miércoles, 30 de noviembre de 2016

Un café y a buscarse la vida


Por lo que se comenta por ahí, el WEC (World Endurance Championship FIA) y la Fórmula 1 han firmado una especie de Tregua de Navidad y han decidido que en 2017 las 24 Horas de Le Mans no coincidirán con el Gran Premio de Europa... En realidad, da la sensación de que la F1 es la que se ha bajado los pantalones en este asunto porque es la cita de Bakú la que cambia de fechas, aunque hablar de pantalones y vaselina con estas cosas es mucho hablar, no sé si me entendéis.

Sea como fuere, da la sensación de que la serenidad se ha impuesto, y que a pesar de que a Bernie le joroba sobremanera que sus pilotos se labren sus historiales y currículums lejos de su cortijo, es hora de aplicar un poco de sensatez a eso de andar contraprogramándose porque no está el horno para bollos.

Operación triunfo


Nuestro sistema de creencias nos lleva a pensar que bajo las hojas de rábano en el bancal no hay rábanos. 

No me miréis así. Por no sé qué hechizo de la Bruja de Oz, Mercedes AMG parte como favorita para vencer en 2017 y Red Bull como gran candidata a complicar la vida a la de Brackley. O al revés, qué más da. Tenemos encima un cambio de normativa de pelotas, si me permitís decirlo tal cual, que afecta tanto a la aerodinámica como a los motores de los coches, y a los neumáticos, y por supuesto, también al modo de conducir los monoplazas, es decir: a todo; y no obstante, los gurúes ya señalan hacia qué parte del cielo mirar.

martes, 29 de noviembre de 2016

Que parezca un accidente [Posverdad]


Conforme pasa el tiempo más extraños me resultan los adioses. Lo de Webber parecía claro: cuelga los guantes y el casco y abandona la competición. No hay más que decir, a partir de ahora el australiano se dedicará  en cuerpo y alma a su Anna, a su bici y sus historias... Lo de mi Felipe ya no tanto. El brasileño amenaza con seguir corriendo en otras disciplinas porque dice que lleva las carreras en las venas, ¿quién lo diría?

De Button me despedí una vez, equivocadamente, se entiende [El último gentleman]. La culpa la tuvieron los bulos y eso que llamamos ahora posverdad. Pero cuando McLaren anunció que el británico pasaba a ser embajador de no sé qué, y que dejaba su asiento libre para que lo mantuviera tibio Vandoorme hasta su retorno, escribí que Jenson se retiraba aunque no lo sabía [Jenson y el abogado del diablo].

lunes, 28 de noviembre de 2016

Yo vi triunfar a Nico Rosberg


Ha llovido lo suyo desde el 15 de abril de Abril de 2012. Aquel domingo, recuerdo, escribí sobre el hijo de Keke [Yo vi ganar a Nico Rosberg]. Éramos pocos los que teníamos confianza en él aunque la alegría prendió en la afición: ¿cómo no te ibas a alegrar de que un tipo como el alemán se calzara el Gran Premio de China pilotando un hierro que devoraba las gomas?

Aquello quedó en una anécdota. La gente había olvidado para entonces que a Nico le habían cambiado la distribución de pesos del W01 para favorecer que Michael Schumacher no pinchara en su primer año vistiendo mono de la estrella de tres puntas. Pero Rosberg termina esa temporada practicamente doblando en puntos a su compatriota y compañero de armas (142 contra 72). En 2011 vuelve a quedar por delante de El Kaiser (89 contra 76), y al año siguiente lo hace de nuevo (93 contra 49).

domingo, 27 de noviembre de 2016

Rudolf Caracciola [Rudolf Caracciola]


Cuando empiezas a tomarte medianamente en serio todo esto, lo primero que haces como aficionado es buscar referencias. La actualidad está bien, pero sientes necesidad de ir confeccionando tu propio baúl de los recuerdos con imágenes, vídeos, películas, revistas y libros, que con el paso del tiempo se convierten en un montón abundante (a veces engorroso de manejar) de imágenes, vídeos, películas, revistas y libros.

A la llamada de este bucle melancólico no escapa nadie, y quien no haya caído todavía en él seguro que acaba haciéndolo. Y así, de entre las brumas de la memoria surgen nombres e historias que quieres atrapar como sea, porque, en el fondo, todos somos unos frikis de tomo y lomo. Cuando entreguemos la cuchara no seremos los más ricos del cementerio, pero seguro que somos los más felices.

viernes, 25 de noviembre de 2016

In God we trust


Mientras ponemos el cronómetro en marcha a la espera de que pasen pronto esos 10 años que proponía ayer Lewis Hamilton para que sepamos la verdad, su verdad, esperamos pacientemente a que transcurra el Gran Premio de Abu Dhabi y disfrutamos de esta preciosa instantánea de Tim Woods en el COTA, vamos a echar el ratito mirando por la ventana hacia dentro de unos meses, puesto que Pirelli ha llevado a Yas Marina una bonita muestra del producto que usarán los monoplazas la temporada que viene.

Hasta aquí todo bien, que decía aquél. Las nuevas gomas se probarán por última vez el próximo lunes, y de ahí, a esperar a la pretemporada de la campaña siguiente, cuando se las tengan que ver cara a cara con los cacharros que disputarán el calendario oficial 2017.

jueves, 24 de noviembre de 2016

L'era del cinghiale bianco


Este próximo domingo no será otro cualquiera. Para mí y los de mi generación, o sea: cuatro gatos que aunque ahí le anduvimos no vimos correr a los Picapiedra en el rocódromo oval de Piedradura, el Gran Premio de Abu Dhabi 2016 supondrá un punto y coma de lenta digestión.

El otro día me despedía de Felipe Massa, mi Felipe. El próximo lunes, seguramente lo haga de Jenson Button. Y aunque Mark Webber ya se despidió de la Fórmula 1 a finales de 2013, parece que resulta adecuado hablar hoy de él, ahora que ha terminado la temporada del WEC y el aussie cuelga los guantes y el casco, tal y como anunció hace un par de meses.

El mesías que no fue


Que la noticia más reseñable sobre Ferrari sea que este año podría no celebrar la tradicional comida de Navidad, habla a las claras de lo conseguido por Maurizio Arrivabene en los dos años que lleva al frente de Maranello: que la comida de marras penda de un hilo.

Doy por seguro que al final se celebra, pero lo cierto es que a rossa no cuenta ni siquiera como telonera en la batalla que habrán de mantener Lewis y Nico en Yas Marina. Aunque también es verdad que no lo hace, fundamentalmente para una prensa británica a la que en momentos como éste, se le ve la patita en cuanto a qué cartas reparte y cómo lo hace. ¡Ay, cómo cantaría el gallo si Ferrari tuviera sus posaderas asentadas en el United Kingdom...!

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los autómatas


Las promesas de avance tecnológico suelen surtir una fuerte excitación en determinados individuos, similar a la que sufría Woody Allen en Sleeper, cuando fingiendo ser un robot-mayordomo neutro y profesional, alcanzaba un no se sabe qué que iba in crescendo cada vez que sostenía entre sus manos la bola del placer (Orb)... hasta que prácticamente no había manera de quitársela, como le sucedía a Gollum con el Anillo Único.

Creo que he escrito sobre la RoboRace en un par de ocasiones y la única ventaja que sigo viendo en términos de competición a que una inteligencia artificial sea capaz de conducir un coche de carreras, consiste en que Kimi podría echarse una siestecita dentro del habitáculo mientras el piloto automático hace lo posible por llegar a la meta.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Así, en general


No tiene precio comenzar la mañana moviendo el esqueleto al ritmo de Love Runs Out (OneRepublic) con Eileentxu mirando como si te hubiéses vuelto loco, eso sí, mientras busca refugio bajo la mesa por si en un descuido se me suelta un brazo y le cae encima...

Luce un día precioso y conviene empezarlo confesando públicamente algún pecadillo. No sé,  que tienes preferencia por grupos que cantan en inglés, por ejemplo, porque del idioma de los anglosajones entiendes lo justito cuando te lo hablan y aunque a lo peor te andan llamando cabrón, como no te enteras...

domingo, 20 de noviembre de 2016

Nico y Lewis


Han pasado diez días desde que escribí «No mojarse», y, a las puertas del Gran Premio de Abu Dhabi, la sensación sigue siendo la misma que entonces. 2016 pesa demasiado, y puesto que el campeonato, o mejor dicho: lo que queda de él, no es capaz de tirar de sí mismo, la prensa posa sus ojos en la periferia con tal de mantener vivo algo que huele a zombi por los cuatro costados.

No está mal. Los años previos a un cambio de normativa suelen resultar mortecinos de narices. Al menos en el último lustro y medio así ha sido, aunque yo, personalmente, agradecería un poquito de mayor interés en los acontecimientos reales en vez de tanta información sobre cosas que formando parte de la maleta de la Fórmula 1, en realidad, sólo sirven para distraer la atención mientras esperamos a que suceda algo.

sábado, 19 de noviembre de 2016

El mañana


Nominalmente soy escritor para niños, ilustrador para niños, artista infantil, que se dice, además de azote del automovilismo deportivo, obviamente. Y Charo anda loca porque recordemos que hoy es el día en que se conmemora, oficialmente, que a nuestros tesoros no se les toca...

No me llevo bien con mis cuñadas y cuñados, pero ¡coño!, mis sobrinos y sobrinas, todos, me adoran. Quizás sean las noches que pasamos juntos cuando les contaba yo historias de miedo o cuando veíamos películas de Star Wars. Los biberones que no tiraban porque sobraban grumos, el calor, mi Regina que me interrogaba cuando nació Josu sobre si la iba a seguir queriendo, a ella, mi niña pequeña a quien tantas veces arrullé en mis brazos para que cogiera el sueño...

Inception


No tenía pensado escribir tan pronto sobre Felipe Massa. Oficialmente termina su carrera en Fórmula 1 el domingo de la semana próxima, cuando cerremos esta temporada en el circuito de Yas Marina. Me parecía precipitado hacerlo cuando manda la liturgia, porque soy reacio a aceptar órdenes y porque me molesta sobremanera reír o llorar cuando dicen que toca.

Seguramente habría accedido a hacerlo de no haber ocurrido que durante el Gran Premio de Brasil, ante su público, después de un buen sartenazo en pista, la figura de mi Felipe fuese abusada por el FOM para recordarnos que queda algo humano entre los restos de este deporte. Me pareció que él consentía, que sobraba la mitad del metraje. Lo dejé escrito cuando lo de México con Checo Pérez: Massa buscaba sentir calorcito en Interlagos...

viernes, 18 de noviembre de 2016

¡Estamos tan calentitos!


Me llama poderosamente la atención que a estas alturas de la semana, después de la que se montó el domingo pasado en el Gran Premio de Brasil, incluso nuestros más punteros gurúes, menos bonitos, siguen dale que dale llamando cualquier cosa a los pilotos en vez de afinar su puntería sobre el diseño de los monoplazas, principal causa de que las carreras de F1 en mojado hayan comprado todas las papeletas para pasar a la historia como un entrañable recuerdo.

Reconozco que es más fácil llamar «nenazas» a los conductores que advertían constantemente de lo jodido que se había puesto correr en Brasil, que explicar al público por qué resulta bastante bobo trazar comparaciones con épocas pasadas, cuando, lamentablemente, no hay prácticamente nada que comparar.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Azul y la naranja mecánica


Azul sabe que los listos de la clase se ríen de ella, pero hace como que no le importa porque si los mandara a tomar por donde amargan los pepinos, como le pide el cuerpo, la estigmatizarían como me estigmatizaron a mí...

La Fórmula 1 no es un lugar lindo en el cual envejecer. Tarde o temprano te acabas sabiendo todos los trucos. Ellos son como el mecanismo de un chupete. Tú llevas grabado a fuego en la frente que la única diferencia entre presa y cazador consiste en que uno de los dos conoce cuál va a ser el siguiente movimiento del otro. 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

So long, Ron!


La vida es injusta, en vez de Lewis Hamilton, es Ron Dennis quien debería estar protagonizando un cameo en Call of Duty Infinite Warfare. Lo merece infinitamente más.

«La primera regla del Fight Club es: Nadie habla sobre el Fight Club.» Y Ron nos había hurtado que lo suyo son sólo negocios aunque por la noche, cuando nadie les ve, por puro placer, se faja a hostias en el aparcamiento de Woking con Mansour Ojjeh y con Mahmood H. Alkooheji. Por turnos, como mandan las reglas del Club de la Lucha, porque él está hecho un toro y porque entre amigos tiene que haber un mínimo código de honor, aunque sólo pueda quedar uno, como en Los Inmortales. 

Vendiendo Ferrari


Si me encargaran escribir el guión de una película en la que un hombre de negocios destruye el sueño de un visionario, tomaría pie en lo que está ocurriendo en Ferrari. Porque está sucediendo...

El acoso y derribo de Luca Cordero di Montezemolo fue de manual. Desde la muerte de Il Commendatore (1988), el de Bolonia ejerció de sumo sacerdote de la cultura rossa. Fue él quien mantuvo la serenidad al timón y dio los pasos adecuados para que La Scuderia retornara al sendero del éxito después de dos décadas señaladas por las derrotas. La etapa Schumacher marca un antes y un despúes, pero en cuanto desaparece de las pistas el piloto de Kerpen (2006), a la de Il Cavallino le ocurre algo...

lunes, 14 de noviembre de 2016

El culito de Mr. Magoo


Acabo de terminar de ver la carrera de ayer, y puesto que tendré tiempo esta semana para escribir largo y tendido sobre el carrerón que se cascó Max, sobre la porquería de producto Pirelli o sobre Charlie Whiting y su empeño desmedido en seguir jugando a la ruleta rusa con la vida de los pilotos, me voy a despachar a gusto con los integrantes del set de Movistar F1, lugar donde se batía por goleada aquel momento glorioso en que Antonio Lobato llamó ameba a Kimi Raikkonen, y en el que se echó en falta a nuestro Rompetechos.

Consciente de que el héroe de Paco Ibáñez puede quedar un poco a desmano de los modernos creadores de contenidos y youtubers, he mencionado en el título de esta entrada a Mr. Magoo, porque Rompetechos es, en esencia, la versión castiza de Quincy Magoo; porque a éste le hicieron una película en Hollywood; y porque uno y otro son en el fondo lo mismo: personajes de ficción que responden a lo que les rodea como si estuvieran viviendo una realidad diferente, sencillamente porque tienen deficiencias de visión.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Gris de Payne


Si no fuese porque ha amanecido gris de Payne y sonando You want it darker, parecería adecuado desperezar el día dando la bienvenida al Gran Premio de Brasil.

Desgraciadamente todo es un poco más oscuro y chiquito hoy. Cohen se ha apagado a los 82 años de edad, cuando pensábamos que los dinosaurios son inmortales, cuando sabemos que a los tipos como él pueden otorgarles el Nobel de Literatura. También se ha ido Nieva, y con ellos ciento doce mil ancianos, cincuenta mil setecientos sesenta y dos soñadores, quince poetas anónimos, ciento tres fábulas, nueve mil resistentes, seiscientas mil ocho víctimas inocentes, siete soldados en acto de servicio, una treintena de locos y trece mil cuatrocientos veintitrés niños...

jueves, 10 de noviembre de 2016

No mojarse


Mucho se lo van a tener que currar los de Liberty si quieren llegar a tiempo. Bernie dura y dura, como el conejito de Duracell, y a las puertas de la vigésima prueba del Mundial 2016, la información disponible parece más un refrito de cosas pasadas que actualidad pura y dura.

Los yankies venían a salvarnos, pero dice la Bruja de Blancanieves que como sólo tienen un 10% de momento, ya se encarga él de llevarnos a buen puerto...

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Hace frío


Esta mañana nevaba en el viejo Nordschleife y a estas horas me considero un hombre afortunado porque Donald Trump no me ha llamado aún para decirme por teléfono «I'm your father».

Mi desgastada vida da para que recuerde cómo llegó Ronald Reagan a la Casa Blanca, y Bush padre más tarde, y luego Bush hijo. Y aunque hace un frío de pelotas ahí fuera, tengo confianza en que Trump, que ni ha sido actor de medio pelo tirando a malo de cojones, ni hijo de su madre en la CIA y fuera de ella, ni fronterizo en inteligencia, sepa aplicar dentro del despacho oval la misma filosofía exitosa que en sus negocios.

martes, 8 de noviembre de 2016

Non succedera piu


Ahora que a Bernie le ha dado por britanizar aún más la Fórmula 1 para que David Coulthard nos salga diciendo en cuanto le enfoca una cámara, que este deporte es full british porque así lo quiso God, el dios de los anglosajones...

Esperad un momento, sobre esto escribí algo hace mucho, mucho mucho tiempo:

¿Qué busca papá?


La temporada aguanta como puede, que no es poco. Los síntomas son evidentes: el sentido del humor anda por los suelos, a la peña le ha dado por filosofar sobre la entidad del concepto «deporte», y hemos bajado la guardia hasta el punto de que con la llegada de Lance Stroll a Williams, no se nos ocurre mejor idea que hablar de la calidad del chaval, de pilotos de pago, de filantropía paternofilial o de amor de padre, a secas, cuando a lo peor el que ha desembarcado en la Fórmula 1 es don Lawrence, a la sazón, progenitor de la criatura y tapado de esta historia.

Es sabido que Jean Piaget utilizaba a sus críos como cobayas para desarrollar sus teorías contructivistas sobre el desarrollo cognitivo y relacional en la infancia. Desconozco si la madre puso el grito en el cielo alguna vez, o incluso si corrió a gorrazos a su eminente esposo, pero básicamente, que los padres usen a sus hijos para levantar sus propios castillos en el aire, ni es nuevo, ni debe resultarnos extraño.

lunes, 7 de noviembre de 2016

La Gran Guerra Ñu


Hace años, Tadeo bautizó como ñúes a los abundantes aficionados anti-Alonso que, como una manada de bóvidos africanos, surcaban el desierto del Serengueti sin ton ni son en pos de una estrella del automovilismo a la que agarrarse. Primero fue el Hamilton de 2007 y 2008, después le tocó el turno a Sebastian Vettel...

Cuando eso que denominamos comúnmente alonsismo pasaba por sus peores momentos, el ñuísmo se hizo fuerte en las numerosas evidencias que quitaban la razón a los seguidores del asturiano. 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Knowing the ropes


Uno de los mayores escollos a la hora de explicar 2017, en cuanto a F1 se refiere, reside en que a la peña no le cabe en la cabeza que va a haber más libertad que ahora, al menos nominalmente.

Acostumbrados a que incluso nominalmente no haya existido atisbo de espacio para la creatividad en nuestro deporte, entiendo que a alguien, a la mayoría en este caso, se le atragante cambiar de chip para valorar en su justa medida los pasos que están dando escuderías como Sauber.

Gente buena para el negocio


Afirmando que la Fórmula 1 necesita una docena de Hamilton, Bernie viene a comportarse como un trilero manejando vasos de cristal para ocultar el garbanzo. 

Mal está que una persona de su posición haya entrado en el juego de desestabilización contra Nico Rosberg. Mal, también, que el boss haya tomado partido por uno de los dos únicos aspirantes al título de esta campaña. Pero peor me parece que esté disparando contra uno de sus sueños más húmedos: que la temporada llegue viva a la última carrera.

viernes, 4 de noviembre de 2016

Espumas de realismo


Cuando el pesimismo vale lo mismo para un roto que un descosido, es que ni es pesimismo ni es nada.

En fin, a cuenta de la entrada de ayer [Preparad la vaselina], texto que por otro lado forma parte de mi discurso habitual, para qué vamos a engañarnos, hay quien insiste en acusarme de pesimista quizás por desconocimiento de lo que realmente significa el término pesimismo, o bien por evitarse el trago de mirar la Fórmula 1 tal cual es y aceptar que no es acreedora que digamos a muchas idealizaciones.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Preparad la vaselina


Después de conocer que en una prueba de simulación, los neumáticos Medios de Pirelli aguantaban 111 giros al circuito Hermanos Rodríguez, me he puesto a pensar en cómo de ingrata es la vida: estamos a punto de estrenar nuevo reglamento, por ejemplo, y mientras veo a mi alrededor más alegría concentrada que en la Plaza de Sol en Nochevieja, camino entre ella con The Rains of Castamere sonando en mi cabeza.

A ver, en agosto del año que viene este blog 10 años en activo y he visto desde su puente cómo nos la han metido doblada en tres ocasiones, y además, siguiendo el mismo rito.

Pascal y el efecto Magnussen


Se veía venir, de hecho he escrito bastante sobre esta peculiaridad de las aficiones como la nuestra. Pero no puedo ocultar que me entristece bastante comprobar que la prisa por retirar a determinados pilotos para que entrara sangre nueva, nos está llevando, al final, a comenzar a pensar en si los integrantes del reemplazo cuentan o no con planes de pensiones.

Max, y pare usted de contar. Y porque el holandés lleva un pepino bajo el culo ahora, que si no, estaríamos clamando para que se lo dieran a la mayor brevedad posible. Pero, ¿y el resto?

miércoles, 2 de noviembre de 2016

El maestro de marionetas


El humor inteligente está de capa caída. Buscamos el humor facilón a lo Mauricio Colmenero, y así, se nos olvida que para que FOM nos deje escuchar un mensaje por radio, previamente lo ha escuchado el responsable de edición, quien luego ha seleccionado las partes que considera importantes, le ha puesto píiiiiiiii a las palabras malsonantes, y, al final, lo hace público.

En comunicación esto se llama censura. Es verdad que me quedan muy lejos los estudios sobre esta disciplina, pero no tanto como para haber olvidado que censurar no consiste sólo en evitar que se escuche, vea, o lea algo, digamos que inapropiado, sino, también, en «valorar la verdad» por si resulta adecuada o no, y manipularla si hace el caso para que suene diferente una vez se hace pública.

martes, 1 de noviembre de 2016

#ConspiracyOn


Hace años, cuando apatecía reírse un rato y se podía, o te dejaban, que lo mismo da, jugábamos en este blog con la posibilidad de que el proveedor único de neumáticos limpiara sus stocks de producto a final de temporada, cambiando el color de sus bandas distintivas, de forma que los duros podían pasar por blandos, los blandos por medios, ruedas viejas por nuevas, etcétera. 

Creo que incluso hay por ahí atrás, muy atrás, una entrada en la que se refiere cómo Marc Gené admitía ante las cámaras, que determinado compuesto no reaccionaba como se esperaba ni bajo condiciones similares de utilización a las exploradas meses antes.

Todos los santos


Cuando terminemos ahogándonos bajo las toneladas de melifluidad y equidistancia que producimos a diario, acabaremos levantando un santuario a Felipe Massa, mi Felipe; y peregrinaremos hasta él todos los años, ordenadamente, cuando toque o cuando nos digan. 

Somos dóciles. Nos dicen que el paulista se comportó profesionalmente en el Hermanos Rodríguez ante Checo Pérez, y lo creemos a pie juntillas. Lo justifican en base a que Williams necesitaba los puntos tanto como Force India, en que hay patrocinadores a los que responder, expectativas que cumplir, y se nos olvida preguntar dónde andaba el brasileño en otras lides donde había expectativas, patrocinadores, y donde cosechar puntos y ser profesional también era importante.

Noche de ánimas


Ataros los machos, voy a defender a Vettel aunque me siga cayendo como el culo, recordando que ayer, si viviera Il Commendatore, il padrino habría sido el primero en arroparle, porque Ferrari lucha hasta la extenuación o el desastre, y siempre es preferible caer así, roto, rosso mientras te escupen, que hacerlo bajo toneladas de autocomplacencia.

Estoy mayor para aceptar que no existe para mí una Tregua de Navidad. ¿Sabéis esa historia, no? Si no la conocéis, joderos, es una de las más hermosas que ha escrito la humanidad, pena que llegaron los de siempre para imponer el orden y la disciplina. Pero decía que estoy mayor para aceptar que hay que rechazar de plano que años y años esperando a que un niñato se enseñe como un hombre, cuando por fin éste muestra los dientes, responder tan imbécil como para no quitarme el sombrero en señal de respeto.