domingo, 20 de marzo de 2016

Contraprogramando


La felicidad de Nico durante todo el fin de semana, ha sido una de las señas de identidad de la escudería de Brackley.

Hoy con más razón, sin dudarlo, ya que como sucediera en 2014, el pequeñín de Keke estrena temporada con victoria, y eso, como sabemos de sobra, suele suponer un incentivo para cualquier piloto que se precie de ser llamado así.

Rosberg lo es, o me lo parece, y como he dejado escrito más de una vez este invierno pasado, me muero de ganas por comprobar cómo se defienden este verano los que le han llamado sobrevalorado, si como espero, el rubiales se encamina hacia su tan ansiado y merecido primer título mundial, después de haber servido durante años y con cansina lealtad, a la causa común de Brackley.

Lo he dicho muchas veces pero lo repito por si todavía no ha quedado meridianamente claro: después de Spa 2014, a Nico le cortaron las alas por imperativo legal. Vamos, que Zetsche impuso el criterio de que convenía rentabilizar a Lewis antes de comenzar a hacer patria, toda vez, que visto lo visto, a las estrellas de plata les sobraba un plus de inconmensurable superioridad con respecto a sus rivales, que a día de hoy sigue vigente

Si hubiese estado sólo en la lectura de aquello, a lo peor me lo pensaba dos veces antes de recordarlo, pero a Jackie Stewart también le parecieron raros los errores cometidos por Nico en Monza; y a de David Brabham —experimentado piloto hijo del gran Jack y ganador de Le Mans haciendo tripulación en 2009 con Alex Wurz y Mar Gené—, le pareció raro el error cometido en Suzuka; y en el COTA de la misma campaña, a todos nos pareció raro cómo abría la puerta...

Con razón pidió en Abu Dhabi que le dejaran terminar la prueba a pesar de que su W05 estaba hecho unos zorros...

Durante 2016, el alemán había aprendido a comportarse como actor secundario Bob (Sideshow Bob), y de ahí que muchos lo vieran como un tipo sobrevalorado. Incluso Lewis llegó a pensarlo.

Yo me cabreé con él. Resultaba demasiado convincente en su papel de gregario. Por suerte me repuse a tiempo... No sé cómo decirlo: había algo en el aire, una tensión escénica que necesitaba abrise paso, que comenzó a fluir con naturalidad cuando Hamilton ya estaba amortizado.

Nico siempre me ha recordado al belga Jacky Ickx, capaz lo mismo de ir rápido o vencer, que de ser eficiente escudero, pero al que siempre se le notaba que había alguien detrás que le decía lo que hacer.

No es malo ni bueno. Ickx es uno de mis pilotos preferidos pero a pesar de su extenso y brillante curriculum, era de los que necesitaban pinganillo. 

Y es que en la parrilla hay gente así, que no son como Lewis o Fernando, que supeditan su iniciativa a lo que precisa el equipo... 

Rosberg es del tipo piloto legal con su escuadra. El gran manús de Daimler les reunió después de lo de Bélgica 2014, y él ha hecho escrupulosamente lo que se le pidió que hiciera. Pero ahora se le ha pedido otra cosa y a fe mía que éste es de los que lo hacen.

Y ahí le tenemos, contraprogramando a su compañero. Mostrándose feliz con su victoria en Melbourne, preguntando a los aficionados si se han divertido, cuando Lewis y Sebastian han abusado estos últimos meses del término aburrimiento. Dando por inaugurada la versión 2.0 de esa guerra psicológica que ha ido ganando Hamilton por puntos, pero que podría darnos una bonita sorpresa a los que siempre hemos pensado que Nico Rosberg se merece al menos un Mundial, como su padre.

Uno, sólo uno, el que nunca consiguió el bueno de Ickx, por ejemplo.

Os leo.

2 comentarios:

Rompetechos dijo...

Totalmente de acuerdo. Ha tenido momentos de rabia, ante los errores y las órdenes, pero esperemos que salga un poco más el Nico de Mónaco 2014. A poca presión que sienta Hamilton y que no le bailan el agua, este se viene abajo. Y Nico tiene capacidad de ganar un campeonato, aunque no sea el mejor.

luis mari dijo...

La mala baba que le puede entrar a Hamilton si no supera a ROS, y las pestes que va a echar sobre MER... este año promete!