lunes, 31 de octubre de 2016

La mano de Dios


Si estuviera entre nosotros el gran Carlos Castellá, seguramente habría mencionado la suerte de los campeones en su crónica del Gran Premio de México, para describir la potra que tuvo Hamilton ayer, evitando una penalización a todas luces merecidísima. 

Los campeones siempre disponen de ese tipo de suerte que no gozamos el resto de seres humanos, y baste recordar para ratificar lo que digo aquel gol que marcó Diego Armando Maradona en el Estadio Azteca de México, cuando Argentina disputaba los cuartos de final del Mundial de Fútbol 1986 frente a Inglaterra. El pelusa jamás negó (salvo en el campo, se sobreentiende) que aquel primer gol fue marcado ilegalmente, aunque tuvo la destreza mental de bautizar el ardid como La mano de Dios para que así se recuerde por siempre jamás.

Aquí no se libra nadie


Como guía para despistados, os confirmo que ayer noche escribí sobre quien considero último y máximo responsable de que el Gran Premio de México terminara como el rosario de la aurora o una jaula de grillos: don Charlie Whiting; que ensalcé en dos ocasiones la fabulosa labor realizada por Sebastian Vettel sobre el asfalto del Hermanos Rodríguez; pero que así y todo, no me ha faltado esta mañana mi ración de pedradas por mi feroz antivettelismo.

Lo escribía el sábado: el forofismo es un camino de ida y vuelta y por mucho que creas que estás en el lado bueno, o, incluso, que haces funambulismo sobre la fina línea que delimita ambas direcciones, siempre encontrarás a quien no le guste lo que dices, o a quien te tachará de sesgado o aún de cosas peores. No, no se puede contentar a todo el mundo. 

domingo, 30 de octubre de 2016

El piloto del día


Hoy se ha hecho por fin justicia, Charlie Whiting ha sido declarado Piloto del Día, no de manera oficial, hasta ahí no llegamos todavía, sino a través del malestar generado entre los aficionados por su sucio proceder en México.

Me apena por Vettel, hoy más víctima que verdugo. Oficialmente ha sido el Driver Of The Day, pero su fabulosa carrera en el Hermanos Rodríguez se ha empañado en los metros finales porque Sebastian siempre vence a Sebastian, y al cruzar la meta, admitámoslo, ha dicho por radio lo que tantas veces hemos soñado con decir nosotros... si tuviésemos cojones para hacerlo.

sábado, 29 de octubre de 2016

¡Que viva México!


Hoy ha sido un día suficientemente bonito como para que no me apetezca estropearlo hablando de Bernie. Sí, sé de sobra que esta mañana...

En fin, a lo que vamos. Estoy montando una pequeña historia que tiene mucho que ver con todo esto —no, el libro va bien pero no lo he tocado—, he escuchado el debate de consagración de Rajoy II y el previo y la calificación para el Gran Premio de México hasta casi el final de Q1, luego he visto el resto, y cuando pensaba que la jornada no daba para más, el cachondeo total ha venido cuando un aficionado caído del cielo ha espetado a alguien que no puede ser alonsista porque se le caería la piel a pedazos, precisamente de sesgado, rencoroso y poco menos de no entender ni papa de Fórmula 1, por haber dicho no sé qué sobre Sebastian Vettel en Twitter.

3.000


Siento una especie de atracción irresistible por los personajes sombríos, por las historias sombrías, por los entornos sombríos. Quizás por todo ello respondo a la vida con toda la alegría que llevo dentro, y cuando hace falta, con un puntito más que nunca sé de dónde lo saco.

Ésta hace la entrada número 3.000 de un gigante que he construído palillo a palillo, como el puente colgante de Portugalete o el molino de viento que nos mandaban hacer los frailes en el colegio. Engendros que empezabas con ilusión, una o dos cajas de mondadientes y un tubo de pegamento Imedio, y acababas con ayuda de tu madre, o de tu hermano, sin ganas y tirando de engrudo casero porque el Imedio hacía horas que se había terminado.

viernes, 28 de octubre de 2016

Match-ball


Me molestan las afirmaciones torticeras. No sé cuándo publicaré esta entrada (hay que cenar), pero he comenzado a escribirla en cuanto he silenciado la retransmisión de Movistar F1, concretamente, tras escuchar que Sebastian Vettel había manifestado que se trabaja mejor en Ferrari ahora que cuando él llego.

Puesto que sabemos quién estaba en Maranello inmediatamente antes de que el de Heppenheim aterrizara en la rossa, voy a ahorrar algunos atajos a quienes me buscan las vueltas, para decir que este nivel de soplapollismo es difícil de superar; que lo que voy a decir no tiene nada que ver con quien desgraciadamente abandonó La Scuderia porque se había cansado de no poder optar a nada mejor que un segundo puesto; ni mucho menos, con esa sustantivación del trabajo como sinónimo de éxito, ante la cual, los mediterráneos e hispanos somos tan dados a bajarnos los pantalones.

Un futuro merecido


Decía mi abuela que la prisa es mala consejera, y si traigo a colación una de sus frases más míticas, no es por otra razón que por recalcar (una vez más), que la mayoría de ansiedades que sufrimos no son naturales, sino postizas, impuestas fundamentalmente, por una prensa que necesita imperiosamente acertar, dar en el clavo antes que la competencia o recordarnos al menos tres veces al día, veintiuna por semana, que ella lo dijo primero.

Y el caso es que echando la vista atrás —tirando de hemeroteca, que se dice ahora—, encontramos más cagadas que aciertos, más silencios que solicitudes de perdón por precipitarse, en definitiva, más de lo que ya sabemos que de lo que nos contaban.

No está «niquelao»


Durante la pretemporada, nadie en su sano juicio se «moja» con ningún vehículo salvo que la cosa esté muy clara, pero que muy clara, ya que se desconoce prácticamente todo: desde el enfoque de las sesiones a la carga de gasolina que está usando determinado piloto en determinado momento. 

Los tiempos nos ofrecen algunos datos, las sensaciones, otros. Luego están los comentarios de los pilotos y los ingenieros o los jefes de equipo... Todo eso sirve para hacerse una idea y para poquito más, porque por si fuera poco, el reglamento no está vigente y pudiera ser que se estuvieran utilizando piezas o elementos ilegales para sondear aspectos legales del monoplaza, o, mismamente, la energía eléctrica por encima de los 33 segundos que la normativa permite por vuelta.

jueves, 27 de octubre de 2016

¿El CO2 mató a la estrella de la radio?


Ismael nos contaba a Sara y a mí, el sábado pasado, que estaba hecho lo de la salida de Audi del WEC (World Endurance Championship FIA) con dirección a la Fórmula E. 

No le veía sentido, y así lo dije, obviamente metiendo la pata hasta el corvejón, porque ayer se hacía oficial que la de Ingosltad abandona a final de temporada el que ha sido su territorio natural durante casi dos décadas, que se dice pronto. Y sí, el objetivo es centrarse en el DTM (Deutsche Tourenwagen Masters) y el invento de Alejandro Agag.

Sargento Gos, esta salva va por ti


Me enternece encontrarme con gente que apenas me conoce de nada, pero se siente arrogante para decirme que le gusto cuando escribo de Fórmula 1 pero cuando hablo de mí, doy pena.

Mirad, siempre escribo sobre mí, éste es mi territorio y en él cazo o pesco cuando me da la gana, como me da la gana, vestido o en pelota picada. Cuando llevas un blog, tarde o temprano acabas eligiendo si lo conviertes en un diario o en un púlpito, y, afortunadamente, elegí temprano y bien, tanto que no me hace falta ir a los cementerios porque de mis muertos me despedí aquí, y aquí quiero decir adiós a un colega de cuatro patas, Gos, el chuchillo que murió asfixiado anoche en el incendio que asoló la casa de mis consuegros.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Mi Felipe, «The movie»


Se huele Interlagos en el horizonte y mi Felipe ha decidido ir caldeando el ambiente. Se retira y quiere hacerlo en olor de multitudes aunque Yas Marina nunca ha dado para tanto, ni cuando decidieron bautizar Abu Dhabi con doble puntuación que el resto del calendario. 

Brasil está bien, es mucho mejor para estos menesteres, creo que se entiende. Interlagos en las afueras de Sao Paulo, el José Carlos Pace, eso es Massa. 

lunes, 24 de octubre de 2016

Un tal Fernando y yo


Comprendo que sea tarde para confesarse. Incluso es tarde para evitar las llamas de la hoguera. No lo lamentéis, hace tiempo que asimilé de qué iba todo esto. 

Hampeón dijo de mí que soy un cabrón al teclado; mi troll de cabecera —uno y trino, o lo que se tercie—, levantó dos blogs para rebatirme y vino aquí con la intención de partirme las piernas, cosa que no consiguió, entre otras circunstancias, gracias a vosotros. Me lee gente que dice no leerme. Gente que reniega de mí. Gente que dice intoxicarse con mis entradas, que querría que dedicara mis letras a sus afanes en vez de a los míos. Gente, en definitiva, que se consuela viéndome como el enemigo a batir, aunque siempre a través del barniz que me protege de la intemperie.

El aliento del sapo


Jonathan Noble nos contaba el sábado pasado, la bonita historia que hay detrás de la foto que decora esta entrada [La historia detrás de la foto de la que habla toda la F1]. La captura fue hecha en Suzuka por el fotógrafo Peter Fox, quien congeló un instante único que, a la postre, ha dado incluso para algún que otro análisis técnico.

Nico sobre su carro de fuego en Degner, sirviendo ambos de excusa y acelerante para el incendio de bocas abiertas y genuflexiones que vino después. Entiendas mucho, algo, poco, o nada de todo esto, la imagen no te deja indiferente. Existe en ella un brutalidad bellísima, animal, en la que se intuye una bestialidad que funciona como la maquinaria de un cronómetro suizo, que, además, precisa de alguien que la gobierne como quien susurra el horizonte a un dragón.

Derecho a crecer


El SafetyCast de esta tarde promete. Si Skype no me deja tirado, tendré que defender a Ferrari y a Verstappen... Llevo haciendo levantamientos consecutivos de ADN vasco desde las 05:00 de esta mañana, en tandas de a 100, como hacía abdominales don José María Aznar en sus buenos tiempos...

Ahora en serio, no sé qué coño nos pasa. La diosa Fortuna nos ha regalado un momento único como aficionados y somos tan patanes que lo desperdiciamos. Carlos y Max son dos diamantes en bruto a cuyo pulido nos dejan asistir gratis, y porque uno es español y el otro el niño mimado de Marko, o porque éste último está en Red Bull y el primero sigue en Toro Rosso, o porque todos querríamos ser como ellos, el caso es que no paramos de crear frentes.

Una rebequita para Maurizio


Estrenamos semana, renovamos votos e ilusiones, pero lamento deciros que todo va a quedar en nada de aquí a unos días. 

Llega acelerado el Gran Premio de México, metiendo prisa, avisando que el lunes próximo está a la vuelta de la esquina y que así se nos pasa la vida: abriendo los regalos de Reyes para guardarlos sin usar en un armario que cerramos con candado, para preguntarnos, mucho más tarde, dónde los pusimos, qué fue de ellos y qué fue de nosotros... Dónde guardamos la llave.

domingo, 23 de octubre de 2016

Cualquier tiempo pasado fue peor


Creo que podemos coincidir en que la vida sería infinitamente menos hermosa si no estuviese cosida con alfileres. Es ver cómo saltan algunas costuras en cuanto se tocan, y que entre la risa floja.

La Fórmula 1, por ejemplo, es un formato de competición al máximo nivel en buena medida irrepetible, pues se define alrededor de las normas que lo regulan en un momento concreto. Cuando cambia el reglamento, nos pongamos como no pongamos, se modifica también lo que entendemos por Fórmula 1, de forma que se puede decir sin temor a errar, que no hay una F1 idéntica a otra aunque todas se denominen igual. No obstante, en cuanto tensas el arco todo son comparaciones entre situaciones incomparables, estadísticas y cifras, mayoritariamente enfocadas a la labor del piloto, a sus hazañas y logros, y de ahí se ve que no salimos o no sabemos salir, o no podemos salir.

sábado, 22 de octubre de 2016

Daniil en la nube


Mucha escuela de pilotos, mucha vaina, pero las pelas son para Red Bull un ingrediente tan importante o más que la calidad de sus chavales.

Sergey Belousov, CEO y fundador de Acronis, empresa archiconocida por los aficionados a la Fórmula 1 que se dedican a la informática y al almacenamiento en la nube (the cloud), se rascaba el bolsillo en mayo pasado y firmaba un acuerdo de permanencia como patrocinador de Toro Rosso, que en julio se prorrogaba al menos dos años más, lo que a la postre, ha permitido a herr doktor Helmut Marko anunciar a través de la de Franz Tost, en Austin, que Faenza está muy satisfecha de poder confirmar la continuidad de Daniil Kvyat en el equipo durante 2017. 

Compartiendo rancho y catre


Hace un año, más o menos, los dedos se les hacían huéspedes a los cuatro entendidos del barrio viendo que no llegaba la hora en que el populacho dejase de dar el coñazo. El café para todos estaba llegando a su fin. A Antonio Lobato le quedaban cuatro telediarios. Idéntico número de carreras que faltaban entonces para concluir la temporada 2015 y cerrar con ella, una etapa que arroja más luces que sombras para el aficionado en España.

Pero Paco nos esperaba en la esquina. Armado con su famosa rebaja, vino a segar con ella la hierba bajo los pies de los exclusivos. 

jueves, 20 de octubre de 2016

Lewis se va a la guerra


Desconozco si fruto de una efervescencia transitoria —como la que confesaba a sus lectores que sufrío don Antonio Caño a cuenta de sus epístolas en El País sobre las guerras ferracinas—, nuestro más reciente tricampeón del mundo ha protagonizado un cameo virtual en Call of Duty Infinite Warfare.

No es cosa de locos aunque resulte bizarro de narices. Empero, no estamos ante un calentón literario como el que entretiene en estos momentos a Arturo Pérez-Reverte y Francisco Rico, ambos académicos de la RAE, ambos declarados cervantistas, ambos olvidadizos del desdén al propio ego que muestra nuestro más grande escritor en el prólogo de su más grande libro:

miércoles, 19 de octubre de 2016

Vosotros y vosotras


Ayer o anteayer —disculpadme, la gripe no me deja recordarlo—, conocíamos que la Real Academia Española de la Lengua salía a poner los puntos sobre las íes al espinoso asunto de la duplicidad de términos con distinto género en la misma frase —miembros y miembras y patadón y p'alante, ya sabéis—, y cuando pensaba que me quedaban pocas cosas por ver, descubro que sigo siendo un ingenuo y que hay más gente de la que imaginaba, que necesita que la autoridad competente sancione que lo está haciendo bien, que todo está bien y mucho bien y tal.

Vaya por delante que no pienso posicionarme en este debate hasta el día en que vea con mis propios ojos en las estanterías de las librerías (si es que queda alguna entonces), títulos como El código y la códiga Da Vinci, Cumbres borrascosas y borrascosos, El viejo y la vieja y el mar y la mar, o Todos y todas eran mis hijos y mis hijas.

lunes, 17 de octubre de 2016

Mamá, quiero ser Force India


De mayor quiero ser Force India. Es un anhelo que no he ocultado jamás. Segurola, campechana, traquilota y a lo suyo, se cuentan por centenares las noticias que han hablado de su desaparición, contestadas una a una sobre la pista, donde importa.  

No sé si mi afán daría para que lo cantara Concha Velasco... A ver: «¡Mamá, quiero ser Force India! / ¡Oh Mamá, ser protagonista! / Con pieles o harapos con tal de ser trapos, / de estrella solista que hace suspirar...»

domingo, 16 de octubre de 2016

Shake it off


Sabiendo que Mercedes AMG se calzó en Suzuka el título mundial de constructores, El Gran Premio de los USA se nos ha quedado como cualquiera de nosotros después de 20 días de dieta. 

Bien es verdad que si en España Lewis no hubiera abordado a Nico por donde no se debe, o que si en Austria, Rosberg no hubiese intrepretado el papel de un chaval afeado ante las chicas del instituto por el capitán del equipo de fútbol, este enigma lo teníamos resuelto desde Spa-Francorchamps como muy tarde. 

sábado, 15 de octubre de 2016

Simpatías


Cuando una actividad lúdica, la que sea, elige antes mirarse al ombligo que entender lo que sucede a su alrededor: está muerta.

Vengo de lugares más tormentosos que éste, de hollar veredas con más hijos de su madre por centímetro cuadrado de los que pone la Fórmula 1 en mi camino. Pero las constantes allí y aquí son idénticas. No falla, cuando a falta de chicha el friki se instala en la autocomplacencia y busca tallar trincheras artificiales con el friki de enfrente: huele a cadáver.

Operación de falsa bandera


A pesar del tiempo transcurrido desde la disputa del Gran Premio de Japón, tenemos sobre la mesa apenas un par de datos o tres a los que agarrarnos, y para compensar, versiones de lo ocurrido como para parar un carro, que, sin embargo, inciden en lo mismo: el proyecto sigue estando verde, McLaren no supo leer la carrera y el chasis es una castaña. ¡Abandonad la size zero, coño...! 

Vaya por delante que me encanta la size zero. Red Bull también la utiliza y el RB12 va como un tiro siempre y cuando se den determinadas circunstancias. En otras situaciones no, obviamente. Pero en el caso que nos ocupa me parece irrelevante, por cuanto Fernando Alonso, con cara de resignación, nos decía hace una semana exacta que la evolución de la UP nipona para Suzuka consistía en más fiabilidad, no en más caballos, y este jueves pasado, creo, Honda admitía que lleva un pequeño retraso en la evolución del ICE (Internal Combustion Engine; el motor de toda la vida, vamos).

Barcelona


Cuando las cosas vienen mal dadas o a contrapelo, los abundantes obispos de lo nuestro, apuran la taza de chocolate y las galletitas de la Tía Elvira para correr con la sotana recogida por la plaza y, en llegados al púlpito, recordar a la concurrencia desde allí, que la culpa, si no es de los malos es de todos, lo que es decir: no es de ninguno.

Hartos de haber vivido por encima de nuestras posibilidades para comprobar después, que posibilidades, posibilidades, más bien nos quedaban pocas dada la voracidad de nuestros chorizos, a uno, concretamente a mí, le entran ganas de preguntar cómo se resuelve eso de que las Pirelli son lo que han pedido los equipos cuando las escuderías están hasta el pitilín de la italiana y sus exigencias.

viernes, 14 de octubre de 2016

¿Quién defiende el número 1?


Las noticias de ahí fuera no son nada halagüeñas. Dicen que Putin no va a Francia y ha ordenado a su gente volver a casa, que no está para bromas con lo de Siria. Obama, cuentan, se ha puesto serio, y ya hay quien ha comenzado a trazar un puente entre lo que susurran que está ocurriendo en esta verbena que os digo, y aquello otro de que Alemania solicitara a los alemanes, en agosto pasado, que se aprovisionaran para una o dos semanas...

Podría ser un bulo, una exageración, una mentira, o la versión 2016 de la famosa October surprise que sirve de entremés a las elecciones norteamericanas cuando la cosa va muy apretada entre los candidatos. Trump, Clinton, los dueños del mundo en empate técnico, ya sabéis. Todo ocurre muy rápido, y la verdad, no tengo cuerpo para ponerme a pensar qué está sucediendo. 

jueves, 13 de octubre de 2016

Not bad for a number two driver...


El día está cargadito de noticias. Bob Dylan acaba de ser nombrado Premio Nobel de Literatura 2016 y Mark Webber ha anunciado que se retira al final de esta temporada del WEC (World Endurance Championship FIA), lo que viene a ser como si el mundo se desmoronara un poquito más...

A Dylan no le hacía ninguna falta lo de hoy. Es una opinión, sin duda. Me parece que se gana mucho más siendo un animal de la composición mundialmente reconocido que ha sido candidato equis veces a la medalla sueca, sin ganarla nunca, que arriesgándose a que un gacetillero cualquiera encuentre interesante escribir un titular en el que se enfatice que el Nobel de Literatura 2016 no ha conseguido llenar un concierto o convencer a los numerosos afines con su nuevo trabajo.

El talón de Aliques


Aliques también era hijo de Peleo y Tetis, pero tenía dos talones, dos pelotillas y algunas vulnerabilidades más, razón por la cual es mucho menos conocido que su hermano Aquiles, y, obviamente, no sale en la Wikipedia.

Por lo que he podido saber tras arduas investigaciones, Aliques peleó en la Guerra de Troya pero en el bando equivocado. No es que no estuviera en las filas de los aqueos, es que la historia le volvió la espalda y decidió enterrar su recuerdo. Ni Homero lo menciona en La Ilíada...

miércoles, 12 de octubre de 2016

Concierto para monopolio y fagot


La reciente adquisición de la cabecera Autosport por parte de Motorsport Network, propietaria o accionista mayoritaria de un puñado de biblias británicas de lo nuestro, ha puesto de relieve lo delicadito que anda el sector, lo duro que resulta sobrevivir en él, y lo que a un servidor le pone los pelos de punta: que incluso en términos de derechos y servicios (la información es ambas cosas además de un negocio) sigue habiendo que andarse con mucho cuidadín con quién te sirve la hamburguesa.

El asunto no es nuevo. Los medios grandes se comen a los chicos. Es ley de vida.

martes, 11 de octubre de 2016

Ma, che testicoli!


Por el título comprenderéis inmediatamente que lo mío no es el italiano, ni en grueso ni en finolis, pero qué más da, doy por bueno que me habéis entendido.

En fin. Hoy ha resultado un día bastante majete hasta que Luca Baldisserri me ha chafado la tarde. Íbamos bien. El elitismo me ha acusado de ser, desde este blog, una propaganda nociva para la Fórmula 1; de ser populista, de mostrarme obsesivo compulsivo con Pirelli, de no atender a razones que no han asomado las orejas durante la conversación. Y una aficionada que se dice tifosa, me ha demostrado a última hora que a demasiada gente le basta con hacerse un selfie con tal de aparecer disfrazada o disfrazado de rosso y que salga en él Michael Schumacher.

O todos o ninguno


Vaya por delante mi más absoluto respeto por aquellos que no saben ir por la vida sin que alguien les lleve de la mano. Reconozco que es mucho más seguro, más si cabe si quien te arrastra es vistoso, dispone de experiencia, popularidad y reconocimiento, pero a mí me ha ido mal en este aspecto. 

Das la mano a quienes aseguraban que Plutón era un planeta, y, al cabo de los años, el cuerpo celeste no pasa de ser un vulgar planetoide. Crees, porque lo afirman, que en Marte no existía agua líquida y ahora NASA dice que sí parece que la hay... Compartimos con los Neanderthal alguna traza genética, las mujeres no son inferiores al hombre ni el negro inferior al blanco, los Síndrome de Down pueden llegar lejos si se lo proponen, y en los Todo a 100 siempre ha habido productos que costaban 1.000 pesetas... Creo que escarmenté a tiempo.

lunes, 10 de octubre de 2016

Nos faltan los cirios


La diferencia entre una procesión de coches y una carrera como Dios manda, radica en el nivel de incertidumbre que se produce en la segunda. Sea como fuere, ayer, en Japón, el grueso de la manada coincide en que asistimos a una bonita romería, en la que, por imperativos diversos, sólo pudimos disfrutar de adelantamientos gracias al DRS, ya que las estrategias, elección de neumáticos mediante, no permitía demasiadas florituras.

En realidad hubo de todo, tampoco vamos a engañarnos, aunque las notas de color fueron más bien escasas. Así que podemos aceptar que teniendo posibilidad de revitalizar el espectáculo en un circuito como Suzuka, la FIA, los equipos y Pirelli, no movieron un puñetero dedo ni siquiera por intentarlo.

Lorem ipsum


Antes de valorar la razón última que ha podido llevar a Carlos Sáinz a plantar cara a Red Bull desvelando que su hijo quería militar en Renault durante 2017, y sin querer entrar en el debate originado a partir de sus palabras —pretendo hacerlo esta misma semana—, me gustaría puntualizar un par de aspectos que por una causa u otra, se están pasando por alto estas últimas horas.

En el último café que tomamos juntos Ernesto y yo aquí, en Gorliz, ambos coincidíamos en el papel de laboratorio rodante que interpreta en la actualidad la de Enstone, toda vez que después de los agrios enfrentamientos verbales habidos durante 2014 y 2015 entre la de Milton Keynes y el fabricante francés, éste se puso manos a la obra con la intención de mejorar su imagen pública, lo que definió la compra de Lotus de cara a participar en 2016, y que en las máquinas de la austriaca no aparezca su logotipo sino el de TAG Heuer.

Estás ahí


Que yo recuerde, nunca hemos tenido tanto buen juguete roto coincidiendo en la parrilla. Siempre han abundado los juguetes que se rompían por llegar demasiado pronto, por no llegar del todo, por no poder o saber mantenerse, o por mil y una razones más. Pero este 2016 puede pasar a la historia por la indiscutible alineación de una serie de desgraciadas casualidades que muy bien podrían no serlo.

Hoy, tal vez con más razón que otras veces, echo en falta escribir: «Maese, cuando puedas...»

domingo, 9 de octubre de 2016

¡Olé tus huevos!


En su libro Mi vida en la Fórmula 1, Jo Ramirez define a Ron Dennis como buena persona pero muy especialito, y, la verdad, quizás por este contraste, con el paso de los años he ido desarrollando una afinidad malsana con él. No es que me apetezca tomarme un cacharrillo y unos pintxos en su compañía (fijo que me aburriría), pero es verle y que me entren unas ganas irrefrenables de plantarle dos besos en la frente. Será la edad. La mía, lo reconozco...

En fin, Ron es tan envarado que ni haciendo bromas resulta natural. Baste recordar su paseillo vestido de torero junto al propio Ramírez y Mika Hakkinen, o su monólogo para el vídeo que encargó McLaren a Antena 3 por los 250 Grandes Premios de Fernando, donde él disfrutaba como un chiquillo con zapatos nuevos sin que el chiste le saliera del todo, porque era un chiste, una chanza que de tanto haber sido memorizada, probada y sobada frente al espejo, carecía por completo de gracia. De salero, ni hablamos...

sábado, 8 de octubre de 2016

Nico el jenízaro


Es pronto aún para cantar victoria, pero quiero soñar que mañana se cumplirá mi pronóstico de hace dos o tres semanas: «Al paso que vamos, en un par de semanas o tres a lo sumo, Nico comenzará a ser un digno candidato al título mundial. No me preguntéis a qué se deben estos inopinados cambios de tendencia. Sé que ocurrirá de forma imperceptible al principio, que luego la sensación se irá haciendo más y más densa, y que para cuando lleguemos a Abu Dhabi, nadie querrá recordar que negó el pan y la sal al hijo de Keke.» [El don de la oportunidad, 15 de septiembre de 2016].

Os mentía entonces. Sabía perfectamente (y sé) a qué se deben estos inopinados cambios de tendencia. Se deben a que nadie en su sano juicio quiere parecer un loser. Lisa y llanamente es así: nadie quiere admitir que apostó equivocadamente cuando era tan y tan bonito, y tan rentable, apostar al killer

La mala magia


Si la próxima prueba del calendario no fuera el G.P. de los U.S.A. y Haas no fuese una escudería norteamericana, sería ciertamente preocupante el sorpasso que han protagonizado los yankis sobre la mítica Williams en la calificación para el Gran Premio de Japón. Y si Pat Symonds no nos hubiese advertido durante la primavera pasada que el FW38 no daba para más, y, en julio, que el equipo dividía fuerzas para comenzar a trabajar en el proyecto del año que viene, sin duda, lo ocurrido hace un rato en Suzuka sería para llevarse las manos a la cabeza.

Pero por fortuna para los sufridos aficionados, además de ese auténtico deporte que sir Frank Williams acotaba entre las 2 y 4 de cada tarde de domingo, la Fórmula 1 es muchísimo más. 

jueves, 6 de octubre de 2016

¿No son una ONG?


Si en 1997 abandoné la publicidad como forma de ganarme las alubias, fue porque mi cabeza era incapaz de encajar que para vender algo fuese necesario mentir sobre ello. 

Tal vez por haber abusado de los textos de David Ogilvy o porque mi formación académica se había consolidado en la búsqueda de la excelencia y la calidad, se me hincharon los pelendengues ante la tesitura de continuar aguantando clientes que no buscaban enfatizar las virtudes de su producto, sino esquivar el buen criterio del consumidor con ardides semánticos, literarios o gráficos, que a la postre significaban tener que mentirle.

miércoles, 5 de octubre de 2016

Novecento


Jaime ha rajao y se ha puesto en movimiento una hilera lúgrube con dirección a la cima del monte Calvario. Da lo mismo que el reo al que pretenden crucificar no crea en este tipo de justicia linchadora, ni siquiera que ya no esté entre nosotros. El diyeí se ha puesto del lado de los malos y merece eso y más...

En realidad se merecía eso y más desde que se subió a un Toro Rosso en sustitución de Sébastien Bourdais. 

Da capo... Forza!


Hoy no me disculpéis nada. Es temprano y mientras los ñúes del Serengeti huelen la amenaza y, sin pastor que los guíe, no saben dónde meterse ni hacia dónde dirigirse, suena en el interior de mi cabeza el rosario de voces que me han dicho desde que era niño, que tomaba mal camino no renunciando a mi mochila rebosante de contradicciones.

Lo adecuado ahora, como siempre, consiste en tragar sin rechistar lo que nos dice la propaganda enemiga. Y a falta de Norte, bueno es comprometerse con la neutralidad, al menos hasta que escampe. El deporte por encima de todo, ya sabéis.

martes, 4 de octubre de 2016

El revólver de Whiting


Mientras nos acercamos a ritmo de crucero al Gran Premio de Japón y arrecian en su compasiva mirada al mundo de las carreras las huestes de «la única temporada que no vale es la última» o «ser gozotxu con el compañero es sinónimo de ser campeón», me dispongo a invertir este ratito de la tarde hablando de esas cosas que los gurúes ni los analistan mencionan jamás —salvo que alguien les dé alguna pista, of course!—, pero que a los vulgares mortales nos vienen tan y tan bien a la hora de valorar lo que sucede en el transcurso de una prueba.

Vaya por delante que como he afirmado siempre, me mantengo en mis trece en eso de que la competición automovilística es ruda de cojones y, por tanto, salvo clara intencionalidad o descarada obtención de ventaja, no empuraría a nadie (ni siquiera investigaría a nadie), por hacer lo que se presupone que tiene que hacer un piloto de raza.

lunes, 3 de octubre de 2016

La vida loca


Al final va a tener razón Jackie Stewart en eso de que a Lewis le sobra un poco de vida loca. Con Ayrton lo teníamos fácil. El brasileño era místico a casi todas horas de día y cuando quería hablar claro: hablaba claro, en la pista o fuera de ella, incluso con Michael Schumacher. 

No es que le esté dando la razón, aunque creo que podemos convenir en que no había dobles sentidos con Senna. El paulista hablaba de experiencia y su gestualidad y su voz, nos llevaban inevitablemente a entender en qué atmósfera debíamos comprender esa palabra, y otras. 

¿Dónde coño ibas, quillo...?


No dedico una entrada a Vettel desde el 27 de mayo de este año [Life of Mars?]. En ella hablaba de la mochila de Ángeles, de su niña, del cambio de ciclo deportivo que inauguraba el paso de Vertsappen a Red Bull, y de que a Sebastian le hacía falta mirarse en Kimi para enfrentarse al Nunca Jamás al que tarde o temprano recurren los que no quieren crecer: «El entorno no cuenta —le decía—, Max no existe y todavía hay tiempo para convencer a todos, incluso a los que ahora nos vuelven la espalda, de que el mañana se esculpe sobre derrotas más que sobre victorias.»

Pero el de Heppenheim sigue empeñado en que sean otros los que le desbrocen el camino, y yo me pregunto: ¿cómo cojones se lidera un proyecto sin asumir que tarde o temprano te pueden partir la cara?

domingo, 2 de octubre de 2016

Reglas de compromiso


Como tantas veces me sucede últimamente, no tenía pensado ponerme a escribir.

Llevo sin hacerlo desde el martes pasado y después de la tralla que me he metido entre pecho y espalda durante la semana, me encuentro a día de hoy como si me hubiese pasado por encima una manada de elefantes, para qué voy a engañaros. Pero puesto que una cosa lleva a la otra y me conozco en estas lides, en vez de holgazanear un rato más me he dicho: ¡rompe la rutina, mamón!