martes, 20 de febrero de 2018

Contraanálisis 03 [Red Bull RB14]


Comprendo que no se entienda o que no se quiera asimilar, pero ¡arrodillaros, herejes! ¡Newey ha dado otra vuelta de tuerca!

Dejando aparte la decoración provisional, el RB14 es una pequeña obra maestra, ya que cuando los demás diseños pretenden gestionar los flujos laterales y superiores con el fin de dotar a la zaga del coche de la mayor cantidad de aire posible, el bueno de Adrian se casca un ejercicio supremo de síntesis y reduce la parte trasera a practicamente una forma de cascarón invertido a cuyo alrededor sólo hay aire, precisamente aire, de lo que se alimentan el alerón trasero y el difusor.

Obviamente, esta solución despeja mucha superficie en la parte superior del fondo plano, y puesto que como pudimos ver en las instantáneas del filming day que se desarrolló en Silverstone, su rake (ángulo de inclinación con respecto al suelo) también es generoso, como viene siendo costumbre, podemos hablar abiertamente de que la downforce que puede alcanzar el RB14 puede quitarnos el sombrero.

En toda lógica, si la trasera es sencillita (que no simplona), el grueso de la distribución de los caudales que azotan la terminación del vehículo se gestionan desde el centro del mismo, lo que en cristiano significa que modificando cualquiera de los elementos que lo integran se obtendran diferentes comportamientos. ¿Sencillo, verdad?

Bien, puesto que los pontones ahora adoptan una función más neutra, encontramos en su raíz dos aletas horizontales que nacen de ambos lados del habitáculo y solapan las aberturas de aireación, cuyo diseño específico será el encargado de divivir el caudal que llegue allí dirigiéndolo por arriba y abajo donde más convenga con el apoyo de los espigones anti impacto laterales que en algunas tomas se perciben con diseño alar. Los bargeboards y derivas verticales ayudarán en este cometido, así como los perfiles del Halo en las inmediaciones de sus respectivos puntos de anclaje con la carrocería...



Y bueno, el RB14 está tan centrado que el morro no necesita más aperos ni contando con que no hay aleta dorsal. Como por otro lado viene siendo habitual, Newey insiste en su limpieza suprema. Del alerón delantero al punto de fusión con el habitáculo apenas encontramos tropiezos. Como nota de color: la punta de la nose, que presenta la misma solución que en el RB13 de 2017, un canal abierto que en conjunción con los soportes, ayudará a alinear adecuadamente el Y250 en cuanto surja de los cajetines de flaps.

En definitiva: independientemente de cómo se desenvuelva en pista y cómo responde la unidad de potencia TAG Heuer (Renault), que eso habrá que verlo, el RB14 es un cacharro prometedor por lo sencillo de su planteamiento. Todo centrado y mucho espacio delante y detrás, es decir, fácil de gestionar, lo que en manos de Verstappen y Ricciardo puede suponer que Red Bull presente credenciales incluso antes de lo que se esperaba.

Os leo.

1 comentario:

fleichié dijo...

Ojalá que desde el inicio tengan coche para luchar al menos con Ferrari.....sería espectacular , estilo Montmeló 2016 .