No notáis nada raro? Pirelli se reúne con la FIA y nos ofrece una veracidad escrita por un tunante que no aguantaría en pie como guionista ni un episodio de Perdidos. La culpa de lo sucedido en Silverstone se debe a que los equipos han cambiado de lado las gomas asimétricas, razón por la cual, ante determinado tipo de tensiones, los compuestos no aguantaron. A renglón seguido los equipos no dicen ni mú y tragan con lo que les va a caer encima, nada menos que el retorno a las estructuras de kevlar que ya vimos en 2012, y todo ello en un tiempo récord, porque la milanesa, que no tenía tiempo para ofrecer una salida convincente entre Montmeló y el Gilles Villeneuve, que se ha hartado de decirnos que produce su gomas con antelación de semanas a los Grandes Premios, ha encontrado la forma de hacer suficientes ruedas como para servir a las escuderías en Nürburgring como quien dice en dos días, porque el descubrimiento del problema afloró ayer, el consenso se obtuvo ayer, y los entrenamientos de la prueba alemana se celebran mañana…
Demasiado perfecto, ¿no?, tanto que cabe pensárselo dos veces, o tres si acaso antes de dejar que el anzuelo resbale por nuestra garganta.
¿Tan malos son los compuestos italianos que hay que darles la vuelta para que funcionen correctamente? ¿Mercedes AMG sólo descubrió en los 1.000 kilómetros que hizo de tapadillo en Montmeló, que cambiando de lado las ruedas —cosa por otro lado que ya utilizó la de Brackley entre otros, días antes, en el Gran Premio de España—, bastaba para empezar a ganar carreras? ¿Pirelli no se dio cuenta o decidió mirar para otro lado? Cuando la italiana hablaba de volver al escenario de 2012, ¿ya tenía la fábrica a pleno rendimiento produciendo gomas duras by año pasado? ¿Lo de que hacen falta al menos 15 días para tener una remesa es trola, no? Y ya puestos, ¿cuántas mentiras más hay sueltas? ¿Dónde están las carcasas metálicas que no se vieron en Silverstone? ¿La asimetría es real o se basa en el efecto placebo? Y lo fundamental, ¿cómo coño se ha llegado a un consenso y a una solución tan rápidos?
¡Ay Dios, he llegado al punto de que no me creo nada pero lo acepto todo por el bien del espacio común! Pero si queréis mi opinión, os diré que pienso que la Fórmula 1 ha sufrido un auténtico golpe de estado osquestado desde dentro, que desde ayer nos está enseñando su cara amable, el lado bueno, el fotogénico, el vendible, y que basta mirar hacia adónde apunta el campeonato para comprender que más vale una sonrisa con carmín bien fotografiada, que llamar a las cosas por su nombre.
Estoy escuchando a Fangoria en su Dramas y Comedias, y no quiero terminar esta entrada sin compartir con vosotros su estribillo: ¿Que más da si todo es mentira? / ¿Que más da?, deja que me ría / ¿Que más da?, si al final el día… / ¿que más da?; va a acabar, igual.
Os leo.
Como he dicho un montón de veces aunque de pasada, soy de esos tipos que cuando no escribe sobre Fórmula 1, crea ficciones con lápiz y plumilla o con letras, y por fortuna puedo decir que fruto de mi experiencia albergo dudas razonables cuando se me brinda como solomillo una realidad sin erratas ni manchurrones.
¿No notáis nada raro? Pirelli se reúne con la FIA y nos ofrece una veracidad escrita por un tunante que no aguantaría en pie como guionista ni un episodio de Perdidos. La culpa de lo sucedido en Silverstone se debe a que los equipos han cambiado de lado las gomas asimétricas, razón por la cual, ante determinado tipo de tensiones, los compuestos no aguantaron. A renglón seguido los equipos no dicen ni mú y tragan con lo que les va a caer encima, nada menos que el retorno a las estructuras de kevlar que ya vimos en 2012, y todo ello en un tiempo récord, porque la milanesa, que no tenía tiempo para ofrecer una salida convincente entre Montmeló y el Gilles Villeneuve, que se ha hartado de decirnos que produce su gomas con antelación de semanas a los Grandes Premios, ha encontrado la forma de hacer suficientes ruedas como para servir a las escuderías en Nürburgring como quien dice en dos días, porque el descubrimiento del problema afloró ayer, el consenso se obtuvo ayer, y los entrenamientos de la prueba alemana se celebran mañana…
Demasiado perfecto, ¿no?, tanto que cabe pensárselo dos veces, o tres si acaso antes de dejar que el anzuelo resbale por nuestra garganta.
¿Tan malos son los compuestos italianos que hay que darles la vuelta para que funcionen correctamente? ¿Mercedes AMG sólo descubrió en los 1.000 kilómetros que hizo de tapadillo en Montmeló, que cambiando de lado las ruedas —cosa por otro lado que ya utilizó la de Brackley entre otros, días antes, en el Gran Premio de España—, bastaba para empezar a ganar carreras? ¿Pirelli no se dio cuenta o decidió mirar para otro lado? Cuando la italiana hablaba de volver al escenario de 2012, ¿ya tenía la fábrica a pleno rendimiento produciendo gomas duras by año pasado? ¿Lo de que hacen falta al menos 15 días para tener una remesa es trola, no? Y ya puestos, ¿cuántas mentiras más hay sueltas? ¿Dónde están las carcasas metálicas que no se vieron en Silverstone? ¿La asimetría es real o se basa en el efecto placebo? Y lo fundamental, ¿cómo coño se ha llegado a un consenso y a una solución tan rápidos?
¡Ay Dios, he llegado al punto de que no me creo nada pero lo acepto todo por el bien del espacio común! Pero si queréis mi opinión, os diré que pienso que la Fórmula 1 ha sufrido un auténtico golpe de estado osquestado desde dentro, que desde ayer nos está enseñando su cara amable, el lado bueno, el fotogénico, el vendible, y que basta mirar hacia adónde apunta el campeonato para comprender que más vale una sonrisa con carmín bien fotografiada, que llamar a las cosas por su nombre.
Estoy escuchando a Fangoria en su Dramas y Comedias, y no quiero terminar esta entrada sin compartir con vosotros su estribillo: ¿Que más da si todo es mentira? / ¿Que más da?, deja que me ría / ¿Que más da?, si al final el día… / ¿que más da?; va a acabar, igual.
Os leo.
Pues totalmente de acuerdo en todo. Punto por punto.Este año se han superando ampliamente en lo de darla con queso al personal. Es increible cómo todas las estructuras periodísticas especializadas y generalistas nos demuestran su asentimiento a todo lo que suelta esta gente por esa boquita cada día. Se echa de menos una beligerancia real con este circo, perdón, con esta cueva de Alí Babá, por parte de quienes tienen el poder verdadero para desentrañar la verdad y toda la verdad de lo que está pasando en este deporte, digo, negocio. (Después de Homeland estoy muy susceptible).
ResponderEliminarEsto es lo que hay, y no es nuevo, solo que esta vez es más evidente. Nos queda mirar el circo con ojos desapasionados para que no nos duela y cantar todos juntos : "¿Que más da?, si al final el día… / ¿que más da?; va a acabar, igual", O dejar de mirar y mandar a tomar por culo la bicicleta (perdón por el exabrupto, pero me tienen hasta los...) Saludos
ResponderEliminarplas, plas, plas,
ResponderEliminar¿Donde hay que firmar?
Esto es un poco como con lo de snowden y los nuevos métodos de espionaje al por mayor de estos grandes defensores de la democracia.
¡Vamos camino del Gulag, amigo!
Enhorabuena Jose!
ResponderEliminarEsta página es un referente y creo que el único sitio donde se dicen las cosas por su nombre.
Vamos a ver: en su comunicado Pirelli echaba la culpa a los equipos; que si presiones cambiadas, que si intercambio de ruedas, que si el cámber... Y por supuesto, que sus ruedas son seguras.
Y si son seguras, ¿por qué hay que cambiarlas? Como bien dices nos han etido una trola del tamaño de Manhattan y quieren que les estemos agradecidos "por velar por la seguridad".
Mañana pole de Mercedes.
Es lo que hay. Un abrazo!
Esto me recuerda a ese capítulo de “El lazarillo de Tormes” en el que se reparten un racimo de uvas y acuerdan cogerlas de una en una. De pronto el ciego pega un bastonazo al chaval y le acusa de cogerla s de tres en tres. ¿Cómo lo sabía si es ciego? Lázaro, porque yo las cogía de dos en dos y tu callabas.
ResponderEliminarPues eso. ¿Por qué los grandes del circo, historia viva del automovilismo, bla, bla, bla, tragan y tragan con tan descarados engaños? Porque por detrás las están cogiendo de tres en tres.
Lo que no veo tan claro es qué beneficio obtienen viendo los resultados al final.
Las gomas eran seguras hasta que comenzaron los equilibrios para contentar a los que no habían hecho el trabajo y veían que no tenían ese segundito-segundito y medio de colchón para que la mega estrella del dedo erecto consiga su cuarto entorchado, emulando a Prost y dejando atrás a Senna, en cabalgada hacia su compatriota Michael, ese gran deportista que volvió para hacernos vomitar cuando ya creíamos habernos librado de él.
ResponderEliminarEn el momento que vieron el potencial de Ferrari comenzó la presión que culmina en ....TACHÁN...las carcasas del pasado año, ni más ni menos, que decían los Chichos.
Cuando el Red Bull de Frigodedo concatene poles y victorias las gomas serán definitivamente seguras, porque esa es la única seguridad que buscan.
Lo mejor es la preocupación de Horner por la seguridad de Fernando, estoy sinceramente conmovido.