Aunque el ecuador de la temporada se superará una vez haya concluido
el G.P. de Alemania (22 de julio, décima prueba natural del calendario),
por fortuna el paddock no ha parado de moverse como si
hubiésemos dado inicio a la sesión quien dice a la vuelta de la esquina,
de forma que a diferencia de otros años, 2012 parece más una montaña
rusa que otra cosa. Así, entre pitos y flautas, entre sinvivires y
fortunas, Silverstone ya asoma las orejas en el horizonte, para celebrar
los 62 tacos que lleva todo esto en pie y para permitirnos descubrir de
nuevo, por si lo habíamos olvidado, que los mejores campeonatos son
aquellos que proponen mayor número de alternativas, y que los demás,
sencillamente se olvidan con demasiada facilidad. Pero este año, además,
el G.P. de Gran Bretaña viene a evidenciar testarudamente, que la
historia tiene sus normas y que los grandes se han ganado un puesto en
ella precisamente por estar siempre o casi siempre en cabeza.
Ahí están McLaren y Ferrari, peleando esta vez con Red Bull, con una
Lotus que no es la Lotus que algunos recordamos, como invitada con
opciones; y sin querer o queriendo, las cuatro escuderías forman parte
de la candidatura oficial a llevarse el gato al agua después del proceso
de destilación sufrido durante las ocho carreras disputadas. También
está Mercedes AMG, pero ligeramente descolgada, y tras ella, se aprietan
los integrantes del elenco que luchan por el puesto de sideshow Bob…
El caso es que después del soberbio meneo
que metió Red Bull a sus rivales en Valencia, al menos mientras el RB8
de Vettel se mantuvo en pista, han saltado las alarmas y ya hay quien ve
que se nos avecina una réplica de lo sucedido durante 2011, y aunque no
soy quien para llevar la contraria a nadie, entre otras cosas porque en
el fondo entiendo tanta prevención (el gato escaldado del agua fría huye), me temo que hasta en esto hay que cambiar de modo de lectura,
porque en 2012, la lucha cerrada a la que hemos asistido ha originado
un escenario en el cual nadie puede permitirse el lujo de bajar los
brazos —en cierto modo estamos ante una temporada similar a la de 2008, y
conviene recordar que aquel año, BMW-Sauber, precisamente por ser
extremadamente cauta o por leer mal el terreno que pisaba, como
prefiráis, dejó a Robert Kubica sin posibilidad alguna de luchar por el
mundial de pilotos más triste de la historia, aquél que el polaco tuvo
ciertamente a tiro y que desaprovechó porque su escudería había arrojado
la toalla, precipitadamante y sin base real para hacerlo—.
A lo que iba. Ante la muestra de señorío mostrada por la de
Milton Keynes durante el G.P. de Europa, entiendo que Ferrari, McLaren y
Lotus, lejos de sentirse acomplejadas se habrán puesto las pilas, cada
una de ellas dentro de sus posibilidades, obviamente, pero conscientes
de que dar aire a la austriaca puede resultar más peligroso que
plantarle cara. Por tanto, no se trata de aplicar aquello de más se perdió en Cuba, sino de atender a lo que viene siendo la constante de esta temporada: en río revuelto, ganancia de pescadores.
Pirelli puede endurecer sus compuestos. Red Bull puede haber acertado
con sus últimas modificaciones. Lotus puede aguantar el trallazo.
McLaren puede encontrar el camino. Ferrari puede seguir evolucionando el
F2012… Demasiados puede para dar el asunto por zanjado, no sé si me seguís.
En este sentido, conviene recordar que precisamente la de Horner es
la que nos ofrece el mejor ejemplo de lo que puede suceder de aquí a que
termine todo, porque la escudería austriaca, muy por encima de lo
mostrado por sus competidoras, ha resuelto sus propias dudas a base de
propuestas a cada cual más innovadora.Parche tras parche implementado
sobre el RB8, la de Newey lidera la tabla de constructores y tiene a uno
de sus hombres (Webber) como segundo en la de pilotos, a tan solo 20
puntos de Alonso, y al otro (Vettel), ocupando la cuarta plaza,
inmediatamente detrás de Hamilton. Sin duda, todo ello resulta un bonito
saldo para tanto esfuerzo como ha sido desplegado en Milton Keynes.
Pues bien, McLaren no ha rendido la rodilla, ni se la espera; y Ferrari
sigue la senda elegida, avanzando a poquitos en vez de a grandes pasos,
pero avanzando, que es lo que queda. Y Lotus… Pues Lotus, será la que
vemos hasta que aguante su caja de caudales, Dios quiera que mucho.
Termino. Red Bull no es el coco de temporadas anteriores, está
resolviendo sus problemas como buenamente puede, lo que la pone a tiro
de la de Woking y la de Maranello. Sí, intuyo que hay vida más allá de
la muerte, sobre todo si ésta es prematura y comienza en Silverstone,
precisamente.
Este campeonato no será solo una lucha de monoplazas sino que estamos disfrutando un duro combate mental entre los distintos contendientes. No todo es fiabilidad, aerodinámica y motor.
ResponderEliminarKing Crimson
Estoy con King Crimson en su apreciación. Y cada GP que pasa aumenta mi sensación de que Pirelli está haciendo más bien que mal por un campeonato regido por unas limitaciones técnicas que tienden a la igualación de monoplazas cada vez más. Y sí, este año estamos viendo una dimensión psicológica del deporte que se echaba de menos en la F1, y que espero llegue hasta el final del cto.Saludos
ResponderEliminarMe temo que ni siquiera un gato se puede escaldar con agua fría.
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