Si pretendiésemos entender lo que está sucediendo en el desencuentro
existente entre el RB9 y el calzado Pirelli para este año, deberíamos
quitarnos de la cabeza los problemas soportados con los compuestos en lo
que llevamos de temporada, por Mercedes AMG, Ferrari o Toro Rosso,
entre otros, porque Red Bull no ha sufrido delaminaciones ni mayor graining
que otros equipos en idénticas circunstancias. Y es que a la austriaca
le está fallando la elasticidad de las nuevas ruedas, su dulzura
intrínseca, esa propuesta arriesgada que abordó la milanesa para dar
espectáculo en 2013 y que está sonando a tiro por la culata en Milton
Keynes, porque el asunto de la carcasa blanda casa malamente con esa
necesidad que tienen los hijos de Adrian Newey de llevar unas
suspensiones duras, en aras de que la aerodinámica del monoplaza sea
totalmente eficiente.
Con vuestro permiso no me voy a entretener en explicaciones prolijas y
voy a ir al grano. El neumático de competición forma parte del sistema
de suspensión de los vehículos de Fórmula 1 porque asume una buena
cantidad de sus funciones, amén de seguir ayudando, obviamente, a que la
potencia del motor se traslade al suelo y a que gracias al rozamiento
con el asfalto, el coche avance.
Así las cosas, si hemos sabido
recientemente que Pirelli había cambiado la estructura de kevlar del año
pasado por una metálica para éste, es de recibo pensar que lo ha hecho
para favorecer el necesario trasvase de calor desde el exterior de la
rueda a su interior (el año pasado, las gomas tardaban lo suyo en
calentarse). El metal es mejor transmisor de calor que el kevlar, pero
también más elástico, de manera que a misma presión dentro de un
neumático, es posible pensar que habrá más superficie de contacto con el
suelo cuando éste rueda, lo que explicaría que los tiempos en
calificación sean sensiblemente más rápidos en 2013 que en 2012.
Otra cosa sucedería en carrera, porque una mayor superficie de
contacto con el suelo supone una mayor área para traccionar sí, pero
también para soportar tensiones laterales, etcétera, lo que arroja un
saldo que en el peor de los casos supone la aparición del graining,
la separación de la banda de rodadura de la carcasa (delaminación), o
incluso la rotura del neumático. En el mejor, un rápido desgaste que
deriva en una veloz caída de prestaciones…
Todas estas circunstancias que acabo de relatar, tanto las buenas
como las malas, se están dando este año, lo que me ahorra la necesidad
de aclarar por qué he pensado siempre que cuando Pirelli se refería a
unos compuestos más blandos para esta temporada, se estaba refiriendo a
que en su conjunto son más dúctiles o maleables que los de la sesión
pasada. Tal vez porque soy de letras y doy más importancia al valor de
las palabras, entiendo que dúctil no es lo mismo que blando, y de aquí
que piense que esta nueva propiedad de los compuestos PZero de Pirelli,
son los que están amargando la fiesta en Milton Keynes.
Llegados a este punto, si comprendemos el neumático de competición en
Fórmula 1, además de como un componente que favorece la tracción y la
estabilidad como la parte más extrema del sistema de suspensión, por muy
duros que sean los tarados mecánicos del mismo, las gomas van a suponer
siempre el Talón de Aquiles de la configuración idónea aunque no se
rompan, delaminen o descompongan, pues al resultar muy maleables,
dúctiles o como queramos llamarlo, tarde o temprano acabarán perdiendo
consistencia y por tanto, afectarán inevitablemente al comportamiento
aerodinámico del monoplaza que los utiliza.
Y aquí entra Red Bull, cómoda con compuestos más uniformes y
previsibles, pero tremendamente vulnerable ante las posibles variables
que afectan al RB9 cuando sus supensiones no son lo suficientemente
duras.
Yo creo que hay algo más. Otros intereses, porque no acabo de entender este ataque continuo a Pirelli, y eso que van líderes.
ResponderEliminarSusana
Me encanta el título del artículo, Aquiles tenía un talón y Bartolo tenía una flauta.
ResponderEliminarEs que no paran, ayer leía un artículo sobre unas declaraciones de no se quien hablando de que tenían que empezar a aprender a perder, que no siempre las cosas les iban a ir de cara. Pero esto es difícil cuando tu negocio es vender estimulantes embotellados y no vehículos de motor.
De todas maneras, si RB consigue atrasar el centro de gravedad del RB9, Vet se sentirá más cómodo y volverá a batir a Web y así ya se podrá comparar la trayectoria en los últimos años de Vet/Web y anunciar a los cuatro vientos que Vet sigue siendo el mejor ... de Red Bull.
Saludos
¿Y cómo es que son capaces de hacer un doblete?.¿O liderar holgadamente los campeonatos?. Algunos, después de perder el título, se han puesto a trabajar duramente para el siguiente. Otros, después de ganarlo, se han dormido en sus desarrollos y prefieren el camino de los despachos para seguir haciendo historia.Que trabajen más y se dejen de gomas y banderas amarillas.
ResponderEliminarJose
ResponderEliminarUn artículo que te da la razón en cuanto a la dureza de las suspensiones. Muchas veces nos has explicado que el RB necesita duras delante y blandas detrás para que el coche pueda hacer un balanceo aerodinámico con la nose como eje.
http://www.vozpopuli.com/deportes/25719-cuanto-mas-llora-vettel-por-los-neumaticos-menos-caso-le-hace-pirelli
Saludos
Si es que ya en pretemporada se comentó que estos neumáticos duraban muy poco. Es obvio que fue entonces cuando unos equipos se dieron cuenta de la importancia de tratarlos bien y otros equipos pensaron que el problema se arreglaría solo y se dedicaron a mejorar otras partes del coche. Una cosa llevó a otra y ahora estamos donde estamos.
ResponderEliminarPuede ser gracioso que el gurú de la aerodinámica pueda ser derrotado por unos simples compuestos de caucho...
Un abrazo!