viernes, 26 de mayo de 2017

Los números no importan


Lo bueno de la mentalidad yanqui es que es la misma cuando compra (y rescata) la Fórmula 1 que cuando recibe con los brazos abiertos a Fernando Alonso.

Por increíble que parezca todavía hay quien se niega a asumir que ya va tocando salir del armario, que sus vibraciones contrarias al asturiano no se corresponden con un buen olfato deportivo sino con una tendencia quisquillosa y boba de llevar la contraria a la realidad. El Nano, en Indy, ha venido a poner esta corriente de opinión contra las cuerdas, ya no existe el antialonsismo, en su lugar ha surgido el negacionismo más cavernario y chorra.

No he leído a nadie relacionado con las 500 Millas de Indianápolis babear ante la posibilidad de que un Vettel o un Hamilton apuesten por la carrera más famosa de los Estados Unidos, es decir, Alonso no supone un paso intermedio o ser un aventajado suertudo, como se quiere hacer ver desde algunos círculos, muy al contrario, el de Oviedo es el producto que gusta a la misma mentalidad yanqui que pretende dar nuevas alas a nuestro deporte ya que su visión del espectáculo era precisamente lo que necesitábamos y tal y tal...

Podría pasarme horas y horas analizando las numerosas claves que han surgido a ambos lados del charco a partir de que Fernando Alonso anunció que disputaba la centesimoprimera edición de la Indy 500. Son dos mundos diferentes, dos culturas deportivas diferentes, dos formas diferentes de abordar el espectáculo, pero a la postre, en los USA se busca enfatizar la presencia de los mejores mientras que en lo nuestro nos hemos conformado hasta hace nada con jugar con números como si fuesen billetes del Monopoly.

Lewis puede sumar en Mónaco las mismas poles que hizo Ayrton en vida, pero eso significa poco salvo que vivamos en los Mundos de Yupi. La cantidad de carreras por temporada, la dificultad de los circuitos, la ausencia de escapatorias y segundas oportunidades, las inclemencias meteorológicas, etcétera, o la indiscutible y aplastante superioridad de algunas plataformas sobre otras, hace, todo junto, que las comparaciones resulten bastante idiotas. Mismos números, nada más.

Y quien habla de poles habla de récords, de vueltas rápidas y de Grand Chelem, o de títulos. Mismos números, nada más. Lo que gustaba a Bernie: enfatizar la anécdota.

Por mucho que retorzamos la realidad, Vettel no será nunca como Prost ni como Senna, ni Schumacher como Fangio, porque las circunstancias que vivieron unos y otros y el esfuerzo que invirtieron para alcanzar sus logros, hace absurda cualquier comparación. Y aquí viene lo bueno para el caso que nos ocupa, pues a los norteamericanos lo que les gusta de un espectáculo, de cualquier espectáculo, es lo que da de sí el presente y cómo se ha llegado a él.

No es de extrañar, entonces, que una figura como la de Fernando, coronada con éxitos pero fundamentalmente plagada de tropezones y fracasos épicos, resulte infinitamente más densa y atractiva para la mentalidad yanqui que un puñado de campeones precocinados.  

Indy le va a dar a este tipo despreciado en España la posibilidad de reivindicarse, de medirse en igualdad de condiciones con los mejores de la especialidad. La IndyCar puede vencer a la Fórmula 1. Alonso ha planteado un desafío y pretende superarlo, eso es lo que vende entradas y atrae público y arremolina medios profesionales alrededor del asturiano: la posibilidad de que suceda. Ésa es la esencia del espectáculo en esta 101ª edición de la Indy 500. Los números allí no importan tanto, lo importante es el momento.

Os leo.

9 comentarios:

Elín Fernández dijo...

Grande José. 100% de acuerdo.
Gracias! ;)

orel dijo...

Ah, que si fueran Vettel o Hamilton no se levantarían estas expectativas...

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.

Aficionando dijo...

Ya largaron los dos bocazas de la F1: Massa diciendo que Alonso es poco profesional. ¡Massa, que jamás trabajó para el equipo, el envidioso por excelencia, el que no sabe pilotar con lluvia! Y Hamilton, riéndose cuando él es el hazmerreir. Tiene el coche más dominante de los últimos treinta años y el año pasado le ganó Rosberg y ahora le está dando un baño Vettel. Si Alonso hubiera fichado con Mercedes en vez de Hamilton ahora tendría cinco títulos e iría camino del sexto.

chema dijo...

Totalmente de acuerdo, salvo en 2005 y 2006 los números no importan una mierda.

Aficionando dijo...

Orel, Hamilton y Vettel nunca lo harán porque serían los segundos. Antes lo hizo Alonso.

Anónimo dijo...

El despertar, para algunos, se vé que está siendo duro...

Daniel Diedrich dijo...

"Cabalgamos en todas direcciones en pos de alegrías y de trabajo;
pero siempre ladran cuando ya hemos pasado. Y ladran y ladran a destajo.
Quisieran los perros de la cuadra acompañarnos donde vayamos,
mas la estridencia de sus ladridos sólo demuestra que cabalgamos".
Goethe.

Cabalga el Nano, cabalga.
Yo

Tadeo dijo...

Se puede decir más alto, pero no más claro.

En inglés sería algo así como (poniendo la boca torcida)tu tener un par de balls por decir las things tan claras.