Ahora que el Manchester United ha cesado a José Mourinho me voy a permitir tomar prestada una de sus frases más conocidas: ¿Por qué...? Yo no entiendo por qué, ya que imagino que estaréis disfrutando como jabatos de todas esas cosas que se utilizan en la moderna Fórmula 1 que tanto bien nos hacen en la vida cotidiana...
—¡Manolo, pon el mapa de ahorro, que así no llegas a Burgos! Copy?
Manuel es el típico paisano nuestro que tiene un coche de 2009 al que está intentando estirar otros cinco añitos más, que no está la cosa para dispendios.
Tuvo suerte, andaba tieso cuando las promociones para que todo quisqui pillara un diésel y se quedó con su gasolina. A pesar de las ITV se siente un tío con fortuna porque el trasto parece que tiene cuerda para rato y permite, en la actualidad, funcionar con dos configuraciones distintas: la que usa Susana y la suya.
Ella es más dura con los frenos y él prefiere llevar la zaga un poco suelta, de forma que rompen el curfew todas las noches para modificar el balance.
Cuando se conocieron en la Complutense ninguno de los dos imaginaba que durante las cenas iban a terminar hablando de abrir o cerrar unos grados el alerón delantero, tocar aquí o allá las suspensiones, o de si debían seguir usando el gurney o resultaría mejor otro tipo de endplate o bargeboard. Pasan horas y horas visitando Amazon o Ikea por si allí hay fondos planos a precio asequible. Uno majo les apañaría lo de tener que andar rompiendo el toque de queda y se quitarían de encima un montón de dolores de cabeza, y, seguramente, las configuraciones para mojado y seco funcionarían mejor.
Por las noches es cuando peor lo pasa Manolo. Ha mejorado mucho su inglés, pero en la cama, antes de dormir, reza para que el gobierno no obligue a poner Halo mientras recuerda perfectamente que antaño se decía que las mejoras en nuestro deporte acababan viéndose en los coches de calle. Casi sin querer se le escapa: ¿Por qué...? Yo no entiendo por qué.
—Lolo, déjalo. Duerme cielo, que mañana es impar y toca cambiar las presiones de las Pirelli...
...
Pasa el tiempo y antes, con monoplazas sencillotes y motores de entre 450 y 500 caballos, lo pasábamos de cine con la Fórmula 1. Ahora, las unidades de potencia rondan los 1.000 caballos y la aerodinámica requiere haber cursado un máster para resultar descifrable, y así y todo, a veces cuesta digerir nuestro deporte. La tecnología llega a la calle, claro que sí, pero en los hipervehículos que todos pedimos por pares a los Reyes Magos y nunca llegan, como el bendito Scalextric, como le pasa a Manolo.
No sé dónde vamos pero tengo claro de dónde venimos, y desde luego, sé que aquello era mucho menos complejo pero infinitamente más divertido.
Os leo.
—¡Manolo, pon el mapa de ahorro, que así no llegas a Burgos! Copy?
Manuel es el típico paisano nuestro que tiene un coche de 2009 al que está intentando estirar otros cinco añitos más, que no está la cosa para dispendios.
Tuvo suerte, andaba tieso cuando las promociones para que todo quisqui pillara un diésel y se quedó con su gasolina. A pesar de las ITV se siente un tío con fortuna porque el trasto parece que tiene cuerda para rato y permite, en la actualidad, funcionar con dos configuraciones distintas: la que usa Susana y la suya.
Ella es más dura con los frenos y él prefiere llevar la zaga un poco suelta, de forma que rompen el curfew todas las noches para modificar el balance.
Cuando se conocieron en la Complutense ninguno de los dos imaginaba que durante las cenas iban a terminar hablando de abrir o cerrar unos grados el alerón delantero, tocar aquí o allá las suspensiones, o de si debían seguir usando el gurney o resultaría mejor otro tipo de endplate o bargeboard. Pasan horas y horas visitando Amazon o Ikea por si allí hay fondos planos a precio asequible. Uno majo les apañaría lo de tener que andar rompiendo el toque de queda y se quitarían de encima un montón de dolores de cabeza, y, seguramente, las configuraciones para mojado y seco funcionarían mejor.
Por las noches es cuando peor lo pasa Manolo. Ha mejorado mucho su inglés, pero en la cama, antes de dormir, reza para que el gobierno no obligue a poner Halo mientras recuerda perfectamente que antaño se decía que las mejoras en nuestro deporte acababan viéndose en los coches de calle. Casi sin querer se le escapa: ¿Por qué...? Yo no entiendo por qué.
—Lolo, déjalo. Duerme cielo, que mañana es impar y toca cambiar las presiones de las Pirelli...
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Pasa el tiempo y antes, con monoplazas sencillotes y motores de entre 450 y 500 caballos, lo pasábamos de cine con la Fórmula 1. Ahora, las unidades de potencia rondan los 1.000 caballos y la aerodinámica requiere haber cursado un máster para resultar descifrable, y así y todo, a veces cuesta digerir nuestro deporte. La tecnología llega a la calle, claro que sí, pero en los hipervehículos que todos pedimos por pares a los Reyes Magos y nunca llegan, como el bendito Scalextric, como le pasa a Manolo.
No sé dónde vamos pero tengo claro de dónde venimos, y desde luego, sé que aquello era mucho menos complejo pero infinitamente más divertido.
Os leo.
Como decía Flavio a su piloto: "Bravo, bravo... grande, grande"
ResponderEliminarTotal José, esos hipervínculos los pueden adquirir solo el 1% y no todo el que usa Rolex. Jejeje...
Si te fijas desde los 50s hasta al menos fines de los 70s un coche de F1 era como el que tenías para ir a la ofi. El mecánico de tu barrio casi podía repararlo. En lugar de un carburador o una bobina de encendido tenía varios, pero todo estaba allí. Quienes como Fangio, habían sido buenos mecánicos, entendían su coche de F1 o Le Mans. Hasta las "faldillas" un coche de F1 podía circular por tu barrio: Los neumáticos y el despeje del suelo eran menos caprichosos.
ResponderEliminarLa F1 es un gran laboratorio, y se han inventado (pocos) y perfeccionado (muchos) artilugios para aplicar a la calle. Venía la moda de los turbo y automáticamente la F1 se volvía turbo casi en su totalidad. ¿Recuerdas aquellas teteras amarillas, casi mellizas en el tiempo con unos Saab de producción? En ambos casos los motoristas debían lidiar con el famoso "turbo lag", con los sobre-exigidos lubricantes, y alguna otra cosilla.
Casi por arte de magia desaparecen los turbos. Nunca quedó claro el motivo, pero tanto la F1 como los supercoches de Lamborghini, Ferrari, u otros recuperaron motores de aspiración natural, enormes.
Pero las modas son eso: Modas. Hace tiempo, casi tímidamente, comenzaron nuevamente los turbos. Y como agregado a la moda también la recuperación de energía (híbridos). Las pasarelas de la moda F1 no podían estar fuera de las últimas tendencias, por supuesto.
Y esto limitándonos a los motores ("UP" como les decimos desde la era híbrida). Los coches hasta los 70s tenían cambios en H, muelles de suspensión. Hoy los "paddle shift" los puedes ver inclusive en coches asequibles, no solamente los topes de gama en marcas deportivas.
¿Dónde viene lo malo? ¿Dónde está el "pero" de toda esta situación? La F1 además de un laboratorio, debe ser un deporte, un negocio, y un espectáculo. Algunas veces nos han querido explicar que se hacían cambios reglamentarios para mejorar el espectáculo, y terminó siendo exactamente lo contrario.
Sds.
Martín
Por razones comerciales a los periodistas y fabricantes les interesa exagerar la conexion tecnica entre los coches de calle y los F1, .... pero la conexion es escasa y cada vez menor. Ni siquiera tiene sentido en los hiperdeportivos.
ResponderEliminarPensemos por ejemplo los truquis que al final daban un plus a los red bull. Son cosas q sabemos q existian por que las prohibieron. Por ejemplo, sabemos que RB calentaba los neumaticos antes que los demas por que tenia un intrincado sistema de valvulas en los escapes, que dirigian el aire del escape a los neumaticos cuando estaban frios y lo alejaban cuando estaban calientes. ¿eso es interesante en un coche de calle?
Tambien sabemos de los truquis cuyo unico fin era bordear el reglamente, como sus famosos alerones q flexaban o no segun las circunstancias. ¿es util bordear el reglamento en coches de calle? O por ejemplo, lo que creemos que hace Ferrari, quemar aceite para bordear las limitaciones de combustible... es justo lo que no queremos hacer un coche de calle.
Ojo, esto tambien pasa por que el reglamento de F1 ya no permite fantasia ninguna. Un fabricante q quiera evolucionar las valvulas electromagneticas o las suspensiones inteligentes no puede hacerlo en la F1.
Amigo anonimo, efectivamente. Pero ojo, aunque ahora nos quieran convencer de lo contrario, Ferrari y Enzo Ferrari en particular eran muy poco partidarios del turbo. En F1, Ferrari siempre tuvo problemas en la 1º era turbo. Sus motores siempre estaban algo por detras de bestias pardas como el BMW de 4 cilindros o el Honda V6, (segun la leyenda producian 1500 CV para 1500 cc ¡¡¡un caballo por centimetro cubico!!!).
Y coches de calle, aunque ahora nos machaquen con la larga tradicion turbo de Ferrari, en realidad solo fueron turbo un 208 italiano, q el pobre se estaba quedando anemico con las regulaciones, el 288 GTO, por un tema de reglamento, (era un coche para una competicion, mas que para calle) y su evolucion, el F40. Cuando se acabo la 1º era turbo, Ferrari dio palmas con las orejas.
¿Y por que paso la moda turbo de los 80?¿por que se desvanecio? Pues por que muchos de estos coches eran inconducibles. ¿y por que ha vuelto? Por que tenemos las ayudas electronicas. Hoy dia cualquier palurdo como yo puede llevar un turbo propulsion trasera y creerse Prost. El control de traccion trabaja mucho mas de los que pensamos.