Mi pretemporada [y Renault]

El ornitorrinco es una pequeña joyita porque es el vehículo de Fernando, y no porque lo vaya a utilizar él, sino porque ha sido confeccionado para que resulte un guante de gamuza en sus manos, y por tanto deberíamos girar la cabeza hacia el asturiano y sus necesidades para comprender el monoplaza salido de Enstone.

Así, como a Alonso no le gustan los coches estridentes, el R29 ha sido proyectado para encontrar el mayor equilibrio posible, de manera que resulte eficaz en curva sin perder demasiada velocidad punta, con una carga aerodinámica neutra de salida (aunque parezca de perogrullo no lo es, porque Ferrari, Toyota o Red Bull, por ejemplo, parten de un concepto mucho más exagerado).

Así las cosas, el ornitorrinco cumple a las mil maravillas estos sencillos presupuestos, pues es un trasto muy asentado sobre el suelo, con una superficie exterior amplia desde el morro hasta el difusor, que esconde un trabajo notable en el tratamiento de los flujos aéreos inferiores, y que requiere muy poco alerón delantero porque el equilibrado se consigue bajo las ruedas delanteras y traseras (en la nariz gracias al flap invertido, y atrás, gracias a una salida de calor muy baja), muy centrado siempre. De aportar la potencia necesaria se encarga el renovado propulsor RS27, que parte con la ventaja de estar optimizado a 18.000 rpm. (el resto de motores de la parrilla han tenido que ajustarse a esta cifra reduciendo su escalado máximo a partir de las 19.000 del año pasado y anterior); y de trasladarla al suelo, una nueva arquitectura de las suspensiones posteriores y anteriores.

Por tanto, la pretemporada ha ido al rebufo de las sucesivas intervenciones de nuestro compatriota y del uso que ha hecho de las pertinentes evoluciones (pocas y muy sutiles), obteniendo buenos resultados en tandas largas y tiempos muy interesantes con poca carga de gasolina. El KERS refrigerado por agua no ha dado quebraderos de cabeza, y en general las sensaciones han sido muy positivas en un vehículo que ha cambiado muy poco desde que fuera presentado y que se ha mostrado siempre muy consistente, lo que dice mucho de la claridad de ideas con que ha sido concebido y de la seriedad de su desarrollo.

En lo deportivo, Renault repite el esquema de 2008, con Fernando Alonso y Nelson Piquet como pilotos oficiales. Si bien sobre el de Oviedo cabe muy poco que decir, en el caso de su compañero me gustaría destacar que puede dar alguna sorpresa porque ha ido ajustándose a las necesidades del monoplaza en cuanto éste ha comenzado a presentar una configuración más definida, y por tanto, muy bien puede ejercer de gregario eficiente si como imagino el título de constructores también está en la agenda de Flavio.

Mi conclusión es sencilla: El R29 tiene mucho margen de maniobra e irá evolucionando, no hay duda, pero lo importante es que Renault ha dado a Fernando el monoplaza y el equipo con que intentar el asalto a las dos coronas, lo que debería poner los pelos como escarpias a sus contrincantes (si no lo ha hecho ya), porque de lo que no hay duda es de que Alonso, capaz de sacar provecho de un R28, con el ornitorrinco sabrá resarcirse con amplitud de los calvarios vividos en 2007 y 2008, porque es un monoplaza muy adecuado para los circuitos medios y lentos, y en los rápidos nada indica que no pueda estar a la altura de las circunstancias o los compromisos.