lunes, 5 de enero de 2009

Érase una vez


Anda Bernie metido a descubrir mediterráneos desde hace bastante tiempo, y me ha dado hoy por observarlo detenidamente, en silencio, en su salsa, mientras juega una partida de tute con sus colegas de geriátrico, bebe una copita de anís a sorbitos o apura el cigarrillo de la tarde entre sus labios, bajo la mirada inquisidora y aviesa de Sor Inocencia…

Fuera de bromas, el viejo no es tonto. Lo he dicho tantas veces que la advertencia puede haber perdido su sentido, pero Ecclestone es cualquier cosa menos idiota, y me gustaría reiterarlo una vez más, porque caer en la tentación de menospreciarlo me parece demasiado peligroso.

Otra cosa es que no sintonicemos con su forma de ver la F1, o que nos joda que la máxima expresión del deporte automovilístico que nos está tocando vivir sea hija (ilegítima, hijaputa) de su manipuladora y perversa manera de entender el negocio, pero cuando Bernie dice que «a los aficionados no les importa cuántos cilindros tiene un coche o la capacidad del motor. Lo único que quieren es espectáculo en la pista», está dando en el clavo, revelando una realidad aterradora, ya que su aficionado estándar, el que se está imponiendo, hace tiempo que ha comenzado a desterrar al que estaba interesado en esas y otras cosas que ahora se desprecian.

¿Qué se puede hacer para contrarrestar el actual estado de cosas? No tengo ni puta idea, lo admito, aunque intuyo que la única oportunidad que tenemos de seguir con vida los aficionados en vía de extinción, consiste en perseverar en nuestra forma de entender el deporte y compartirla con cuanta mayor cantidad de gente mejor, caiga quien caiga, gritando si hace falta, porque tan poco somos tan despreciables como puede parecer.

Si el empeño reduccionista de las cabezas rectoras de nuestra amada afición trata de que olvidemos que una vez fuimos, habrá que recordarles que queremos seguir siendo. Si la connivencia idiota de buena parte de la prensa mal llamada especialista intenta seguir vendiéndonos el statu quo dominante mientras clona refritos, habrá que darla la espalda. Si cualquier imbécil puede alabar una mierda, habrá que criticarle abiertamente, a poder ser esgrimiendo los datos abundantes que la historia de la competición pone a nuestro alcance. Y si no nos gusta el derrotero que han elegido, habrá que decirles que se lo coman con patatas.

No creo en los milagros, pero sí tengo una fe férrea en las dinámicas positivas y en sus buenos resultados.

Así las cosas, no me gusta lo que tenemos, ni quiero desaparecer como aficionado al que le interesan idioteces como el tipo de motor, el ángulo de sus cilindros, su caballaje y sus revoluciones. Y tengo que decir con orgullo que me gustan la fabada y el cocido, la tortilla de patatas o la ensalada, y que las elijo de calle frente a una hamburguesa. ¡Qué le vamos a hacer! prefiero un cuerpo marcado por la edad a uno malversado por la cirujía estética; una arruga a un botox; un seno tibio a una silicona… sintetizando: me gusta lo auténtico.

Bernie tiene razón, a los aficionados que ha creado no les importa cuántos cilindros tiene un coche o la capacidad del motor, pero mientras me quede aliento seguiré recordándoles que hubo un tiempo en que los monoplazas de F1 sin decoración se diferenciaban a primera vista, y en el que el rugido de un Cosworth, un flat Ferrari o un Alfa Romeo, incluso un turbo BMW, Renault u Honda, sonaban distinto, y que lo añoro, y que no me conformo con que un desgraciado como él trate de relegarlo a un pasado difuso al que sólo puedo acceder a través del consabido «érase una vez», que borra cualquier posibilidad de volver a disfrutarlo.

A lo peor soy un ingenuo.

11 comentarios:

  1. Menos mal que quedamos los blogueros y los que nos comentan para hablar de más temas que las idioteces que muchas veces propone la prensa "especializada".

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  2. Lo eres. Siempre lo has sido. Y lo seguirás siendo. Es parte de tu encanto.
    Sanreza Forever

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  3. Definitivamente lo eres, y menos mal..,éso es lo que hace tu blog tan interesante e identifica tu forma de escribir.
    Por partes:
    -Hablando de descubrir "mediterráneos", aunque nada tiene que ver, me ha venido a la cabeza un peliculón titulado MEDITERRANEO, (Fué oscar mejor película extranjers). Os la recomiendo.
    - Estoy completamente de acuerdo en que no se debe hacer tanta saña de Bernie, es demasiado listo y nunca se debe minusvalorar al "enemigo".
    - ..."Me gustan la fabada y el cocido". También "prefiero los caminos a las fronteras", como dice nuestro querido Joan Manuel.

    Y sí, cuando algo no nos gusta hay que ser inconformista, pero no sólo con "parole", sino tratando de cambiar aquello que podamos en nuestra medida.
    Un abrazo
    Concha

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  4. Desde que estos lobos con aspecto de abuelito de partida de mus descubrieron que el que vende relojes paga casi lo mismo que el que pone el coche, éste ha pasado a segudo plano. Un V-qué? Esu que é luqué? pero esas uves van en el coche?....
    En fin, como dicen Concha y Anónimo, lo eres Jose, afortunadamente.
    El otro día escribí un comentario en el blog de Mai(uno de esos de ida sarcástica de olla) simulando un anuncio de peródico en busca de geriátrico para el Tio Bernie y el Tío Max y sus chocheces, pero nunca he dicho que estas chocheces no sean en su propio provecho.
    Viejos y chocheantes sí, pero ni un pelo de tontos.
    Saludos

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  5. Buenos días a todos ;)

    Mai, hace tiempo que dije algo parecido a lo que acabas de comentar, la comunidad bloguera está manteniendo alto el pabellón, pero hay días en que pienso en lo estéril del esfuerzo, aunque se me pasa rápido ;)

    Anónimo, Concha, yo también os quiero XDDDDD

    Y Pirat, lo que me preocupa del asunto es que de tanto repetir que están chochos o que deberían jubilarse de una puñetera vez, parece como si nos conformáramos, y como sé que todavía quedamos muchos que no lo hacemos, pues a la carga, que habrá que recordar que son unos imbéciles y que se están cargando una de las cosas que más queremos.

    Un abrazote

    Jose

    PD: Mediterráneo es una película preciosa, Concha, y altamente recomendable ;)

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  6. suscribo... y olé.
    También para mí hubo un tiempo en que flipaba más con las características del coche que con los hooliganismos o incluso las mismas carreras (mi colección de maquetas, desde el turbo de Senna hasta el mítico Williams FW13B - sí, el 15 era mejor pero el 13 más bonito, con la toma de aire ensanchada -, pasando por el primer atmosférico de Berger y unos cuantos sport prototipos, coloreando a mano los escapes con ese "tinte" de degradación térmica, aunque luego no se veían ;-)
    Y me acuerdo que nunca pude conseguir aquel Tyrrell azul (creo) que tanto me gustaba, ni el último Ferrari turbo, que me parecía precioso. En fin, es que aparte del componente de gesta de la F1 también era un poco friki.

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  7. El problema y la ventaja que yo le veo a esto es que sólo desde los blogs parece que le podemos arrear sin hacer piratadas como saturar de emails las páginas oficiales. Los perioditas deportivos pueden hacer algo pero me temo que tiene las manitas muy atadas, si pían no estrán en primera fila a la hora de preguntar y demás. A nadie le gusta ser un proscrito si no puede sacar tajada a cambio. Lo peor de todo es que el aficionado pensante, al Tío Bernie, me da a mi que se le da una higa.
    Pero que por ruido, que no sea.

    Saludos Jose

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  8. Pues lo siento, pero no era un ingenuo XDDDDD

    ¡¡¡Somos legión!!! ;)

    Un abrazo

    Jose

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  9. Veneno puro, oiga usted...

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  10. Independientemente de la situación actual, que debe influir pero no marcar el camino, hay que obligarse a ser un 'romántico' pero con los pies en el suelo.

    Por eso creo que la situación de Montezemolo como cabeza pensante es la ideal. Tiene ese perfil que queremos y tenemos.

    saludos

    charly

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  11. Hola a todos, en especial a tí, Charly ;)

    De eso se trata, de que mantengamos los pies en el suelo, pero como decía en otro lugar Concha, cansan tantos cambios de rumbo y tanta alaraca boba, y lo que me preocupa del asunto es que al final hay como una especie de sensación de cansancio generalizado que permite a gente como Max y Bernie seguir campando a sus anchas por falta de oposición.

    Y sí, Luca Cordero ejerce de peso equilibrante, pero como aficionado me gustaría palpar mejor esa sensación de que las cosas están realmente en el sitio adecuado y en las manos adecuadas.

    Un abrazote

    Jose

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