Ferrari y el estudio de diseño Pininfarina han dado numerosas muestras de ingenio a la historia del automovilismo. En una incesante búsqueda conceptual que ayudara al desarrollo y mejora de los vehículos comerciales, Il Comendatore creyó conveniente poner en manos ajenas a Maranello la solución de incógnitas, y depositó en las sabias manos de Battista Pinin Farina y su gente, la búsqueda de respuestas.
Fruto de esta colaboración legendaria, en 1969 vio la luz un vehículo monoplaza que atendía a dar solución a un modelo de seguridad para los F1 de la época, y que respondía al nombre de Sigma.
Sobre el chasis de un 312BA de la temporada anterior (la brutal disposición elevada de los tubos de escape que desalojaban los gases del V12 italiano, lo delatan) el estudio turinés resolvió uno de los coches más hermosos que ha parido mano humana, y sin túnel de viento, que conste.
Entre sus propuestas destacan la idea de una célula de seguridad que protegía al piloto gracias a dos vigas laterales que iban desde el inicio al final del vehículo; la disposición alejada del cockpit de los depósitos de gasolina, así como la incorporación de extintores a bordo; su afilada y amplia nose (donde iba alojado el radiador y a cuya ventilación ayudaban dos respiraderos en forma de cuña que se situaban ligeramente adelantados sobre el eje de dirección, como era habitual) que además cumplía la labor de romper el aire frente a los neumáticos; un paragolpes trasero que además reducía la posibilidad de que la gravilla, impurezas o agua, golpearan a los rivales que venían detrás; un ingenuo sillín para el piloto que disponía de reposacabezas envolvente pero que carecía de cinturón de seguridad; y un alerón trasero elevado en idéntica posición al que llevaba el 312BA, más adelantado que el que llevaría posteriormente el 312B de 1970, pero de todas formas anclado de forma más segura a la carrocería a través de dos rotundas derivas inclinadas que nacían tras el puesto del piloto y servían de arco de seguridad.
Bello, irrealizable sin embargo, el Sigma ideado por Paolo Martin iba a marcar la pauta, porque apenas unos años depués se empezarían a ver plasmadas muchas de sus soluciones en los monoplazas que circularían por los trazados…
Y aquí quería llegar yo, porque iniciativas como las de Ferrari y Pinifarina son hoy en día impensables, y lo lamento en el alma.
El reglamento establecido por la FIA pretende atender a la posición de hasta la última tuerca, mientras siembra lagunas a su paso. La F1 moderna dice tenerlo todo controlado, pero a cambio ha matado la creatividad.
¿Es importante la creatividad? Sinceramente creo que sí, y más en un entorno que se las dá de ser el parangón de la innovación tecnológica, por ello me gustaría un reglamento más sencillo, con ideas claras (¡sí, ya lo sé, es mucho pedir!) que dejara lugar a que la capacidad técnica, tecnológica y creativa de los diferentes diseñadores e ingenieros pusiera el resto.
Me parece mal tanta desconfianza, tanto corsé, tanta tirita antes de la herida, porque la nomalidad (de norma) tiende inexcusablemente al aburrimiento, y aunque los atisbos para 2009 son bastante diferentes a lo visto en 2008 y años anteriores, no dejan de ser más de lo mismo… Y ¡qué carajo! me gustaría disfrutar de ideas realmente novedosas que aportasen algo diferente al tedioso mundo en que se está convirtiendo este deporte en manos de sus directivos, porque creo que estoy en mi derecho.
Os leo.
Fantástico de nuevo Orroe. Y lo cierto es que habria pocos coches tan estéticamente bellos como ese...
ResponderEliminarAunque los hubo...y corrieron.
Esta entrada y la anterior me ha hecho recordar otro coche igualmente bello y que fue mas innovador si cabe que el Tyrrell P34.
El Lotus 56 con tracción total y turbina Pratt&Whitney. La versión de Indy de 1968 era preciosa, y la de F-1 Lotus 56B no le iba a la zaga...
Le podias dedicar una entrada a esa maravilla si quieres...Hablar de un coche que podia hacer 35.000 rpm, y con cierta mala suerte (Estuvo apunto de ganar las 500 millas del 68, y un G.P. de Holanda del 71)
La verdad es que a mi me encantaría que modificarán las normas y dejarán a los equipos diseñar los coches con libertad.
ResponderEliminarSin creatividad no puede haber innovación.
Sabre, Qué pasada el Lotus!!!!!
ResponderEliminarNo sabía que se hubieran utilizado motores de turbina en la F1. Es un placer leeros.
Jose, me encanta aprender y es una pasada como lo explicas y la pasión que le pones hace que enganche. Gracias por culturizarnos.
Este blog es una pasada.
Saludos y gracias de nuevo.
Jose: ¡fantástico!
ResponderEliminarHe estado ojeando algunos de sus diseños...¡qué pasada el Ferrari P4-5 , especialmente realizado para un particular !, (hay otros mundos..XDDD) O el Testarossa -sí, el de "Miami Vice"- Es curioso.
Lo que más me llama la atención es que el Sigma, que nos muestras, es del 1969 y ,a mí, me parece casi "del futuro". Qué desfase con la época que "lo parió".
Interesantísima, como siempre, tu entrada.
Gracias por estas joyitas.
Concha
Buenas tardes a todos ;)
ResponderEliminarSabre ;) te tomo el guante XDDD
Mai, Pirat, esto no es cultura, es memoria y nos pertenece ;)
Concha ;) Para mí el más hermoso es el Modulo, de todas formas encontrarás muchas más muestras en
http://www.jeffchan.com/cars/concorso2001/
Un abrazo
Jose