lunes, 30 de enero de 2012

Cuatro o seis por uno


Lamento estropearles la velada, pero estoy cansado de que me llamen ciego por intentar ver lo que dicen ver otros. En cierto modo, me siento perro de presa que no quiere dejar vivo a su adversario, así que imaginen ustedes que don Stefano Domenicali, es un decir, se acerca al garaje de Sauber para recriminar a Kamui o a Sergio que hayan molestado a Fernando o a Felipe sobre el asfalto, sin que Peter el suizo intervenga más allá de lo que aconseja la situación, es decir, aportando nada salvo algunos pespuntes verbales que quedarán en agua de borrajas porque es plenamente consciente de quién manda y a quién sirve.

Marko hizo exactamente esto mismo con Alguersuari en el pasado G.P. de Corea, y salvo a unos pocos, a nadie le pareció extraño que el jefe de una casa fuese a poner las cosas en su sitio en la de enfrente, porque hemos asimilado como idiotas que Red Bull es una y trina, como la deidad cristiana, capaz de ser el exponente de la moderna F1, mientras maneja a su antojo a su filial Tori Rosso y a la motorista Renault.

Cinema Paradiso


Me he acostumbrado tanto a que los responsables se vayan de rositas, que ni me inmuto ante el desmantelamiento quirúrgico e irresponsable de nuestro estado del bienestar. Total, la culpa la tenemos y la tendremos siempre nosotros, aunque no por ir de sobrados, como dicen, viviendo por encima de nuestras posibilidades, como argumentan, sino por creer.

Hace años tuve la oportunidad de asistir a un juicio como testigo, en el que el tipo que cobraba un pastizal por ser el máximo responsable de la constructora beneficiada por el tráfico de influencias sujeto a litigio, ni pestañeó al decirle al juez y a los presentes, que él firmaba lo que le daba su secretaria, siempre sin leer... Se fue de rositas, ¡cómo no?, aunque por fortuna mi fe en el género humano se fundamenta en tipos responsables que arrean con lo que sea con tal de que los que confían en ellos no las pasen putas.

domingo, 29 de enero de 2012

Caterham CT01


Caterham presentaba su modelo CT01 mientras yo andaba haciendo la guerra por mi cuenta, pero es domingo y me he puesto las pilas rápido, entre otras cosas porque las líneas generales que pronostiqué como base a la pasarela 2012, se han materializado en el vehículo de la malaya.

Pero antes de meterme en harina, conviene que entendamos que Caterham no es precisamente Dior, lo que nos pone en que su alternativa para este año ni es apurada ni exigente, pues bebe de dos conceptos ya explorados en la parrilla desde 2009: búsqueda de la mayor flexibilidad posible y optimización del uso de la estela de calor.

sábado, 28 de enero de 2012

Help yourself


Ya estoy aquí, de nuevo, otra vez, como cada año, imaginando registros, y como de costumbre me cuesta ponerme al volante después de haberlo abandonado un tiempo.

Hubo una época no demasiado lejana en la que rellenaba los huecos que se delataban en esta bitácora, a base de acariciar los abundantes jirones que había dejado para luego en servilletas y trozos de papel, pero desistí de reconstruir el pasado porque me parecía más útil vivir el presente así me viniera jodidamente a desmano, total que sin querer o queriendo, me he ido convirtiendo en un tipo diferente al que fui, pero al que todavía reconozco y puedo mirar a los ojos.

martes, 17 de enero de 2012

Estamos salvados


Bernie no acostumbra a tomar el suburbano o el cercanías, él es más de limusina y jet, medios de transporte que le permiten seguir pergeñando sus cosas mientras se traslada de un punto cardinal del globo a otro, así que no hagáis caso de la foto de arriba, ya que la he tomado al vuelo para decorar esta entrada que escribo en un día bastante cansado que ha dado para mucho, para sustituir a otra que comencé ayer, pero de la cual he desistido porque Bernie siempre me gana por la mano.

Debe ser porque yo soy de más autobús, metro y caminar a pie cuando puedo, pero el caso es que por fortuna no he sido de los que veían a Bruno Senna en Williams. Al que veía, como comenté en su momento, era a ese Rubinho que se ha ido por la puerta de atrás de una de las escuderías que peores vibraciones me producen en la actualidad.

sábado, 14 de enero de 2012

La bilirrubina


Hay amistades peligrosas, amores que matan, y las recientes palabras de Adrian Newey al respecto de que Sebastian Vettel debe pulir los errores cometidos durante 2011, no dejan lugar a dudas del perverso calado que tienen algunos de los favores que a veces nos hacen los que nos quieren, porque sin querer (Adrian es hombre llano, sencillote y de buena pasta), el sin duda mejor ingeniero de los últimos tiempos, ha dejado con el culo al aire a su pupilo en Red Bull, admitiendo que tiene que mejorar algunos aspectos.

El asunto se las trae con abalorios, como diría aquél, porque el de Heppenheim, a la sazón el bicampeón más joven de nuestra historia, era, a decir de muchos, un tipo que casi había alcanzado la perfección en eso de llevar un cacharro complicado de conducir (sic) por los trazados de Dios, y el caso es que Newey ha puesto los puntos sobre las íes en un escenario que escamaba a más de uno, porque si el británico apura el vaso de su sabiduría recomendando al alemán que se pula, es de recibo admitir que el RB7 no ha llegado en su manos a sus extremos naturales, y lo que a mi modo de ver resulta más grave, que el coche austriaco podía haber llegado aún más lejos si Vettel hubiera estado a la altura...

Sombras chinescas


Ni siquiera con el cambio de normativa que sufrimos entre 2008 y 2009 estuvimos tan a dos velas como se me antoja que nos acercamos a la temporada 2012. No me parece ni bien ni mal, entendedme, lo que pasa es que me sorprende, sólo eso.

Cuando Brawn barrió en 2009, todo quisque se la cogió con papel de fumar ante el inicio de la temporada 2010. Mercedes se segregaba de McLaren para volver a ser estrella de plata en solitario, y para ello retomaba la historia que dejó en mitad de la década de los 50 del siglo pasado, subiéndose a lomos del victorioso e imparable Ross, nada menos que con Michael Schumacher capitaneando el asunto sobre la pista, aunque aquello quedó como quedó a pesar de que el Doble Difusor había sido admitido como animal de compañía...

domingo, 8 de enero de 2012

Delaney


Este año había pedido a los Reyes Magos que me permitieran sacar la cabeza para que no me la rompieran, como de costumbre, y los muy jodidos, bajo el árbol de Navidad me dejaron anteayer una foto de Steve McQueen interpretando al americano Delaney en la película Le Mans.

No supe qué pensar, lo admito. De los personajes terminales a los que soy tan aficionado, McQueen es el que más zapatos donde ajustar mis pies me ha dado, y de entre ellos, la figura de Michael Delaney es si duda uno de mis más queridas, por aquello de que en cierto modo retrata a la perfección la tendencia que tengo a fabular con mi vida hasta hacerla migas, para parecer siempre un héroe derrotado por mucho que pille más planos de cámara durante el metraje de la película.

domingo, 1 de enero de 2012

Beautiful that way


Discúlpenme ustedes. Ayer me dieron las uvas sin que encontrara siquiera un momento para escribir unas líneas con las que despedir 2011, y el caso es que esta mañana que dicen corresponde a un nuevo ciclo solar que en sentido estricto comenzamos ya hace unos días, me parece idéntica a la de ayer.

Salvo porque luce un sol radiante (la del año pasado amaneció lluviosa), nada diría que haya cambiado algo, que sé que sí, y claro está, me ha dado por pensar mientras buscaba una cafetería donde desayunar, que a lo peor este año nos toca vivir una secuela del que teóricamente hemos dejado atrás hace excasamente unas horas. ¡Ya tendría mala baba el asunto!