¡Por fin! Se ha hecho esperar pero Fernando Alonso ya tiene escudería para 2008 y 2009 si la cosa va bien (para 2008 si no va tan bien). No voy a negar que mis preferencias se decantaban como poco por BMW y en el mejor de los casos por Ferrari, aunque la opción Renault no me desagrada en absoluto, porque a diferencia de los que piensan que supone un paso atrás, soy de los que respetan profundamente al equipo del rombo.
No es por nada, pero al suma y sigue de logros en competición exigente como la Resistencia, y a su inestimable contribución al desarrollo de nuevos valores a través de las llamadas fórmulas menores, hay que añadir el hecho de que desde 1976 La Régie ha sabido labrarse un magnífico nombre en F1, primero como constructor, después como motorista, y en la década actual, como constructor de nuevo (2 campeonatos mundiales, 2005 y 2006). Por otro lado, no debemos olvidar tampoco que la actual representante gala en la parrilla se asienta sobre los cimientos de otro equipo ganador: Benetton, en cuyo seno Michael Schumacher alcanzó sus dos primeros títulos mundiales (1994 y 95).
Sí, la opción elegida por el Nano es buena, ofrece garantías, muchas (Pat Symonds, director de ingeniería es uno de los mejores), y para qué negarlo, supone un merecido descanso para nuestro bicampeón, pues le devuelve a un ambiente afable y mediterráneo, donde tiene numerosos amigos y donde puede pelearse las alubias sin necesidad de que nadie le llame la atención por ser políticamente incorrecto.
Briatore, que dirige el cotarro desde 2000 (Benetton), amén de ser un salao con redaños para echar de su restaurante a Bruce Willis por no quererse hacer una foto con su novia, es un patrón moderno, instintivo, diametralmente alejado de la seriedad británica y encorsetada de Ron Dennis. Acostumbrado a apostar por conductores noveles (Schumacher, Wurz, Button, Trulli, Alonso, Kovalainen), dispone de suficiente cintura porque llegó a la F1 de la mano de Luciano Benetton y en seguida buscó hueco como promotor de pilotos y por tanto los respeta y sabe cómo manejarlos, y no es por altruismo, no nos equivoquemos, se interesa por ellos porque forman parte de su negocio.
Sí, Fernando ha sabido elegir bien, y a pesar de que tardaré en verlo vestido de rosso, estoy convencido de que este año que viene vamos a disfrutar de lo lindo viéndole en su salsa: luchando en la pista con el apoyo de un equipo que aunque no le dé el 100% (ojalá me equivoque), le permitirá ofrecer lo mejor de sí mismo, cosa que en McLaren le ha sido vetada, y de qué manera.
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