lunes, 19 de febrero de 2018

Contraanálisis 01 [Haas VF-18]


Como todos los años, más o menos por las mismas fechas, comienzo el repaso a los monoplazas de la temporada corriente avisándoos de que, analizar, lo que se dice analizar, analizaremos más bien poquito en cada visita, aunque sí podremos sacar alguna cosilla interesante de la filosofía de los vehículos pero sin venirnos demasiado arriba, que las escuderías andan jugando a esquivar las miradas de los rivales y el material suministrado y disponible es bastante probín.

Sea como fuere, el primero en romper el fuego y sin avisar ha sido el Haas VF-18. La norteamericana lo presentaba en público el miércoles pasado pero sólo en plan render superguapo. Y el caso es que inmediatamente la autoridad competente nos informó de que casi era un clon del SF70-H de Ferrari, cuando el que se parecía (en plan ramploncete) a la bestia italiana de 2017 era el VF-17 y el VF-18 es un simple acomodo a las nuevas perspectivas que presenta el reglamento esta temporada.

Por fortuna ya hemos hablado aquí lo suficiente de lo que suponía eliminar la aleta de tiburón y cómo iba a dar más importancia a la zona central de los coches [Guía para no naufragar en 2018], [Front wing Era] y [«Bargeboards» para tontos], de manera que el Haas que conducirán Romain Grosjean y Kevin Magnussen centraliza todos sus esfuerzos aerodinámicos alrededor del habitáculo, adoptando unas aberturas de aireación en los pontones muy similares a las propuestas por Maranello el año pasado y dándole fuerte al diseño de bargeboards y derivas verticales.

Observando que el segundo tramo de los pontones sigue mostrándose alto para mi gusto, y contando con que el torneado de los mismos busca controlar por separado los caudales laterales y el superior que lame la carrocería en el cubrecapot, se me ocurre que la de Kannapolis ha focalizado su interés en el aire que recorre la parte baja del vehículo, porque será él el que a la postre se encargará de obligar a bajar al que viene por arriba, mitigando así la creación de turbulencias en la zona previa al alerón trasero y difusor.


Sin aleta dorsal pero con deriva de generosas dimensiones, cuanto más ordenados lleguen los vientos al vano del ala posterior y difusor mejor irá la cosa. A falta de saber cómo funciona el fondo plano, la tracción y el apoyo en la zona de la zaga parecen asegurados, aunque a cambio, tenemos ahora un trasto que puede mostrar tendencia al sobreviraje.

En este sentido, el morro presenta a los lados de la nose un par de apéndices (turnning vanes) en plan bigotes de Poirot, que sin duda se han puesto ahí para ayudar a que el tren delantero vaya ligeramente más suelto de lo que se corresponde con el diseño general.

En definitiva: Haas ha hecho una firme apuesta por la continuidad, consciente, seguramente, de que la unidad de potencia Ferrari sigue siendo su principal activo y que los nuevos neumáticos Pirelli le pueden permitir jugar con las estrategias a la hora de luchar con Alfa Romeo Sauber, nos pongamos como nos pongamos, hoy por hoy el principal rival de la norteamericana.

Os leo.

1 comentario:

fleichié dijo...

El año pasado los pilotos se quejaban mucho de inestabilidad .¿El motor ferrari serà muy serie B?
Porque si no lo es , no entiendo porqué llevan el coche tan descargado .Si encima vaticinas tendencia a sobrevirar....
Genial maestro ,imperdible