«Si nos dedicamos a trabajar únicamente en el motor para aumentar
la velocidad en un 1%, tal vez nos tome tres o cuatro años y cueste
muchísimo, pero si se recurre al túnel de viento podemos tener ese mismo
resultado en mucho menos tiempo.»
Aunque por su calado parezca atribuible a Enzo Ferrari, la frase que
abre esta entrada es de Mike Gascoigne, y aunque ya la utilicé en tiempo
cercano a haber sido pronunciada, allá como a comienzos de 2011,
lamentablemente para nosotros sigue disfrutando de plena vigencia,
porque señala con el dedo la pesada realidad que vive nuestro deporte,
una ecuación que en vez de resolverse vía excelencia, lo hace a través de un atajo que prima el rendimiento económico sobre otro tipo de condicionantes.
No parece momento de volver a insistir
sobre lo peligroso que resulta que la aerodinámica haya solapado hasta
casi erradicar por completo, valores tradicionales de la competición del
motor que hasta no hace tanto, respondían desde perspectivas y
soluciones diferentes, a veces opuestas, a que la igualdad
sobre el asfalto resultara poliédrica y por ello mucho más atractiva que
en la actualidad. Pero sí resulta interesante, o me lo parece, indicir
en la aplastante omnipresencia de la aerodinámica en la F1 de comienzos
del siglo XXI, por explicar por qué hemos llegado a un escenario en el
que los neumáticos se han convertido en el eje sobre el que pivota la
práctica totalidad de la actividad deportiva.
Con plataformas propulsoras prácticamente similares; con una
electrónica democratizada hasta el extremo y controlada por una
centralita igual en todos los vehículos; con una disciplina aerodinámica
que tiende a encontrar parecidas soluciones si trabaja a partir de
datos razonablemente idénticos; con una normativa que impide que la
creatividad plantee auténticas alternativas a lo ya existente, las
prestaciones puras que antes dependían de factores mecánicos o de diseño
descansan ahora sobre la oferta de rendimientos que ofrece la gama de compuestos propuesta por el proveedor de gomas.
Tengo que reconocer que la pobreza de miras que rodea la F1
me parece tremendamente perjucidial para el propio deporte y por ende
para a afición que lo soporta, porque resulta muy distorsionante en un
escenario en el cual y de manera inevitable, comparamos lo que tenemos
con lo que había, cuando ésto y aquéllo se parecen muy poco o nada.
Obviamente, el actual escenario, dominado por una igualdad totalmente
artificial pero muy económica para equipos, Federación y agentes
explotadores, explica a la perfección perversiones como el DRS (solución
aerodinámica donde las haya), y como decía antes, también la
importancia extrema que a mi modo de ver tienen las ruedas, porque sin
el concurso de éstas, el otro, o ambas sandeces juntas, el espectáculo
respondería religiosamente a la calidad de sus ingredientes, resultando
por tanto tremendamente soso.
No quiero aburriros. Como hago todos los años una o dos veces para
que no se me olvide, quiero aprovechar esta tarde para recordar que en
aras de resolver tanto enigma como rodea la sempiterna e infructuosa
búsqueda de espectáculo por parte de la FIA, la FOTA y el FOM, bastaría
con que se arrinconara un poco el miedo que hay a que la libertad aflore
en todos los sentidos. Regularla es sencillo, con establecer límites
generales para todos los órdenes de la competición —desde los
presupuestarios a los técnicos—, y velar después por que se cumplan
escrupulosamente, la creatividad haría el resto, y entonces sí, entonces
sería incluso factible comparar a nuestros campeones con los de antaño.
Pero mientras nadie se atreva a poner ese cascabel al gato porque lo
que hay es lo más cómodo, permitidme que siga mostrándome reacio a
tragar con un espectáculo lineal que sólo produce monstruos.
Paul Hembery: "La diferencia entre los compuestos de 2012 y 2013 provocarán un fuerte efecto sobre la aerodinámica de los coches y los equipos tienen que trabajar para resolver este problema".
ResponderEliminarSi esto no es un cachondeo…
http://www.f1aldia.com/17173/neumaticos-pirelli-2013-mas-agresivos/
¡Saludos al anfitrión y a los invitados!
lo de los dos ultimos años, volvera a pasar, el que de realmente el mundial sera: ............ tachannnnnnnnnnnnnnnnn...............
ResponderEliminar"MIERDELLI", vaya gualtraperia de neumaticos, y que nos los quieran vender como una parte de la excelencia que es la f1 para el mundo del motor............ :(