lunes, 10 de abril de 2017

Los huecos todavía hablan


Cuando se acaban las relaciones sentimentales suele ser el momento de valorar qué hizo realmente cada integrante de la pareja por ella y cuánta carne puso en el asador sin miedo a quemarse o acaso sin importarle el dolor.

En la rueda de prensa de Abu Dhabi 2016, después de proclamarse Campeón del Mundo, Nico aguantaba las lágrimas a duras penas y se deshacía en esfuerzos por callar algo cuyo calado sólo comprendimos días después, el 3 de diciembre. 

Aquel 27 de noviembre ahora lejano, al alemán le habría bastado para que la magia se desvaneciera decir que iba a mandar todo a tomar por el saco y que sabía perfectamente que tarde o temprano le echaríamos de menos, nosotros, su equipo, su compañero y quienes le apodaron Britney, pero se contuvo como se contenía su padre cada vez que le recordaban que había vencido en 1982 porque Gilles había fallecido y Didier había caído en combate, por suerte, por estar en el lugar adecuado en el momento justo, no más.

«Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo… No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo.» El grandísimo Robin Williams nos dejó una frase desgarrada que muy bien podía haber sido esbozada por aquel Nico que moría ante los micrófonos porque sabía de sobra que acabaría resucitando tras romper allí mismo sus cadenas, porque la vida y sus verdades siempre acaban aflorando a poco que alguien se tome la molestia de seguir la infantil secuencia de migas de pan que deja sobre el camino el que huye confiando en que lo encontrarán, y que si no sucede, tampoco importa demasiado.

Se habla poco de Nico Rosberg porque el espectáculo es así de volátil y de cruel. Hoy estás arriba y mañana te despedazan, te niegan o te olvidan —sinceramente no sé qué es peor—, pero el hijo de Keke ha dejado un rastro que aún perdura.

Desde la época de karts, él era el que ponía a tono los coches que compartía con Lewis. Desde la aparición del británico en Brackley, él fue quién se encargó del trabajo sucio... Pagaría por saber lo que podría decirnos Michael sobre Nico pero todos sabemos que no es posible, así que conformémonos con visualizar una Mercedes AMG que ya no funciona como un cronómetro, entre otras cosas, porque el encargado de engrasar la maquinaría prefirió hace meses apostar por no sentirse solo ni un minuto más.

Esta mañana, Guillermo me comentaba en Twitter que a la anglo-alemana se le nota demasiado que no está acostumbrada a jugar a la contra tras años de arrasar sobre el asfalto. La estrategia de ayer en China a poco les cuesta un nuevo disgusto. 

También falta Nico, le contestaba yo, porque para leer correctamente una carrera hace falta entender el coche y los neumáticos y cómo de dulce o de áspera se muestra la pista, y trasladar ese universo de sensaciones a los ingenieros para que obren en consecuencia a lo largo y ancho de un fin de semana repleto de trabajo, lectura de datos y preparaciones. Y digamos que sí o neguemos con la cabeza, a Hamilton todo esto le viene grande y a Bottas le falta bastante para decir que cumple a la perfección este cometido.

Los huecos y los silencios que hablan...

Os leo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo ganas que a Lewis se le vean las costuras durante esta larga temporada. Creo que se le va a hacer larga la temporada al pobre de Lewis. Será el número 1 del equipo pero, por ello mismo, los ojos van a estar más puestos en él como no puede ser de otro modo. Todos sabemos lo duro que es llevar sobre la espalda el favoritismo máximo.


King Crimson

Anónimo dijo...

Y tengo ganas también de ver cómo sobrellevan Lewis y Sebastian cuando empiecen las hostilidades entre ellos, que seguro que las habrá. Y de ver cómo lo sobrelleva el periodismo británico y alemán. ;)



King Crimson

international businesses traveler dijo...

Josete, uno de tus mejores entradas de blog desde que te sigo. No puedo estar más de acuerdo. Un saludo y gracias por plasmar así de bien algo que, yo creo, muchos pensamos pero no sabemos expresar así de bien

;-)

Keskus dijo...

Este año Mercedes, y sobretodo Hamilton, va a echar mucho de menos a un piloto que pueda hacer de tapón a los Ferrari (ya fuera Hamilton o Rosberg, según la carrera), y al final al, el haber contratado a un segundo piloto en vez de a un gallito les puede costar cualquiera de los dos mundiales este año

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. Se ha criticado mucho a Nico pero nunca se ha visto realmente lo que había tras bambalinas. Una pena porque lo han desgastado tanto a base de desplantes, feos y favorecer a Hamilton y se han quedado sin la verdadera gallina de los huevos de oro.