El señor no tan mayor

El año que viene me quedo sin mi Caperucita Feroz. Ya es oficial, Michael Schumacher se retira definitivamente en cuanto termine esta temporada y tras mi forzada ausencia (otro día os lo cuento), me ha dado un poco de lástima encontrarme con un montón de lugares comunes tratando de explicar por qué el Kaiser nos deja sin un villano —de los que ya no quedan— que llevarnos a la boca.

Sí, Michael está metidito en años y su retorno supuso un salto mortal sin red. Podría ser también, que Mercedes, ese proyecto que parece el holandés errante, haya fallado estrepitosamente mientras ha utilizado al heptcampeón del mundo como gusana para su anzuelo…

Schumacher no es santo de mi devoción, pero es alguien a quien respeto, sobre todo después de haberse atrevido a llamar a las cosas por su nombre en esta F1 que ha perdido el alma mientras camina en pos del espectáculo y sólo el espectáculo. Y es que me apetece resaltar que ha sido el único que ha llamado mierda a las Pirelli, afirmando a renglón seguido, que resulta difícil ser el más rápido corriendo para conservar las gomas.

Ocurrió hace meses, desde luego, pero sucedió, lo que nos pone en que Michael es el antagonista natural de tipos como Sergio Pérez, el más claro exponente de la nueva hornada de guerreros que se conforman con luchar con katanas de plástico, y qué diablos, que las manejan de perlas al fin y al cabo, hasta el punto de pasar por diestros samurais a quienes el bushido impedía desenvainar el arma si no era para que se tiñera de rojo.

¿Pero cómo diablos manchas de sangre un juguete que no corta, que carece de filo, que no hiere y que no mata…? Aquí entra Michael, a quien todas las espadas se le han roto por utilizarlas como se hacía antaño, por creer que esta F1 se parecía a la que dejó hace unos pocos años. Por entender, en una palabra, que todo esto seguía siendo una cosa de hombres en la cual los niños se abrían paso a base de recibir mamporros y tajos. Aquí ha fallado Schumacher y hay que reconocerlo.

El Kaiser ha doblado la rodilla por no saber mostrarse suficientemente adaptativo y eficiente, como Vettel, Alonso, Webber, Button o incluso Hamilton. Ha preferido ser roca en vez de junco y así le ha ido en un mundo que no perdona que no entiendas de qué va la partida, de manera que sin querer o queriendo, se ha sumido en la misma historia que se está tragando a Kobayashi y se ha llevado por delante a Massa, por poner dos sencillos ejemplos a mano. Por no entender, en definitiva, que en la actual F1, quien lucha, claudica porque los neumáticos pierden temple en la batalla…

Es una cuestión de verlo, lo reconozco, pero a lo mejor el señor mayor, como se han apuntado a llamarle algunos, es a día de hoy el tipo más joven de la parrilla, y tal vez por ello, Pirelli, la de las mierdas, le ha hecho una oferta para que trabaje en el desarrollo de sus neumáticos… ¿Quién coño sabe cómo acabará todo?

Os leo.

[Publicado en Diariomotor]