jueves, 15 de marzo de 2012

Ésta es una de ésas


El próximo invitado al Voight-Kampf test merecía que este blog le recibiera por todo lo alto, y puesto que por cuestiones diversas había perdido tono muscular durante los dos meses recién pasados, desde comienzos de éste ando buscando los mejores cronos como un desesperado, razón por la cual miro las telemetrías, las estudio, y las repaso de nuevo para hacer propósito de enmienda de cara a mejorarlas al día siguiente.

En esto estaba metido este mediodía cuando he caído en la cuenta de que no había hablado todavía del vigente campeón del mundo salvo para salpimetar con su figura y nombre algunas entradas.

El hecho en sí supone una memez como la copa de un pino, a fin y a cuentas uno es libre de hablar de lo que quiera, pero me delata, y eso me molesta porque significa que permanezco impermeable a la sinergia generada alrededor del bicampeón más joven de la historia, un tipo que me gustaba lo indecible hasta que dejó de hacerlo porque dejé de verlo como lo veía antes, lo que viene a decir que una de dos, que o me he vuelto más insensible de lo que querría o que soy más terco que una mula, cosa que ya sabía pero que tampoco mejora el panorama.

Total, que me he puesto las pilas para enmendar mi olvido y a la hora de indagar por ahí no es que haya encontrado mucho. Se le da por campeón por tercer año consecutivo desconociendo qué sensaciones le ha ofrecido el RB8, aunque sabemos que su nuevo monoplaza ha sido bautizado como Abbey. Desconocemos completamente cuál es el montante de su relación con Webber, qué le siguen susurrando al oído Marko y Horner, o que expectativas tiene si la cosa se tuerce, que podría torcerse como se torcieron para Red Bull los últimos días de pruebas en Barcelona, y poco más, como decía antes, lo que resulta un saldo bastante rácano de contenidos que contrasta con la sensación de supremacía aérea que se le otorga de salida, porque lo normal sería que a los campeones del mundo se les asara a preguntas, al menos como se asa con ellas a los pilotos de una Ferrari que en las apuestas no pasa del cuarto puesto en la general, y con suerte, por aquello de destilar sabrosas informaciones con las que a los aficionados se nos abriría aún más el apetito.

Tal estado de cosas me lleva a pensar que Sebastian sigue envuelto en el muro de protección que su equipo ha levantado a su alrededor tantas y tantas veces, lo que ni está bien ni está mal, entendámonos, porque de alzar el pabellón de la chance de Red Bull y mantenerlo bien alto para este año, siguen encargándose su coche y Newey.

Sí, sobre el RB8 hay toneladas de material al que hincar el diente, la mayoría con contenido favorable, lo que nos pone en que si Dios no lo remedia, para mediados de temporada volveremos a cruzar los sables en esos eternos y estériles debates que se originan sobre si Vettel es grande debido a su monoplaza o es el alemán quien hace grande a su trasto, o acaso si resultará pequeño por las carencias de su vehículo o porque el RB8 ha salido peor que el RB7 y RB6...

En fin, esta entrada de hoy es una de esas en las que las preguntas que me hago ganan por los puntos a las respuestas, porque en el fondo, Sebastian Vettel me sigue pareciendo una incógnita que me gustaría desvelar, viéndole luchar realmente en las carreras, ya sea ganando o sufriendo en la montonera.

Ya veis, me conformo con bien poco.

2 comentarios:

  1. Hola Jose,

    Pues que a mí me pasa lo mismo. No me dice nada, ni siquiera siendo doble campeón del mundo. Porque por más que analizo sus carreras y leo con detenimiento (despaciosidad, que dirían los taurinos) lo que Don David Plaza siempre tiene a bien escribir haciendo valer sus méritos. Porque a pesar de eso, digo, siempre encuentro "factores externos" que han contribuido a sus éxitos. Pero el año pasado no se si llegó a cometer tres fallos en toda la temporada... jodó, que eso, que empiece ya, que se nos va a freir el tiesto y, oyes ¿qué dejaríamos entonces para el alzeheimer? Espero que el baño que hemos visto en la Catedral ayude a llegar a las dos y media. Puffff...

    Un saludo,

    ABB

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  2. Yo también tengo preguntas.
    ¿”Abbey”? ¿Sin adjetivos? ¿De la provocación pornográfica irredenta y continuada pasamos a la Abadía?
    ¡Pues si que cambian las cosas, si!

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