¡Ya están aquí!

Confieso que me había hecho algunas cábalas y que el resultado me ha decepcionado un poco, porque gracias al madrugón de la escudería inglesa Williams podemos apreciar ya en qué consisten las líneas maestras de los vehículos que correrán el año que viene, y tengo que decir que su aspecto me recuerda a lo que ya vimos a principios de los 90: slicks (en la foto intermedios), grandes alerones delanteros y los traseros reducidos y elevados.

Obviando que el trasto es un mero boceto sobre el que se pretende trabajar, y que por tanto puede existir un mundo entre él y el que correrá definitivamente con los colores de Sir Frank en marzo próximo, tengo que admitir que a primera vista sus líneas no me parecen tan limpias como las había imaginado.

Ahora bien, y según lo que he leído, las dos novedades más importantes van por dentro, y es ahí donde habrá que valorar las diferencias reales con respecto a los coches de estos últimos años, y por supuesto a los de hace 20 y que tanto me recuerda el monoplaza que se presentó ayer (los Ferrari 641, McLaren MP4/5, Williams FW14, etcétera).

Al respecto, la incorporación más importante para el 2009 es el KERS, sistema de recuperación pasiva de energía que la devuelve en momentos puntuales originando un mayor aporte de potencia. Si sobre el papel (y en su aplicación en el mundo de la automoción civil) el cachivache cumple con lo que ofrece, lo cierto es que está creando auténticos quebraderos de cabeza a los respectivos departamentos de ingeniería de las escuderías, hasta el punto de que Toyota ha anunciado que iniciará la temporada sin él —si es un farol o no, quedará resuelto en cuatro meses, de momento Williams lo lleva y Ferrari ha comenzado a evaluar el F2008K (la «K» va precisamente por el KERS)—. Y la otra gran revolución atañe al alerón delantero (más ancho que los que hemos podido ver hasta el momento), porque el piloto tiene la posibilidad de variar su inclinación según las necesidades del trazado, y siempre a partir de la configuración elegida para cada circuito.

En cuanto a la esencia de la nueva normativa que ha definido el aspecto externo de los coches, tengo que decir que a priori me resulta sumamente atractiva.

Sin TC (control de tracción) y con una aerodinámica trasera menos elaborada, es de esperar un comportamiento más nervioso de los coches, y una mejora del espectáculo, porque las sucias turbulencias posteriores han sido erradicadas de cuajo con la elevación y reducción del alerón trasero, lo que permitirá un mejor aprovechamiento de los rebufos (este año el asunto ya había mejorado algo) y los tan esperados adelantamientos. Lógicamente, para ayudar a estabilizar las plataformas, vuelven los slicks, que con una mayor superficie de contacto con el asfalto permitirán que los monoplazas se muestren más atemperados.

En definitiva, a pesar de que no me encandile el Williams, la cosa promete, aunque cabe recordar que si este año y el pasado ya han surgido problemas con los botones de los volantes, con la incorporación del que activa el KERS y el que hace lo propio con el ángulo del alerón delantero, más de uno va a sudar tinta china por no meter la pata.

Os leo.