Williams sacaba la cabeza en Albert Park gracias a la correosa actuación de Rubens Barrichello, quien fue capaz de llevar su monoplaza hasta la octava plaza (última puntuable según el sistema vigente el año pasado, no lo olvidemos), en solitario, debido a que lamentablemente Hulkenberg se veía obligado a abandonar al verse envuelto en el desafortunado indicente orginado por el Sauber de Kobayashi.
Pero aunque el saldo parece bastante rácano (está por detrás de Force India en la general de constructores), Williams demostró en Australia que su vehículo es bastante más flexible de lo que se me antojaba, ya que pudo defenderse y atacar en manos del piloto brasileño, a pesar de las dudas que todavía sobrevuelan el rendimiento del propulsor Cosworth. Dicho esto, Sepang se presenta como una reválida donde certificar que la plataforma es solvente y que el motor responde, pues es un circuito que requiere una carga alar de tipo medio alto, y el trazado, en su conjunto, es bastante exigente con la mecánica.
En relación a lo comentado con anterioridad al G.P. de Australia, lamentablemente la perspectiva no ha cambiado en absoluto.
Pero aunque el saldo parece bastante rácano (está por detrás de Force India en la general de constructores), Williams demostró en Australia que su vehículo es bastante más flexible de lo que se me antojaba, ya que pudo defenderse y atacar en manos del piloto brasileño, a pesar de las dudas que todavía sobrevuelan el rendimiento del propulsor Cosworth. Dicho esto, Sepang se presenta como una reválida donde certificar que la plataforma es solvente y que el motor responde, pues es un circuito que requiere una carga alar de tipo medio alto, y el trazado, en su conjunto, es bastante exigente con la mecánica.
En relación a lo comentado con anterioridad al G.P. de Australia, lamentablemente la perspectiva no ha cambiado en absoluto.
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