viernes, 10 de febrero de 2017

Urgencia [Ferrari]


El término «urgencia» no debería causar problemas a Ferrari. Forma parte de su ADN...

Este año, de momento —cruzo los dedos al escribirlo—, nos estamos librando de los cacareos de don Sergio Marchionne, porque lo suyo desde que llegó a los mandos de La Scuderia nunca ha sido urgencia, sino meter prisa donde no cabía una mota más de presión. Lo que no quita para que recordemos que si 2015 fue un año razonablemente malo, 2016 ha sido perversamente peor para la rossa.

Con posibilidades de quedar segunda, terminó tercera por una penosa gestión de recursos. Había que quedar bien ante los tifosi en Monza y se precipitó la última evolución de la unidad propulsora como quien gasta pólvora del Rey. Lo malo es que luego vino Paco con la rebaja y ya era tarde para pillar a Red Bull.

Por fortuna, y como decía más arriba, algo se ha aprendido de lo sufrido y Marchionne ha hablado lo justito para un jefe supremo en lo que llevamos de 2017, de forma que Arrivabene y su tropa se han podido permitir el lujo de seguir trabajando desde la más absoluta discreción, mientras en los despachos, la de Il Cavallino dinamitaba parte de la ventaja que tenían Brackley y Milton Keynes a cuenta de la interconexión de las suspensiones en su respectivos vehículos.

Machada o farol, el lugar de Ferrari está arriba y es lógico entender que dirima a codazo limpio sus diferencias con Red Bull y Mercedes AMG a cambio de asegurarse una buena posición de partida. 

¿El coche? Bueno, sí, aparte de algunas cifras que han salido por ahí en cuanto a la potencia que arrojará el renovado propulsor híbrido y que al Santader se le escapó que podría llamarse SF-17JB en honor del tristemente desaparecido Jules Bianchi, doy gracias al Todopoderoso de que no sepamos nada. Y entendedme, no es por nada especial, sino, sencillamente, porque por cualquier tontería la prensa se pone en marcha en cuanto suena el nombre de Ferrari, y puesto que una cosa lleva a la otra, el riesgo de que don Sergio saque a pasear su lengua crece exponencialmente, lo que podría sumergirnos en otro desastroso escenario dominado por las prisas...

Y es que lo urgente puede acabar imponiéndose a lo importante cuando hay prisa, y es ahí donde existe realmente peligro.

De forma que lo importante ahora es que La Scuderia dote a Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen de un vehículo capaz de disputar a Red Bull o Mercedes Benz su supuesta hegemonía en 2017, para que lo urgente: demostrar que Ferrari es Ferrari por algo, empiece a resolverse por sí mismo carrera a carrera.

Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este año no hay nada que hacer me temo. Seb es un piloto que necesita un tipo de coche específico que le permita rotar como si no hubiera un mañana y driftear para salir zumbado sobre los pianos, eso los coches de este año con las gomas más anchas me temo que lo harán más complicado y Ferrari no conseguira adaptar ese coche a el. Kimi también es piloto de tiradas rectas, igual de fino pero menos sensible lo que le hace ahorrar goma, pero estamos en las mismas, Ferrari no se adaptará a ellos y menos con la fuga de cerebros que han tenido. Los pilotos están vendidos y sufrirán. RB llevará la voz cantante y veo a Ricciardo campeón si su equipo no se la lía como el año pasado. Hamilton veremos si puede con Bottas, que es igual de bueno en qualy y en carrera más constante aunque menos imprevisible. Apuesto que Ferrari quedará 3a otra vez por mucho pilotos rápidos que tenga. Ya tuvo a un piloto no tan rápido pero que es uno de los mejores de la historia y mira como acabo. Sin desmerecer a Vettel, su líder, puede que casque alguna pole y de ahí una victoria pero nada más. No vale para nada mas mientras que Kimi es una de cal y una de arena. Veremos.

chema dijo...

Apuesto por una recuperación, la marcha de Allison fue un golpe fuerte en un momento de avance. Yo diría están trabajando duro en 2017 y estarán con Red Bull peleando con Mercedes.