miércoles, 24 de mayo de 2017

Hechos asombrosos


A los más viejos del lugar les sonará la imagen de arriba. Jenson Button acababa de calzarse la victoria en el Gran Premio de Mónaco 2009 y tras circular con su flamante BGP001 ante el griterío y alegría de los allí presentes, no tuvo mejor ocurrencia que llevarlo directamente a boxes, lo que en Montecarlo supone quedar a tomar por el saco del podio y, lo que es peor, dejar plantado al Príncipe Alberto.

Nuestro bravo y atractivo británico, atleta, triatleta y ironmanista de pro, avisado del desliz se baja del coche y comienza a recorrer el trayecto que le separa de los laureles y el champán. Es decir: desanda al trote la calle de garajes, entra en el trazado para sortear Anthony Noghes y embocar la recta de meta.

Tal como lo veis. En mono y zapatillas, con el HANS el casco y los guantes puestos, jaleado por los espectadores que no daban crédito a lo que estaban viendo. En plan Carros de Fuego.

No consta que le lanzaran pañuelos, tangas o sujetadores a su paso, ni cajitas de Davidoff. Tampoco que lo llamaran ¡guapo, guapo!, ¡valiente, valiente! ni ¡torero, torero! Es Mónaco y resulta comprensible que todo sucediera así, aunque no deje de ser por ello un hecho totalmente inusual que pensaba yo, entonces, que sería recordado por los siglos de los siglos, amén.

No es el caso. Desgraciadamente, en la actualidad hay mucha gente que se contenta con ver las carreras añejas saltándose las partes importantes. 

En mi época, los cines no encendían las luces de la platea hasta que no habían terminado de pasar los créditos —hoy casi te dan empujoncitos para que te los pierdas. No son esenciales, que para degustar esas cosas ya está el Blue Ray, el Youtube o el Torrent, guapi—, de forma que tengo tendencia natural a visionar las pruebas viejas hasta que se despide Antonio Lobato de los televidentes.

Y aquí quería llegar yo, porque con el abundante material que ha surgido a cuenta de que Button sustituye a Alonso en Mónaco, no he leído nada sobre lo hazañosa que fue su victoria de 2009 en El Principado, ni siquiera una miserable mención a qué habría sido de todo aquello y qué repercusión habría alcanzado si el inglés coge la Union Jack y la lleva ondeando al viento durante su recorrido, cosa que por otro lado, habría hecho Hamilton con total naturalidad de haberse encontrado en circunstancias similares.

En fin, no hay mucho más que contar, salvo acaso, que ya firmo donde haga falta para que este año Jenson o Stoffel se vayan para los garajes cuando lo adecuado sería acercarse montados en sus vehículos al tenderete donde posan el Príncipe y las autoridades.

Os leo.

1 comentario:

Aficionando dijo...

Si Jenson -Jeison, como se empeñaba en decir Lobato- consigue hacer una carrera aceptable en Mónaco debería ganarse el respeto de los entendidos por siempre jamás: debutar en ese trazado (!!) con un monoplaza que no ha conducido nunca y que es completamente diferente a lo que ha pilotado hasta ahora, necesita mucho valor. Dice que no se siente presionado y en las fotos se le ve tranquilo. Si acaba la carrera sin percances ganará un punto más en el respeto que siento por él. Si queda por encima de algún otro monoplaza, bravo por él. Y si puntúa, debería añadirse una nota al libro de hazañas de la F1.