miércoles, 11 de mayo de 2016

Todo es bosque


Todo es bosque entre el papel que interpretaba Lewis Hamilton una vez había ganado su tercera corona mundial en 2015 y se veía incapaz de contrarrestar a un Nico Rosberg que parecía tocado por el dedo índice de la diosa Fortuna, y el que recién ha comenzado a regalarnos el británico, después de que en Sochi le sucediera a su coche la enésima cosa extraña o inexplicable.

Mercedes AMG se disculpaba por carta ante sus aficionados. Antes, había desplegado su arrojo como escudería que piensa por igual en sus dos pilotos, mandando un jet privado a recoger lejos no sé qué coño pieza con tal de evitar que Lewis saliese último en la parrilla rusa. Después, hace unos días ya, Hamilton mismo solicitaba calma a sus seguidores por aquello de quitar hierro al asunto...

Pero todo es bosque, no sé si me entendéis.

Bosque porque fue para el de Stevenage llegar a México 2015 comprometido a ganarlo todo, y que saliera Toto Wolff para explicarnos a todos, también a él, que el nuevo catecismo de la cosa no contempla que los conductores quieran ganarlo todo, ya que (cito): «Tenemos nuestros estrategas y si los pilotos en el coche empezasen a tomar sus propias decisiones, perderían cada carrera.»

Bosque porque en aquella prueba se establece el guión de las seis siguientes. «Si hay otras estrategias vamos a llevarlas a cabo, vamos a arriesgarnos, vamos a hacer lo que sea, y Mercedes me decía cuida los neumáticos y yo contestaba: no, estoy compitiendo. Creo que eso es lo que la gente quiere ver, pero fue relativamente aburrido seguir a Rosberg como si yo fuera un remolque.»

Bosque porque en México, Brasil y Abu Dhabi del año pasado, Lewis quiere y al parecer no le dejan. Bosque porque empieza la temporada 2016 y comienzan los problemas para que Hamilton ni siquiera pueda reclamar nada...

La carta de Mercedes AMG sobraba. Todos somos mayorcitos como para entender que a veces se imponen situaciones que impiden que los resultados sean los previstos. Lo del avión, sinceramente, a mí me encaja. Lo de Hamilton pidiendo serenidad el otro día, no tanto.

Pagaría con el brazo con que dibujo por saber qué se cuece en esa cabecita que queda oculta bajo el casco en la imagen de entrada. Lewis es un talento natural que lo mismo empieza una guerra psicológica que puede salirle como tiro por culata, que se lía la manta a la cabeza en Spa 2014 señalando a su compañero por agredirle con premeditación y alevosía, que prolonga la firma de su renovación para asegurarse un colchón de bendiciones al comienzo de 2015... 

Este nuevo Lewis no es el Lewis que conozco, me lo han cambiado. ¿O no?

Eso, aquello, lo otro, o el británico sabe algo para este verano que los demás desconocemos, que incluso Sergio Marchionne desconoce. No sé por qué, pero me da que en Barcelona suena el himno británico en lo más alto del podio y su sonido durará hasta Spa.

Todo es bosque. Os leo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo diría que suenan el himno alemán e italiano.



King Crimson

Anónimo dijo...

El holandés... Quien os lo iba a decir.