A pesar de la inusual tranquilidad mostrada por el asturiano a
comienzos de esta temporada, Fernando tiene ante sí una tarea complicada
en la cita que reabre el calendario este próximo fin de semana en
China.
Perdidos unos sabrosos puntos al verse obligado a abandonar en Sepang
por rotura del alerón delantero de su F138, el bicampeón navega en la
actualidad en la sexta posición de la tabla del Mundial de Pilotos, por
detrás de todos los pesos pesados de la parrilla y de su propio
compañero Felipe Massa (5º), y por tanto, necesita imperiosamente
enmendar la situación antes de que termine la gira asiática que se
cierra con el Gran Premio de Bahrein, que se celebrará el próximo 21 de
abril, siete días después de que El Circo abandone Shanghai.
En este sentido, un rápido vistazo a los
rivales del de Oviedo nos permite observar inmediatamente que Red Bull
no tiene por qué deslucir su última actuación en Malasia con una réplica
de lo que pudimos en en Australia. El asfalto de Shanghai puede ofrecer
dentro de unos días y con casi total seguridad, ya que el pronóstico
meteorológico propone calor y ausencia de agua, un terreno abonado para
que los RB9 vuelvan a demostrar su enorme calidad sobre piso seco,
posibilidad a la que sin duda ayudará esa gama media
(neumáticos blandos y medios) que Pirelli ha trasladado hasta suelo
asiático, y que al menos en lo que respecta a las gomas de distintivo
blanco, se puede decir que se llevan de cine con el RS27 Renault que
llevan en sus entrañas los coches austriacos, a pesar de que ahora se
denominen Infiniti.
En el caso de Lotus, estamos ante tres cuartos de lo mismo, aunque
con el agravante de que Kimi Raikkonen (segundo en la general, detrás de
Sebastian Vettel) pasa por ser uno de los pilotos que con mayor mimo
trata los compuestos de su vehículo. Por fortuna para el asturiano, las
mismas circuntancias que parecen beneficiar a la de Milton Keynes y a la
de Enstone, pueden lastrar el comportamiento de monoplazas de los
chicos de Brackley, hasta el punto de que a priori parece
descabellado pensar en que Nico Rosberg pueda volver a ganar en
Shanghai, como ocurriera el año pasado, aunque Lewis Hamilton y su
Mercedes AMG, parecen una apuesta segura en calificación, ya que el W04
sigue siendo muy rápido a una vuelta.
Descartados 4 de los 5 oponentes principales (el hijo de Keke está
séptimo, justo por detrás de Fernando), nos queda integrar en la
ecuación a Felipe Massa, quien llega a China sintiéndose bien consigo mismo y seguramente, con ganas de seguir así al final de la prueba…
El paulista ha calificado bien en Melbourne y Sepang, vuelve a
encontrarse cómodo en calificación, y a mi modo de ver va a ser el
principal escollo que tiene que resolver el Nano para encarar el Gran
Premio de China, porque el brasileño ya ha demostrado suficientemente
que no está por la labor de regalar nada al español en las salidas y
primeras vueltas de las pocas carreras celebradas, de forma que la mejor
manera que tendría Alonso de quitárselo de encima sería
cortando por los sano y desde el mismo sábado, quién sabe si afinando un
poco más el F138 que conduce para batir el crono, sacrificando algo de
sus prestaciones en carrera, eso sí, y es que esta modalidad menos
agresiva a la hora de buscar hueco en la parrilla que lleva mostrando
Fernando desde el año pasado, resulta el eslabón más frágil de la
cadena.
Sea como fuere, la máquina italiana parece disponer de capacidad
suficiente como para que Fernando comience a sentenciar las pruebas
desde el día anterior a las mismas. El Nano necesita algo más de
comodidad para gestionar adecuadamente sus opciones en carrera, y no se
me ocurre un momento más adecuado para comenzar a encontrarla que
Shanghai, un circuito amplio, técnico e inteligente que lo mismo
encumbra a héroes que hace de cementerio de cobardes. ¿Quién dijo miedo?
Tres semanas después del affaire multi 21 conviene detenerse un momento en el otro hecho que quedó eclipsado por la guerra interna de Red Bull, y es las órdenes de equipo que se dieron y cumplieron en Mercedes. Ese día quedó meridianamente claro, se diga lo que se diga, que en los equipos, por lo menos entre los potentes, hay un número uno y un escudero, le joda a quien le joda. ¿En qué cabeza cabe que Mercedes, por poner un ejemplo, fiche a Hamilton por más de veinte millones de euros al año para que se bata el cobre con un Rosberg que cobrará, a lo sumo, la mitad o un tercio?
ResponderEliminarLas empresas, por lo menos las que funcionan con criterios empresariales y comerciales serios, gustan de rentabilizar sus inversiones. Rosberg no tiene el tirón que tiene Hamilton. En ningún aspecto. Webber no tiene el tirón de Vettel, ni Massa el que tiene Alonso. A ello hay que sumar los títulos mundiales que suman los number one.
¿De verdad alguien puede creer que Red Bull está descontento de los resultados del pasado Gran Premio?
Lo que pasa que Red Bull tiene que disimular porque lo que practican no casa bien con lo que predican.
Si realmente hubieran querido que Webber ganara no le habrían metido a cambiar neumáticos con dos vueltas de antelación para que su compañero, con los neumáticos ya en temperatura, le cazara. Ni hubieran dado órdenes a Webber para que bajara el ritmo, órdenes que no dieron a Vettel.
Es tan obvio...