martes, 23 de mayo de 2017

Lewis ha salido de caza


El Hamilton que pudimos disfrutar en Barcelona era muy distinto al que vimos de Melbourne a Sochi. Hay quien prefiere no meterse en fregaos psicológicos y hablar sólo de Fórmula 1 pero lo cierto es que incluso en los Juegos de Rol disponemos de Puntos de Moral...

Creo que ya os conté hace tiempo que viendo un partido de tenis, ante lo costoso que estaba resultando todo para el jugador español, por los altavoces del televisor salió un estridente: «sólo queda tirar de ética.»

Creo que era Feliciano el que tenía que lidiar con la asignatura de ética en aquel lance deportivo del que lamentablemente no puedo daros más señas. Quedé anonadado, ¡a ver!, hasta que caí en la cuenta de que tal vez buscando un sinónimo para la palabra «moral», al locutor le había venido a la cabeza la palabra «ética» y ahí se enredó la cosa.

En fin, moral, quería hablar de ella porque Lewis llega a Mónaco con la susodicha por las nubes y conviene no olvidar qué es capaz de hacer el de Tewin cuando está enchufado.

El W08 retocado le resultó más cómodo de conducir en Montmeló —no he tenido tiempo de comprobarlo, pero seguiría jurando que la batalla se ha acortado en relación a la versión anterior para permitir un mayor ángulo de rake (inclinación del fondo plano con respecto al suelo) y un mejor aprovechamiento de la downforce—, y eso significa que en la capital del Principado, la máquina de la anglo-germana puede ir de cine.

Tenemos también que nuestro piloto negro no lidera el campeonato y que si yo fuese él, pretendería hacerlo más pronto que tarde por aquello de comenzar a dormir tranquilo y tener tiempo, luego, para hacerme selfies con Roscoe o cualquier otra mandanga, como volver con Nicole y serenarme un poco. No sé, a o peor lo de Nicole no es tan buena idea como me parece, pero lo que es seguro es que Lewis enfrenta la cita de este próximo domingo con un hambre de mil demonios.

Comodidad, hambre, moral alta... Mezclas todo con un chorro generoso de Martini y lo agitas, y te sale un Hamilton encabronado de cara a un circuito más hecho para él que para Sebastian.

También está Valtteri y el cómo se sacrificó el finlandés por la causa en España... y tenemos que este tontorrón al que sólo quiero cuando se baja la visera del casco y deja sus numerosas moñadas fuera del vehículo, es el candidato perfecto para calzarse el Gran Premio de Mónaco.

Hay mucha psicología en esta entrada, lo admito, pero me permitirán ustedes que haya aludido a ella con tanta insistencia pues ya decía mi abuela que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y con esto también hay que jugar si queremos hablar de Fórmula 1.

Lewis ha salido de caza y sólo puede traer algo bueno.

Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Supongo que lo que quería decir el locutor de la tele era "épica". "No queda otra que tirar de épica".