La apuesta segura

Estoy de enhorabuena. Por un lado, he llegado a los límites de la zona noble de mi estudio (estoy de mudanza), y mañana puedo meterme a escarbar en los diferentes estratos que se han ido formando con el paso de los años, pecata minuta, como diría aquél; y por otro, acabo de visionar al gran Toni Cuquerela, gracias a Homero, de Formula F1, explicando a Antonio Lobato y a los aficionados en qué consisten los Escapes Sopladores y los mapa/motor, y ha mencionado que los dichosos escapes sirven para direccionar los flujos laterales del vehículo, lo que acarrea diferentes comportamientos del difusor. Vamos, que no andaba yo descaminado con las idas de olla que he compartido con vosotros estas semanas pasadas, ni siquiera, me temo, con lo del R31 y la lanza térmica.

Dicho esto, puesto que no he tenido tiempo de dibujar nada para la serie Enigma, aprovechando que el fin de semana ha sido rico en acontecimientos deportivos y extradeportivos, voy a aprovechar para apretar las gomas a nuestros queridos medios, porque hay quien todavía sigue con la cantinela de las dudas que sobrevuelan a Ferrari, poniendo esta vez en cautela la victoria del asturiano hasta que se certifique en Alemania que el F150th Italia ha resuelto definitivamente los hipotéticos problemas que sufría hasta el momento.

Que yo sepa, el coche italiano sigue llevando un sistema de suspensiones traseras distinto al modelo estandarizado por Red Bull y que copia prácticamente toda la parrilla, incluyendo McLaren, y como Fry ha tenido muy poquito tiempo para enmendar lo ejecutado por Costa, ya hay quien ha desempolvado la figura de Byrne para justificar el supuesto milagro acaecido en Gran Bretaña...

Milagro, milagro, lo que se dice milagro, el único que veo es la pertinaz ceguera que despliega parte de nuestra prensa, porque de las nueve carreras disputadas, tres han sido ganadas por vehículos diferentes a Red Bull y en los dos casos en que lo hiciera McLaren (Hamilton en China, y Button en Canadá), nadie tuvo la ocurrencia de poner en cautela nada, sino muy al contrario, se valoró positivamente el esfuerzo de Woking al convertir su camión de pretemporada en un monoplaza ganador.

El caso es que la británica lleva dos pruebas desaparecida del mapa y en Silverstone, donde Ferrari iba a morder el polvo de mala manera, donde iba a mostrar sus profundas carencias, donde... Pues eso, que la victoria de la de Maranello ha pillado a más de uno con el pie cambiado, y en estos casos no hay nada mejor que recurrir al viejo truco de sembrar el terreno de dudas mientras se gana un tiempo precisoso (dos semanas, entre unas cosas y otras,) puesto que si Nürburgring tiñe su podio de rosso, ya se saldrá por algún lado; y si no ocurre, bastará con recordar las reservas que se han enarbolado a cuenta de lo sucedido en Gran Bretaña, para quedar como unos perfectos señores.

Nada nuevo bajo el sol. Hablar de Ferrari es siempre una apuesta segura, y es que en el fondo, si no existiera La Scuderia habría que inventarla, porque hay quien no sabe hablar de otra cosa. Por cierto, ¿alguien conoce qué le pasa a McLaren?