domingo, 14 de junio de 2015

¡Ay Ferrari! #25TLM15 [10]


La salida de Luca Cordero di Montezemolo del organigrama de Ferrari, ha supuesto que prácticamente se hayan esfumado las aspiraciones que albergan los tifosi de medio mundo, acerca de que la italiana pudiera volver a luchar por la victoria absoluta en una carrera como las 24 Horas de Le Mans.

El año pasado, ese sueño aún permanecía vivo e incluso fue alimentado desde las misma entrañas de Maranello. Fernando Alonso fue el personaje elegido para dar el banderazo de salida a la octagesimosegunda edición de la prueba francesa y así mismo, rodó sobre un 512 S Coda lunga para gozo de los numerosos aficionados presentes. El presidente de Ferrari, insinuó la posibilidad de que La Scuderia retornara a Le Mans aunque mencionó también, la complejidad de una operación de ese calibre.

Es curioso lo que nos depara el paso del tiempo. La leyenda de la de Il Cavallino Rampante se cimentó precisamente sobre el intento de superación de grandes retos.

Il Commendatore era un hombre que entendía el deporte del automóvil como el eje central de su actividad como fabricante. Ferrari hacía vehículos hermosos y arrogantes para encontrar el dinero que la permitiera competir. La esencia de su actividad era sacrificar toneladas de esfuerzo humano y económico, buscando un instante de gloria sobre los circuitos, sobre cualquier tipo de circuito, también en el de La Sarthe.

Pero las edades cambian, de forma que en la actualidad, Maranello tiene suficiente con estar enfocada a la Fórmula 1, y si hace un año, la aventura de volver a disputar algún día las 24 Horas parecía complicada de ejecutar aunque razonablemente asequible, hoy es el día en que podríamos decir que vuelve a dormir el sueño de los justos ya que la realidad impone tercamente su criterio y ese tren, lamentablemente pasó sin parar en el andén porque Montezemolo ya no está para pararlo.

Y es que detrás de toda idea hace falta alguien que la sueñe primero. 

Enzo esbozaba su universo particular alrededor de las carreras, y Luca, con la producción de vehículos de alta gama como epicentro. La Fórmula 1 sigue encajando en esta filosofía y el Mundial de Resistencia también, aunque necesitaríamos saber ahora si el gigante FCA (Fiat Chrysler Automobiles) está dispuesto a soñar con nosotros. 

Las expectativas de triunfo en el WEC (World Endurance Championship) pasan por enfrentarse a costosas inversiones de muy difícil retorno, y ahí, sinceramente tengo que decir, sólo soy capaz de imaginar a don Sergio Marchionne calculando cuántos coches debería vender su empresa para costear una aventura tan grande, y obviamente, palideciendo una vez obtenida la cifra.

Pero no perdamos la esperanza y mientras esperamos que en el horizonte aparezca un nuevo soñador, recreémonos en el precioso 333 SP que decora esta entrada, y pensemos que sobre él, pesan ya veinte años.

Os leo.

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