sábado, 19 de marzo de 2011

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Este título no es original, replica la llamada que hace Hispania HRT desde los laterales del alerón delantero de sus vehículos para que algún patrocinador la sustituya por una marca publicitaria, y lo he utilizado porque mal que queramos y nos pese, desde que Colin Chapman disfrazó sus Lotus 49B de cajetillas de tabaco se acabó aquello de hablar sólo de deporte en referencia a la F1.

Incluso la tradición Ferrari terminó cayendo en la servidumbre de compartir vitola por unos miserables dólares (Marlboro), así que no creo que quepa rasgarse las vestiduras ante una realidad a día de hoy indiscutible, que sin embargo ha originado que creamos ver lo que en realidad no vemos y que hayamos dejado de percibir lo que nunca debimos perder de vista.

Viene todo esto a cuenta de una magnífica entrada de Carlos Castellá en la que a mi humilde modo de entender se delata el oscurantismo que rodea estos pases de modelos en que se han convertido las pretemporadas, y de los que resulta imposible entresacar conclusión alguna por aplastante ausencia de datos.

Si hace años resultaba posible que un periodista se paseara por el paddock rozando casi los vehículos, hoy la tarea de informar ha dejado de participar de lo estríctamente empírico, del contacto, de lo palpable, para convertirse en puramente virtual, y así hay que estar realmente loco para arriesgarse a afirmar o negar rotundamente algo. ¿Qué estrategia de combustible lleva éste o aquél coche? ¿Qué coño está probando un piloto o su compañero? ¿Esta pieza o aquella otra, para qué están siendo utilizadas; qué se busca con ellas; qué tratan de evaluar los ingenieros al utilizarlas...?

Así, leer los tiempos que arroja cada sesión supone algo parecido a abrir la paginas amarillas y despachar un rato, porque las variables que afectan a cada resultado son absolutamente desconocidas.

Quedan las sensaciones personales, obviamente, y en este orden de cosas cabe decir que si para gustos son los colores, resulta poco serio decantarse por uno de ellos en base a unos datos que permiten mil y una valoraciones porque descansan a su vez, en mil y una incógnitas que jamás podremos resolver y ante las cuales conviene cogerse aquello con papel de fumar. También queda el instinto cultivado, el criterio y esas cosas que diferencian a un buen periodista de otro más vulgarote, pero ¡qué coño, con el cinturón de hierro que hay montado en los garajes, a ver quién desenfunda primero!

¿Y qué tenemos? Pues como he comentado más arriba, al término de las pretemporadas hemos disfrutado de un precioso desfile de modelos en el cual quien tiene patrocinador lo enseña, y quien no lo tiene, lo busca; mientras uno y otro, en realidad todos, apuran los últimos minutos antes del examen.

El resto: conjeturas.

4 comentarios:

  1. por eso creo en carreras extracampeonato más que en entrenamientos. por lo menos el que pasea más rápido se lleva el cariño de los ignorantes aquí detrás de las pantallas.

    quiero un GP en Trípoli, extacampeonato. aprovechando que los chicos están abriendo agujeros podríamos mandar a Tilke a construirnos un pastel en pleno bombardeo...quien sabe, tenemos suerte

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  2. Buenas tardes.

    Luis ;) Ahí también estamos, la verdad, que quien aparenta vapulear a los rivales en la pasarela sale con un bonus en la primera carrera XDDDDD

    En cuanto a lo de Trípoli, no lo digas muy alto que Bernie coge el recado al vuelo y manda a Hermann con los marines para que vaya tomando medidas XDDDD

    Un abrazote, compañero ;)

    Jose

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  3. Es cierto que estos tests están rodeados de un oscurantismo "in crescendo" : biombos, murallas humanas tapando los coches, pistas para despistar y, en general, un desconociemiento tremendo por parte de los asistentes y periodistas sobre lo que se está probando, con cuánto combustible se cotrre, qué parámetros se están midiendo, etc., etc., pero sí es también cierto que nos marcan una dirección de por dónde pueden ir los tiros. Por lo demás, completamente de acuerdo en que se va a la caza del sponsor.
    Un besote

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  4. Buenas noches.

    Concha ;) Más que consistir sólo en la caza del sponsor, creo que la escenificación del esfuerzo publicitario es en cierto modo el eje de las pretemporadas XDDDDD

    Un besote ;)

    Jose

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