martes, 17 de junio de 2014

Las cosas en su sitio


La octagesimosegunda edición de las 24 Horas de Le Mans nos ha dejado un bonito saldo a los aficionados a la Fórmula 1, sobre todo en lo que respecta a ese efecto balsámico y desde mi punto de vista bastante reconfortante, que ha descubierto que en lo más duro de nuestro tejido cabe hacer preguntas y resulta sanísimo intentar responderlas.

Por orden de importancia, por supuesto la mía, yo destacaría en primer lugar la sensación de que la fiabilidad en Fórmula 1 es menos creíble que la que nos ofrece la Resistencia, toda vez que los propulsores, chasis y partes mecánicas de una y otra —al menos en las categorías LMP1 y 2—, se desarrollan bajo el amparo de las más modernas tecnologías precisamente para cumplir holgadamente con sus respectivos cometidos.

En este orden de cosas, el asunto de los neumáticos y su compromiso con el espectáculo también ha resultado comparativamente chocante, ya que en Le Mans no han cantado apenas nada y en cualquier circuito del Mundial de F1 lanzan incluso algún gallo que otro. Y qué decir del atractivo para el aficionado, que en La Sarthe ha sido capaz de aglutinar alrededor de su carrera a más de un cuarto de millón de espectadores —sí, lo habéis leído bien—, a los que habría que sumar las legiones de sufridos desertores que han seguido la prueba por televisión o Internet o como han podido, mientras que las cifras de seguimiento de la Fórmula 1 siguen en caída libre incluso en Alemania...

Podría seguir planteando interrogantes como las que atañen al ruido, a la escenografía publicitaria, a la cuidadosa realización o a la aplastante sensación de que la máxima categoría del automovilismo deportivo ha cambiado de patronímico sin que apenas nos hayamos dado cuenta, pero como no es cuestión de aburriros tan temprano (esta entrada se publicará dentro de unas cuantas horas), lo mejor es que lo dejemos aquí.

Y es que he escrito tanto y me he referido tantas veces a que el modelo de planteamiento y explotación de la Fórmula 1 estaba agonizando, que sinceramente me da pereza volver a referirme a ello.

Pero hay que hacerlo, otra vez, de nuevo y como de costumbre, porque hace quien dice anteayer todavía estábamos discutiendo en modalidad exquisitos por un lado que disfrutaban con esto y por otro, nostálgicos que decíamos que salvo cosas puntuales el asunto actual daba bastante lástima, y ha sido precisamente que haya sucedido Le Mans 2014 para que dé la sensación de que aquí no ha ocurrido absolutamente nada cuando sí que lo ha hecho.

Ha cambiado el peso de la presión. Ni somos pocos los rancios ni estamos poco arropados porque aquí se está quejando desde Mateschitz a Montezemolo o desde Maldonado a Vettel, y porque hemos podido comprobar en las 24 Horas de Le Mans de este pasado fin de semana, cómo funciona un auténtico espectáculo y lo atractivo que resulta, cuando todas las cosas que intervienen en él, incluso el espíritu crítico, están realmente en su sitio.


Os leo.

3 comentarios:

Jorge dijo...

Simplemente magnífica la carrera en La Sarthe, la he disfrutado a tope, creo que vi 21 de las 24 horas :) Que pena lo de Marc, que cerca tuvo la victoria, pero bueno es Le Mans en estado puro. Por otra parte comentar que el último relevo de Lotterer fue sencillamente impresionante, este tio es rapidísimo, probablemente sea el mejor piloto de resistencia hoy dia.

Josemi dijo...

Como comentaba algun malvado, que pasaba que no habia pelotillas de goma cubriendo todo el circuito menos el carril?? si usamos los neumaticos de F1, cuantas pelotillas se podrian acumular en 24 horas?

J-CAR dijo...

Pues si, desde ya cuando los aficionados a la F1 debatamos sobre cualquiera de estos aspectos tenemos una referencia concreta con que compararlo. Hasta ahora en estos debates cada uno comparaba esta F1 que cada año nos toca vivir con otras F1 posibles y diversas que cada uno pudiera imaginar, y esto las más de las veces producía una cacofonía difícil de entender. Como digo ahora tenemos una referencia concreta sobre hacia donde, seguramente a todos, nos gustaría que fueran cambiando las cosas y tendremos que usarla con furar en cada uno de estos debates. Por esto todo este esfuerzo que has hecho con estas entradas #25TLM me parecía importante, esto do caerá en saco roto. Tenemos mucho que aprender aficionados, equipos, organizador y tutor.

Genial el comentario de Josemi, así es como hay que aplicar el conocimiento de estos días. En lo único que no estoy de acuerdo es en que sea un comentario malvado, sino muy sensato, porque desde ya es lo exigible. Antes muchos podían imaginar que las pelotillas no fueran una consecuencia inevitable si se queríamos tener buenos neumáticos de carreras, ahora todos sabemos que un neumático que suelta pelotillas no ayuda ni a la competición ni al espectáculo.
Otro ejemplo Si Ferrari no podía montar sus nuevos vestidos porque hacía demasiado calor y el neumático superblando sufría de graining porque no alcanzaba su temperatura de funcionamiento ideal, entonces si somos consecuentes Pirelli merece aún mas ferocidad en la crítica, chistes y ocurrencias varias, que la mostrada contra Ferrari por este asunto. ¿Para que están pensados los Pirelli-F1-2014 para correr por la colada ardiente de un volcán? ¡Preparen sopletes para la noche de Singapur! ¡Que problemas ha habido con las gomas en LeMans-2014?

¡Saludos!