domingo, 6 de noviembre de 2016

Knowing the ropes


Uno de los mayores escollos a la hora de explicar 2017, en cuanto a F1 se refiere, reside en que a la peña no le cabe en la cabeza que va a haber más libertad que ahora, al menos nominalmente.

Acostumbrados a que incluso nominalmente no haya existido atisbo de espacio para la creatividad en nuestro deporte, entiendo que a alguien, a la mayoría en este caso, se le atragante cambiar de chip para valorar en su justa medida los pasos que están dando escuderías como Sauber.

Corría verano y se me ocurrió decir en Twitter que Fernando ya estaba probando el MP4/32 en el simulador, y hubo quien me miró raro. Pero relativamente hace poco, hemos conocido que McLaren no había dejado catar a Button «el coche del año que viene» en el bendito cachivache hasta no saber qué iba a ser del futuro del piloto [dentro enlace], y puesto que éste se concretó antes del Gran Premio de Italia [dentro enlace] y a primeros de agosto todavía estábamos hablando de que Jenson podía irse a Williams en sustitución de Felipe Massa [dentro enlace]...

En fin, traía la anécdota de más arriba a colación porque eso de estar probando desde hace meses los coches del año que viene, ni es exclusivo de McLaren ni debe parecernos raro, porque tal y como están las cosas en la Fórmula 1, quien no empieza pronto a moverse corre el riesgo de no salir del corral.

Dicho esto, anteayer, viernes, mi compañero IMac empezó a mostrar síntomas de fatiga por la tarde, y ayer por la mañana, al encenderlo como de costumbre, los ventiladores comenzaron a ir a toda pastilla. Era raro. No había apretado el botón de encendido más de 10 segundos, y sumando sumando, él y yo entrábamos en Defcon 2 cagándonos en Intel y maldiciendo la hora en que Apple decidió abandonar los indestructibles microprocesadores Motorola. Me puse el buzo y tras horas de meticuloso esfuerzo anoche todo iba bien. Y lo que es mejor, ésta mañana, la Unidad de Discos certificaba nuestro buen hacer, y a estas horas, estoy escribiendo como si tal cosa.

Y hoy temprano, Ernesto y yo charlábamos sobre la maldita obsolescencia programada en términos jocosos, y se me ha ocurrido hace un momento que este término neomoderno viene que ni pintado para describir lo que ha hecho Sauber apostando por repetir unidad de potencia 2016 en 2017: evitar envejecer por nuevo.

Has probado en el simulador el C36 de la temporada que viene con la UP Ferrari correspondiente a ésta. La cosa ha ido bien y mejorando las expectivas. Y te preguntas: ¿para qué coño necesito una actualización que me va a obligar a pelear en territorio inhóspito para el que no tengo ni dinero, ni tiempo, ni ganas?

A Toro Rosso le ha ido de cine hasta verano con la unidad de potencia Ferrari del año pasado, ¿por qué a Sauber le iba a ir mal apostando reservona?

Drowning by Numbers -III- Knowing the ropes. Os leo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tb es el proceso natural cuando una escudería abandona un fabricante de motores por otro... les ha pasado a todos, si tenías un buen motor, el año antes de irte te quedas o con uno viejo o con uno nuevo con cero evoluciones para que no veas por dódne va el tema....

2018 sauber-honda...