sábado, 14 de junio de 2014

Dentro de unas horas [Prólogo]


Dentro de unas horas comenzarán las 24 Horas de Le Mans de 2014 y yo con estos pelos, que diría aquél.

Ya me gustaría disponer de un 919 Hybrid, pero voy tecla a tecla sobre un Bentley 4.5 Litres de 1930 y es lo que hay. En todo caso, sobre las 04:00 de esta madrugada próxima comenzaré a pasarlas realmente putas y te veré Manuela si llego a cumplir mi promesa antes de que alumbre el alba de mañana domingo.

En fin, apenas hemos estrenado el sábado y ya empiezo a notar un no sé qué en el cogote que me advierte de que tal vez he sido demasiado optimista, como de costumbre, como con Ferrari.

¿Quién era aquél. Sí, el piloto más tortuga de la historia de la Fórmula 1...? Victor Pease, «Al» para los amigos, el hombre que llegó a meta con 43 vueltas de retraso sobre Jacky Ickx en el Gran Premio de Canadá de 1969, razón por la cual fue descalificado nada menos que por lento, ganándose de paso la vitola del conductor más leño de la historia de la F1, récord que dicho sea de paso, no ha batido absolutamente nadie, ni siquiera Vettel.

Pero gracias a Dios en Resitencia no hay lentitud que valga. Aguantas lo que te echen y rezas lo mismo al Altísimo que al diablo para que vayan cayendo los demás y obviamente, cruzas los dedos para que sea lo que sea que ocurra a tu alrededor llegues a ver el banderazo ajedrezado que te reafirme en que la tortura ha terminado. Tú o los demás, los demás o tú. En una cosa tan sencilla consiste todo...

Bien, como insinuaba hace unas horas, me he propuesto un reto homenaje a las 24 Horas de Le Mans que tiene mucho de ejercicio masoquista del que ya me he arrepentido pero al que como buen vasco, daré cumplida respuesta ya que si no lo intentas jamás sabes si estuvo al alcance de tu mano, lo perdiste o acaso, lo rozaste con las yemas de los dedos para decir después que valió o no la pena.

Mi Bentley de monento aguanta, yo también, pero mañana a estas horas sabré realmente si soy capaz de culminar la empresa o tengo que empezar a buscar alguna excusa para justificar que todo esto en realidad me venía muy grande.

En todo caso, os leo, como de costumbre, aunque hoy sea especialmente temprano.

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