A pesar de las apariencias y de los buenos resultados cosechados en Mónaco, donde Kubica terminaba en el último cajón del podio y Petrov no terminaba por los pelos, Renault todavía tiene por delante la papeleta de demostrar que está madura para desenvolverse en circuitos rápidos, de la idéntica manera a como ha venido haciendo en trazados menos exigentes con la velocidad punta.
Las mejoras implementadas en el motor RS27 deberían ser suficientes para presentar batalla a Ferrari y Mercedes (proveedor de Force India, McLaren y Mercedes GP), por lo que Turquía se presenta como la primera oportunidad de mostrar hasta dónde se ha llegado en la búsqueda de mejores rendimientos para el propulsor francés, lo que unido a la corta batalla del R30 llena el escenario inmediato de algunas incógnitas que deberían resolverse en calificación, porque en caso contrario, la gala puede verse superada por coches más adecuados a la pista turca que el heredero del ornitorrinco.
En referencia a lo comentado con ocasión de los prolegómenos de Mónaco, resulta evidente que Renault disfruta de una ventaja que puede gestionar perfectamente para defender hasta mitad de temporada el 5º puesto que ocupa en la tabla de constructores.
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