jueves, 23 de noviembre de 2017

En la isla de Yas


En la isla de Yas este próximo domingo sólo faltará Mecano cantando Un año más.

Se nos viene encima el bajón de ver a nuestro alrededor que todo queda atrás. Llegamos al final de la temporada y aunque el circuito de Abu Dhabi no sea de mis preferidos, no puedo por menos que acercarme a él con bastante cariño. Está bien eso de que la carrera empiece al atardecer y termine cuando la noche despliega su manto de oscuridad y estrellas...

Es jueves y con ésta que termina van diez campañas completas en Nürbu y un 2007 que aquí se quedó pendejo, que dicen los mexicanos. Allí precisamente empezaba todo, lejos, en la costa de otro desierto muy diferente.

Se dice pronto, pero Lewis y yo llevamos el mismo tiempo en Fórmula 1. En realidad él me gana por unos meses, aunque a estas alturas de la película creo que no importa demasiado. El británico acumula cuatro mundiales y yo muchísimas canas, pero a lo que vamos, en aquel periodo los bajones nos llegaban a los aficionados después de Interlagos, en todo caso, parece ser que el bullicio brasileño no era muy del agrado de Bernie, quien situó en Yas Marina los finales de fiesta a partir de 2009 y de ahí nadie los ha movido.

Vencía Vettel en aquel estreno aunque el Mundial se lo calzaba Jenson Button. El trazado ya resultaba sosangas entonces, rematadamente soso. En sus escapatorias se puede jugar al fútbol y hubo un año, 2014, que ante la previsión de un más que cantado desempate, el Gran Premio de Abu Dhabi valió el doble que los demás.

Bueno sí, la FIA y los equipos, incluso la Bruja de Blancanieves, se habían venido muy arriba con el rollo de la etapa híbrida. Las unidades de potencia apenas producían ruido pero se preveía que hubiera competencia en pista a cascoporro, tanta que Brackley ya era Campeona del Mundo de Marcas a falta de tres pruebas y sin haber llegado a mediados de octubre. Hamilton y Rosberg se lo curraron un poco más y mantuvieron la llama encendida hasta que cayó la bandera a cuadros el domingo 23 de noviembre en la isla de Yas. Fue entonces cuando Nico solicitó por radio a su equipo que por favor le dejaran terminar. Lewis era el rey indiscutible, no hacía falta echar sal en la herida abierta en Bélgica.

Dentro de tres días habra cohetes, fuegos artificiales, recuerdos de aquel 2010 que pudo haber sido y no fue, pero sin la Puerta del Sol, Ana, Nacho y Chema, no va a ser lo mismo...

De todas formas, quedan en el alero un subcampeonato de una temporada marcada por el quiero y no puedo, las migajas de la lucha de Renault con Toro Rosso y un jamón que quedó herido de muerte cuando Woking y Sakura decidieron divorciarse. El lunes que viene todo será distinto y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos.

Os quiero. Os leo.

2 comentarios:

anonimo dijo...

Bueno: Que no aguanto la anticipación para reírme de lo que has estado preparándonos acerca de Pirelli y los coloridos neumáticos del año 2018. Dede el naranja "superduro" hasta el rosa "hypersoft". A estas alturas no se si es mas difícil buscarle colores y nombres que lograr la correcta especificación del caucho y la estructura...

RAGOMCO dijo...

Te leo. Buenas noches