martes, 24 de diciembre de 2013

2015 no es 2014


Se presenta un año duro para McLaren. Soñar con una noche de Reyes con sabor a Japón imperial va a ser duro de narices por mucho que Santa Claus nos vuelva a regalar esta noche los calcetines y calzoncillos de todos los años, esos que llevan una estrella de tres puntas como distintivo.

Quizás por eso, por lo de los calcetines y los calzoncillos con sabor a déjà vu, 2014 suena para la de Woking a etapa de tránsito en el desierto, a espera paciente durante la tarde a esa cena de Nochebuena que nunca llega pero que a buen seguro estará repleta de cuñadas y cuñados inquisidores. Aunque bien mirado, quién sabe lo que nos deparará el año que viene. Podría ser una o dos sorpresas, o tres si nos portamos bien. Pero para la segunda escudería de la parrilla, sinceramente no lo creo.

Esta temporada ha sido un martirio. El MP4/28 ha salido chungo de narices y Jenson parecía hastiado, cansado a más no poder, incapaz de sonreír como hacía antes al lado de Michibata. Y qué decir de Sergio...

El único que ha dado el callo ha sido Martin. Tan serio él, tan firme cuando anunció que el equipo firmaba con Honda para 2015 que a la mayoría de nosotros se nos olvidó que estábamos en 2013 y que aún quedaban temporada y media para el feliz desenlace. Luego vino lo de tirarle los tejos a Fernando. Qué bonita estás y que hermosa te has puesto; qué bien te sienta el corpiño negro...

A McLaren le ha quitado Mercedes hasta los gayumbos, ha sido un acto de expoliación lento pero contundente. No sé si eran los de siempre, los que se reciclan todos los años por navidades o los que le iban a regalar este año, pero Woking se ha quedado en cuadro esperando refuerzos. Un sueño en todo caso, que se pospone durate doce meses más, una esperanza que se deposita ahora mismo sobre los hombres que apretando el culo y los dientes han jurado que llegarán enteros, que la empresa vale la pena, que cabe apostar de nuevo.

Los británicos se van a dejar los huevos en el empeño y eso me hace pensar en esa épica lantente que no encuentra hueco en las televisiones ni en los periódicos porque el mundo se divide en vencedores y vencidos, en winners and losers, en Marianos y Zapateros. McLaren y Whitmarsh y los que permanecen a su lado, van a pasar un nuevo viacrucis durante 2014, y lo saben, pero si las cosas salen medianamente bien, hay premio, siempre hay premio. Se supone que Honda dispone de un año más que sus rivales para afinar su herramienta y se supone que no lo desaprovechará. Pero como en todo caso es mucho suponer, mientras tanto, la segunda escudería en mi corazón de aficionado tendrá que poner pie a tierra y aguantar lo que le echen. No, no cabe otra...

Es 24 de diciembre y como todos los años, estoy matando el tiempo a la espera de la cena de Nochebuena haciendo lo que me gusta. Si hay alguien ahí, al otro lado, disfrutando de mis vueltas rápidas desde detrás de un macizo de paja seca, le deseo lo mejor del mundo porque en esta vida las cosas sencillas valen por dos y sencillo resulta que McLaren haya entendido que más vale dibujar el futuro con antelación que posponer un delirio que con Mercedes huele a caduco y con Honda, pues eso.

En todo caso, suerte. Toda la suerte del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Suerte sí... que la van a necesitar y en grandes cantidades. Peor gestión no podían haber hecho de lo que un día tuvieron y dejaron perder. Y ahora quieren recuperar una parte que despreciaron de la forma más vil. ¡¡¡Anda y que les den!!!


King Crimson